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Salomé Guadalupe Ingelmo y Pier Paolo Pasolini
Salomé Guadalupe Ingelmo y Pier Paolo Pasolini

Salomé Guadalupe Ingelmo desvela turbios secretos en su ensayo sobre Pasolini, apenas publicado bajo el sello Dyskolo

Por Salomé Guadalupe Ingelmo
lunes 17 de febrero de 2020, 13:11h

Con Pasolini: Pasión y muerte, que acaba de ver la luz en el marco de la Colección Crónicas de Ediciones Dyskolo, la escritora e investigadora Salomé Guadalupe Ingelmo intenta esclarecer las oscuras circunstancias que rodearon el asesinato de Pasolini y reivindica, al tiempo, la absoluta vigencia de un intelectual que supo reconocer y desenmascarar las principales amenazas de nuestra sociedad contemporánea.

Pasolini: Pasión y muerte
Pasolini: Pasión y muerte

La aparición de Pasolini: Pasión y muerte con el inicio del 2020 quizá pueda sorprender a algunos. A casi cuarenta y cinco años de su muerte, muchos probablemente se preguntarán por qué Pasolini y por qué precisamente ahora. Cuanto sigue posiblemente no gozará de gran popularidad. No obstante, intentaré tomar ejemplo de ese maestro de sinceridad que fue Pier Paolo y procuraré —siguiendo la máxima que he respetado en el libro— decir lo que creo justo, sencillamente la verdad. Aseguraba él —en Los jóvenes infelices— que “es preferible ser enemigo del pueblo que de la realidad”.

En un momento en el cual la pérdida más absoluta de valores se hace patente en todos los estratos de la sociedad, desde sus más altas instituciones hasta su base —en efecto, del escandaloso extremo al que hemos llegado somos responsables todos, por acción o por omisión—, simplemente me parecía esencial volver la vista hacía una figura como la de Pasolini, de una coherencia personal y honestidad intelectual envidiables y sobrecogedoras. Necesitamos ejemplos edificantes y, quizá paradójicamente para algunos, Pasolini, modelo de dignidad, lo es.

Como comprobarán quiénes se aproximen al libro, he procurado desvincular el asesinato de este comprometido intelectual de su inclinación sexual o del plano personal de su existencia, pues estoy firmemente convencida —y no soy ni mucho menos la única— de que su ejecución fue propiciada únicamente por su actividad pública: por su labor, ante todo, como periodista y escritor. Su permanente denuncia de la injusticia y la corrupción le pasó factura. Quisieron cerrarle la boca definitivamente y lo consiguieron. Pasolini puede ser considerado un mártir de la libertad de expresión, de la más pura y desinteresada libertad de expresión. Él defendió, a costa de su propia vida, el derecho del ciudadano a estar correctamente informado. Escribió lo que no “debía” y por ello fue ejecutado.

Actualmente, aunque con consecuencias menos radicales, los escritores también vivimos prisioneros de lo políticamente correcto, del temor aquel que analizaba Erich Fromm —en el ya célebre El miedo a la libertad—, a salirnos del coro —a menudo convertido, más bien, en obtuso rebaño—, a no ser aceptados por el grupo. Jamás abordar argumentos espinosos, que puedan ocasionarnos el rechazo social. Mejor fingirnos sordos y ciegos. Pasar, girando el rostro hacia otra parte, de largo. Por eso, con este libro, he decidido dar un paso adelante. Siguiendo el ejemplo del maestro, no seré yo quien tema decir lo que nadie desea escuchar. No, al menos, si creo que forma parte de mi deber ciudadano. No, al menos, sí creo que es por el bien general de la comunidad que debo incordiar.

Así se podrían resumir muy brevemente los motivos por los cuales estimo que Pasolini, ejemplo de integridad intelectual, es hoy en día, quizá más que nunca, figura merecedora de especial atención.

Aún a 45 años de su desaparición, Pier Paolo Pasolini, continúa alimentando la controversia

Me considero afortunada de que Diskolo, una editorial cuyo espíritu comparto, cuyo propósito es —como también lo fue del propio Pasolini— poner a disposición de todos la información y la cultura, haya pensado lo mismo y se haya interesado por este libro. Un autor siempre se siente reconfortado al saber que su obra queda en manos de profesionales que considera, además, personas de sólidos principios. De hecho, tras analizar la trayectoria de este proyecto editorial que ya goza de seis años de vida, inmediatamente pensé que habría constituido el marco más apropiado para un ensayo de esta naturaleza. Me alegro sobremanera de que su responsable y fundador, el periodista y escritor Antonio Cuesta, haya compartido esta opinión desde el primer momento y lo haya acogido con tanto entusiasmo. Agradezco, desde aquí, su confianza y su esfuerzo.

Aún a 45 años de su desaparición, Pier Paolo Pasolini, uno de los intelectuales más prolíficos y polifacéticos del siglo XX continúa alimentando la controversia. Digno de la más enrevesada película de espionaje, su atroz asesinato permanece, hoy en día, rodeado de inquietantes incógnitas.

Exponente realmente destacado de la literatura entendida como revulsivo social, todo parece indicar que el polémico escritor, y cineasta fue víctima de una rectitud que siempre lo empujó a denunciar la corrupción política y las injusticias sociales. Aunque la marginalidad suministrarse una mano ejecutora, en la autoría intelectual del crimen seguramente se vieron involucradas las más altas esferas del poder político, principal interesado en acallar para siempre al lucido juglar, al lenguaraz ruiseñor.

Ejemplo de integridad intelectual, Pasolini es hoy en día, quizá más que nunca, una figura merecedora de atención.

Salomé Guadalupe Ingelmo (Madrid, 1973). Formada entre España e Italia, después de cursar estudios en la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, la Università degli Studi de Pisa, la Universita della Sapienza de Roma y el Pontificio Istituto Biblico de Roma, se doctoró con una tesis sobre las divinidades ofídicas mesopotámicas en 2005, en la Universidad Autónoma de Madrid, donde desde entonces imparte clases de lengua y cultura mesopotámica como profesora honoraria y miembro del Instituto para el Estudio del Oriente Próximo de dicha universidad.

Durante los diez años que residió en Italia, desarrolló labores como traductora, correctora y docente de español.

Además de sus artículos científicos en el ámbito de la orientalística, publica asiduamente ensayos literarios, tanto académicos como de divulgación, en diversas revistas culturales y medios digitales nacionales e internacionales. Sus reseñas de cine también suelen aparecer en dichos espacios.

Ha recibido premios literarios nacionales e internacionales de narrativa, microficción y dramaturgia, así como alguna mención de poesía. Sus obras han sido publicadas en numerosas antologías colectivas.

Por otro lado, en la última década ha sido jurado en varios certámenes de literatura europeos y latinoamericanos, y se ha encargado de la coordinación y promoción de alguno de ellos.

Se puede comprar el libro en: Dyskolo y Lektu.

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