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Pelma y Luis
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SACUDIRSE LA SOLEDAD

Por Azucena del Valle
Desde luego, Azucena del Valle ha venido de sus vacaciones caribeñas más joven y pendenciera que nunca. Hoy ajusta cuentas en "Sacudirse la soledad" a todos aquellos que sufren alexitimia, que yo no sabía lo que era hasta que ella me lo ha dicho reforzado con un capón en las meningues meningíticas que tengo de toda la vida. El tema de la soledad es peliagudo, el mundo está cada vez más lleno de singles, pero a todos les gusta que su cama esté caliente, unos utilizarán una botella de agua caliente y otros... a quien tengan más a mano.
- Aitana, ¿a ti te gusta estar sola?

- ¡Mogollón Puri! Sobre todo, cuando my mother viene de visita y lo mira todo con ojos de madre perdonavidas reprochona por tener la nevera sólo con cervezas y lechuga y la habitación hecha unos zorros. Entonces me gustaría que desapareciera en cero coma y dejara de darme la barrila. Claro, que cuando abre la bolsa llena de tuppers y el frigorífico deja de estar en la UVI, pienso que la echo de menos y querría tenerla más cerca. Bueno, tampoco muy cerca, pero que no deje nunca de traerme las provisiones.

- Estás hablando de la emancipación recién adquirida que estas estrenando y empezando a disfrutar, el libre albedrío, resarciéndote de las normas que no tenías más remedio que respetar en el hogar familiar. Ahora vas a tu puta bola.

- Tía, ¡menudo me lo monto los fines de semana y fiestas de guardar! Parties a tutiplén hasta que los vecinos avisan a la pasma y tienen que give the lollipop sin remisión.

- Vani, tu sobrina se está echando a perder desde que se fue de casa, no distingue las churras de las merinas y se cree que todo el monte es orégano. Ni puta idea de lo que es estar sola porque siempre está mal acompañada.

- ¿Qué sabrás tú, joder? con esa cara de tristeza y depresión es raro que encuentres apaño, so miserias, que diría que aún eres boquerón. Somos animales de compañía y nos realizamos en el contacto con los demás, que me enseñaron bien los grupos de socialización, y no voy a pedir perdón por llevarlo a rajatabla. Yo tengo mi crush sin compromisos y cuando me canso le hago un next y a otra cosa, culo de rosa. Let's get it (traduzco: el ¡vamos! de toda la vida).

- Vani, o se larga tu sobrina o del mamporro que le suelto la mando a Cuenca, aunque me detengan por violencia extrema ¡Será gilipollas la niña! Que parece que le viene de serie la tontería. Me jode tanta frivolidad e inconsciencia.

- Puri, que nosotras también fuimos jóvenes y nos las corrimos pardas. La maduración viene con los cumpleaños, un suponer, y la Aitana solo tiene dieciocho agostos. Ya sentará la cabeza.

- Sobre todo cuando se caiga del guindo y la vida la zarandee un poco. Se aprende a base de golpes, aunque sea poco y tras la recuperación cometamos los mismos errores. ¡Qué sabrá ella de la sensación de vacío, la tristeza y la inseguridad que suele acompañar al sentimiento de soledad! Esa soledad emocional tan peligrosa que puedes experimentar sin que esté ligada a la falta de contacto humano y, a veces, conlleva daños fisiológicos y psicológicos producidos porque va pareja a la merma de autoestima, ansiedad, desmotivación y depresión que perjudica al sistema inmunológico.

- ¿Quieres decir que se puede enfermar de soledad? ¿Tú sabes los miles de mujeres, mayormente, que no conviven con nadie? Según los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), las personas que viven solas en España casi alcanzan ya los cinco millones; de esa cifra, el 43% tiene más de 65 años, y de ellas, siete de cada diez son mujeres. Uno de cada cuatro hogares es unipersonal, cifra que ha aumentado un 2% en el último año.

- Son números que dan miedo porque, en el fondo, nadie quiere estar solo.

- ¡No drames tía! También tiene cosas buenas no rendir cuentas a nadie: te levantas cuando te da la gana, haces la cama si quieres y el centro es tuyo, puedes dejar los platos sin fregar, no te obligan a ducharte ni a limpiar el polvo, no te controlan las salidas ni con quién vas, ni lo que comes, ni lo que bebes, puedes hablar sola o con la Alexia de turno, subir un tío a casa. ¡Yo percibo en la situación cantidad de ventajas!

- ¡Ya veo a quién ha salido la Aitana! Y no es por insultar, sino por saber qué haces buscando pareja en Tinder, Meetic, Grindr, Happn, OkCupid, eDarling, Ourtime, Bumble, Badoo, Lovoo. si estás tan a gustito sola, un suponer.

- Joder, ¿qué hay de malo en un buen revolcón sin compromiso? Que no he hecho voto de castidad, bonita. ¡Parece que no escuchas a las disfrutonas del Ministerio de Igualdad! ¡Se-puede-hacer-de-todo-con-quién-quieras sin tener que ir a confesarte después! ¡Este body que no pase hambre! Y no voy a sentirme culpable por ello. Es el chollo de estar sola.

- O sea, Vani, que solo piensas en el aquí y ahora, no en el mañana cuando no tengas a nadie que te acaricie y agarre la mano para salir al parque a pasear despacito; que parezca que escucha las frases que repites una y otra vez; que te sonría porque te ve y te descubre cada día; que no le importen tus arrugas ni la torpeza que van adquiriendo tus manos. un compañero/a al que tienes la responsabilidad de hacer feliz.

- Tía, que dicen por ahí que nada es para siempre, por eso yo no me los busco eternos, sino temporales. Lo que dura, dura.

- Pues visto así, tal vez tengas razón. ¡Mira lo triste que anda mi prima Amparito por ese menda que conoció! Tenía su puntito canalla y malote, que a Amparito le va un montón. Tal vez un poquito infiel, a saber. Tanto buscar por eso de sacudirse la soledad y no encontró lo que buscaba; seguro que es complicado sentir de una manera y comportarse de otra -llámese disonancia cognitiva-, que nos ocurre a todos y lo peor es cuando no somos capaces de sentir, reconocer y expresar las emociones -se denomina alexitimia-. Tenemos mucho trabajo por delante antes de dejar de existir sin haber cumplido los sueños y no podemos ir a rebufo contra el viento y de culo. De nadie. Hay que dejarse querer y aprender a querer, y eso empieza por uno mismo.

- ¿Y todavía dices que no es buena la soledad? No me jodas, que no quiero compañías que dañen, que quiero pasar de malos rollos y sigo confiando en que todo el mundo es bueno. Hay que entrenarse en la indiferencia emocional; es la mejor manera de no sufrir. Y olvidar porque, en el fondo, sentir dolor por lo que se pierde, Puri, no es más que el ansia de querer recuperarlo. Y si alguien no merece la pena, a otra cosa. Me cuenta una amiga que le presentaron un día un tío guay y le dijeron: es un príncipe azul. Ella respondió arrugando el morro: pero no es el tono de azul que a mí me gusta. ¡Ahí lo dejo!


- Y yo añado una frase de un libro que leí hace poco. Es el consejo de Satoru a su sobrina Takako en Mis días en la librería Morisaki: No tengas miedo de enamorarte. Intenta amar todo lo que puedas. Aunque a veces sufras por ello, recuerda que una vida sin amor es mucho más triste. Amar es maravilloso. Quien ha amado, lo recordará durante toda la vida. Y ese recuerdo calentará su corazón. Es algo que se entiende cuando se llega a mi edad. ¡Pues, a no dejar de querer!

- Hoy paso de birras, me apetece más un Aperol, que conocí un tío que hacía unas mezclas. Pero no está a tiro, un suponer ¡Qué se joda! ¡El que no sabe sujetar la bragueta. nunca sentirá respeto por una mujer! En el pecado lleva la penitencia.

- Cien por cien Vani, cien por cien.

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