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España va bien, Pedro Antonio, como dice la Azu
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España va bien, Pedro Antonio, como dice la Azu

MITOMANÍA, MAYORMENTE

Esta semana nos trae Azucena del Valle el relato "Mitomanía, mayormente" donde habla de los mitómanos y de los mentirosos. Dice que al mentiroso se le coge antes que a un cojo. Falso, hay mentirosos patológicos con la rara habilidad para caer siempre de pie. Como dice un amigo mío de Madarcos de la Sierra: "yo no miento, embellezco la realidad". Pues que siga haciéndolo por muchos años, ya todos le conocemos. Hasta algunos llegan hasta presidente de gobierno no diciendo nunca la verdad.

- Tía, me ha dicho la Aitana que le ha pedido relaciones The Fresh Prince of Bel-Air, o sea, el príncipe mismamente.

- Ja, Ja, Vani, esa chica tiene la cabeza perdidita. Se cree hasta sus propias mentiras de tanto repetírselas. ¿Para qué quiere un príncipe si solo le traería dolores de cabeza? ¿O le va que otros agachen la testa ante ella y le hagan genuflexiones?

- Está visto que contigo no se puede soñar. Siempre pillas a la pobre criatura, que ahora tiene delirios de grandeza y con estas trapacerías ingenuas intenta llamar la atención. ¡Mientras no se convierta en una mentirosa compulsiva como Pedro Antonio, un mitómano - tendencia incontrolable de mentir- de tomo y lomo reconocido, vamos bien! No creo que llegue a mentirosa patológica como este pollo.

- Lo malo es que si se acostumbra a mentir se está alejando de la realidad, viviendo en la ficción constante y acabará afectando a sus relaciones. A mentir se aprende, se empieza por una pequeña y luego salen como los ajos, en ristra. El problema es que tiene que estar siempre alerta para no entrar en contradicciones, digo yo. Mantenerlas eternamente me da flojera porque tienes que estar siempre inventando. El Mentiroso sin memoria, pierde el hilo de la historia. Además, La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo, como decía Friedrich Nietzsche desde su enfoque ético.

- A este paso, la Aitana se me pierde, porque la gente no es tonta y se acaba dando cuenta.

- Mucho se ha estudiado este fenómeno, cada vez más frecuente, con el panorama político que tenemos. He leído que la mitomanía está relacionada con diferentes aspectos de nuestra personalidad, con ciertas dificultades emocionales. Cuando tenemos una baja autoestima, una respuesta puede ser mentir sobre nosotros, adornarnos, componer una historia personal y unos logros más llamativos. Lo que acaba jodiendo la autoestima, mayormente.

- Pero tía, ¿quién no ha dicho una mentira alguna vez? Es la mejor manera de salir del paso cuando la verdad es peor, por ejemplo, con tu pareja. Si has metido la pata, le calzas un embuste y evitas la bronca. Aunque estés llevando a cabo un acto cobarde.

- ¿Y si te pilla la trola, Vani? Se coje al mentiroso antes que al cojo, dicen en mi pueblo. Huiste de la verdad como un conejo y ahora a ver cómo lo arreglas. Está claro que todos mentimos alguna vez. La mentira tiene una función clara de escape o evitación a corto plazo, que en ocasiones puede resultarnos útil o funcional. Es la mejor manera de evitar una discusión porque la verdad, a veces, puede llevar a la ruptura de la relación. Ojos que no ven, gabardina que se va al tinte.

- No me cambies los refranes que luego creen que no somos de Ávila: Ojos que no ven, corazón que no siente. Y si es algo ocasional…

- Lo malo es que cuando las mentiras salen bien, tienden a repetirse, aunque no seas un mentiroso patológico, y ahí va otra vez la sabiduría popular: Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.

- Pero Puri, también podemos convertirlas en un arma potente en nuestro beneficio, como daba a entender William Shakespeare cuando decía que Con el cebo de una mentira se pesca una carpa de verdad, aunque Meter mentira por sacar verdad, es una ruin habilidad ¿Y tú crees que por eso miente tanto Pedro Antonio? Porque ahí podría estar la clave, un suponer…

- Lo utiliza a medias, sacaría más provecho si le diera por alternar mentiras y verdades, como afirma con sorna el escritor y dramaturgo Jules Renard en esta sentencia de diez: De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes.

- Me parto el culo, colega. Si la mentira es de cobardes, ¿la verdad es de valientes?

- Con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil. La mayoría de los trapaceros jamás seguirían las enseñanzas de Mahatma Gandhi: Más vale ser vencido diciendo la verdad que triunfar por una mentira. Me da que su maestro es el visionario George Orwell, que va más allá afirmando que En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario. ¡Ahora resulta que el presi es un alborotador, un insurrecto, un subversivo!

- ¿Y qué ocurre cuando las verdades/mentiras son solo a medias? ¿También son mentiras lo mismo que la ocultación?

- Has dado en el clavo, pequeño saltamontes, con otra de las variedades habituales que utilizan los mentirosos: las medias verdades. Según Samuel Langhorne Clemens, que conocemos como Mark Twain, La verdad a medias es la más cobarde de las mentiras. ¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad. Y voy más allá, La mentira se hace con palabras, pero también con silencios, según la poeta, intelectual, crítica, feminista y activista estadounidense Adrienne Cecile Rich.

- Es lo malo de no deshacer los entuertos y callarte a todo, tía, porque los hay que ni confirman ni desmienten; no se enteran de que La verdad duele, pero la mentira mata, porque va destruyendo como el cáncer, poco a poco, la confianza y pone en duda cualquier atisbo de verdad. Las repercusiones que provoca en los demás acaban siendo devastadoras, causan dolor, frustración y tristeza porque toda mentira conlleva una traición. Juegan con los sentimientos de otras personas ¿Y el mentiroso se va de rositas?

- No lo creas, Vani, porque Para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado. Con el tiempo, El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad. La mentira te acaba esclavizando mientras que la verdad te hace libre. Se entra en un círculo vicioso del que es difícil salir y provoca soledad, baja autoestima, sentimientos de culpa al romper las normas que conlleva el respeto al otro…

- Solo tengo una cosa clara, tía, o juegas a lo mismo o te esnafras, sufres y vas de culo contra el viento. Cuando te engañan la primera vez, la culpa es del otro. Cuando te engañan una segunda vez, la culpa es tuya. Lo que da de sí la política, Puri.

- Y la vida, Vani, y la vida.

- Cien por cien Puri, cien por cien.

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