El pasado 9 de septiembre, se presentó en el Instituto Internacional de Madrid, el libro más esperado de la novelista y profesora de literatura y escritura creativa estadounidense/canadiense/francesa, Claire Messud, “Esta extraña y azarosa historia”, publicado por la editorial Galaxia Gutenberg. Estuvo acompañada por la premiada escritora y traductora española, Pilar Adón, y por un público entregado que siguió con enorme interés la conversación.
Sin duda, se trata de la obra más ambiciosa de Messud, y la prensa americana ya se ha hecho eco de ella, al ser elegida mejor novela del año por New Yorker, Boston Globe, Financial Times, Vogue, Oprah Daily, entre otros, y como mejor ficción histórica por el New York Times.
Claire Messud ha vivido en varios países: Estados Unidos, Canadá y Australia, hasta establecerse en Cambridge, Massachusetts con su marido y sus dos hijos, y recuerda que, hasta los 17 años, en su casa no se hablaba de sus raíces argelinas. Su intuición la lleva a preguntarse por qué ocurría esto, a indagar en ese pasado oculto y se dio cuenta que, muchas veces las respuestas a nuestras preguntas vienen en nuestros sueños.
“Esta extraña y azarosa historia” no es una novela autobiográfica, aunque está basada en la historia de la familia de la autora. Un reto que acometió con brillantez, ficcionar la realidad de los suyos a través de 500 folios, atravesando 3 generaciones de una familia franco-argelina, los Cassar: el patriarca y su esposa, sus hijos y la de uno de los hermanos, casado con una mujer nacida y educada en una cultura totalmente distinta. Comienza en Larbaà, Argelia, en 1940 y termina en Connecticut en 2010, atravesando países y la historia convulsa del S. XX. Necesitará hasta cinco narradores diferentes para dar vida a esta gran obra.
El legado de su abuelo fue fundamental para documentar la novela. A través de unas memorias escritas en francés, de más de 1000 hojas, el abuelo cuenta a Claire Messud y a su hermana la historia de su vida y la de su familia. Del manuscrito real, apoyado por las muchas carta y telegramas que se enviaban el abuelo y su padre, además de una investigación profunda de la época -política, geográfica y social-, fueron la clave para que naciera esta obra fascinante. “Me abrían una puerta a conocer a esas personas sin ningún tipo de ambición, sin ningún tipo de pretensión, simplemente hablando de su vida diaria, de cómo experimentaban ellos ir a comprar el pan, qué habían visto en la tele, qué habían desayunado. Todo esto, una imagen de su vida, que simplemente comentaban en su realidad, por lo que siento que me ayudó a conocerlos de una forma que era externa a mí, confiesa la autora. Porque como acertadamente comentaba Pilar Adón, le permitía hablar de esa parte de la historia que no sale en los libros de historia. Porque sin abandonar ese marco genérico, histórico, geográfico, se ha centrado también en lo emocional, en lo cotidiano.
Claire Messud se siente muy cerca de los lectores, y aboga por el placer de la lectura, por tener una experiencia única y diferente cuando nos acercamos a una obra y afirma que, creamos unos recuerdos que son más semejantes a los recuerdos que tenemos que a la realidad, por lo que, la lectura es una experiencia en la que utilizamos todos los sentidos… Cuando me propuse escribir esta novela, pensé que utilizaría un lienzo en blanco e intentaría colocarme en situaciones en las que describiría todo, para intentar capturar, mediante las descripciones, toda la esencia de ese momento.
La familia protagonista, no cambia de país por placer, sino obligados por las guerras y sus circunstancias personales. Lo que intenta plasmar la autora, son las vivencias de cada persona, porque entiende que cada uno, cada comunidad y cada familia lo vive de una forma distinta. Cuando narra la vida de la familia Cassar, se podría decir que es la historia de cada persona. Gastón, el abuelo, le comentaba a Cloe que la familia, al final, es tu hogar, y esto es algo que mi padre me dijo a mí en el pasado. Comenta la autora, porque todos necesitamos pertenecer a un lugar, encontrar nuestras raíces… la sensación de desarraigo llega cuando no tienes un hogar al que volver, porque éste ya no existe, y se agrava, aún más, cuando pierdes incluso tu lengua.
Claire Messud nació en una familia en la que los padres se amaban profundamente, igual que ocurría en la familia protagonista; para ella, es algo tan importante que no ha querido obviarlo en su obra, y nos habla de un amor que no es sencillo, ni fácil, porque el amor también involucra peleas, muchos momentos difíciles, y esto también es amor. Ese amor incluye el idioma francés, que era el de su abuelo y que, en buena parte, aprendió de sus memorias.
Claire Messud vive en Cambridge, Massachusetts, con su marido y sus dos hijos. Su primera novela, When the World Was Steady, y The Hunter (una colección de novelas cortas) fueron finalistas del PEN/Faulkner Award. Su segunda novela, The Last Life, fue considerada mejor libro del año según Publishers Weekly y «Editor’s Choice» según The Village Voice. Todas las obras de la autora han sido destacadas por el New York Times («Notable Books of the Year»). Messud ha recibido becas (Guggenheim, Radcliffe Fellowships) y el Strauss Living Award de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras. Galaxia Gutenberg ha publicado en español sus novelas Los hijos del emperador, La niña en llamas, La vecina de arriba y Esta extraña y azarosa historia.
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