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"El mundo sigue", de Juan Antonio Zunzunegui, la novela que mejor retrató la asfixia social producida por el franquismo

Por Hermenegildo Verdugo
martes 06 de abril de 2021, 10:00h
El mundo sigue
El mundo sigue
"El mundo sigue" fue llevada al cine por Fernando Fernán Gómez en 1963, quien afirmó que Juan Antonio Zunzunegui, curiosamente un autor asimilado al régimen franquista, fue "el escritor que mejor ha llevado a la narrativa el enorme fracaso político de la posguerra española".
La editorial El Paseo recupera en la colección Central la novela El mundo sigue, una de las mejores novelas de un escritor de fama desafortunada, Juan Antonio Zunzunegui. El libro fue llevado al cine magistralmente por Fernando Fernán Gómez en 1963, en una película homónima y que suponía una adaptación totalmente fiel de las escenas y trama del texto literario. El actor y cineasta le llegó a reconocer a Juan Antonio Zunzunegui un gran peso en la autoría de la película: "El mundo sigue no es una película original mía. Yo considero como autor de la película, por encima de todo, al autor del texto, Juan Antonio Zunzunegui... Considero que es el escritor que mejor ha llevado a la narrativa el enorme fracaso político de la posguerra española". El largometraje de Fernán Gómez sufrió la censura del régimen franquista, y permaneció prácticamente desconocido para el gran público hasta la primera década del presente siglo, cuando fue reestrenado con los cortes de la censura en el año 2015.

Con esa especial atención del autor por las "quiebras de los personajes femeninos", la trama describe los caminos que siguen dos hermanas de una familia de extracción humilde para salir a flote de un ambiente lúgubre y asfixiante para las mujeres. La rivalidad enfermiza entre ellas se enconará hasta el extremo en un medio sórdido y claudicante, el Madrid de finales de los años cincuenta.

No obstante, es tan llamativa la pertinaz y desoladora crítica social resultante de este novela que, lógicamente, en medio del clima represivo de la dictadura franquista, uno se pregunta cómo incluso un autor del calado de Zunzunegui conseguía sortear la censura. Lo cierto es que hay una trama de conjunto y todo tipo de situaciones, temáticas e incluso cándidas digresiones —donde aparecen el aborto, la prostitución, la ludopatía, la violencia sexual y doméstica, el machismo, el adulterio, la hipocresía matrimonial y religiosa, desigualdad social, asco político…— que pudieran haber motivado no ya la poda parcial sino la prohibición total.

Nacido en 1900, en Portugalete, Juan Antonio Zunzunegui fue un destacado escritor de su generación. Académico de la RAE, ocupó desde 1957 el sillón que dejó Pío Baroja. Es en esta década, la de los años 50, cuando publica sus obras más reconocidas y celebradas hoy en día: Esta oscura desbandada (1951), La vida como es (1954) y El mundo sigue (1960). Este ciclo de novelas madrileñas retratan notablemente el profundo malestar y podredumbre moral de la sociedad española, con escenas que impactan al lector y que dan buena cuenta del ambiente lúgubre e irrespirable que se vivió en la España de la posguerra y el franquismo. Además de la extraordinaria calidad de su narrativa, estas obras contienen otro aspecto de interés: el de venir de las manos de un escritor reconocido e identificado con el régimen, que participó de la vida cultural del franquismo, pero que no duda en cuestionar las injusticias sociales y las dramáticas quiebras sociales y políticas que generó la posguerra y la dictadura.

Es Juan Antonio Zunzunegui uno de esos escritores injustamente olvidados por los lectores y por la crítica. A pesar de su fama y reconocimiento en vida, cuya repercusión en su época puede compararse a la de autores como Camilo José Cela, su carrera literaria fue muy desigual y cayó en un lento olvido conforme el autor se alejaba de los cenáculos literarios y de la ideología del régimen. Con una clara tendencia "cotidianista" y una prodigiosa destreza a la hora de reflejar diálogos y ambientes, con la publicación de El mundo sigue, los lectores conocerán a un excelente narrador, a un autor olvidado que supo retratar como pocos la realidad de su tiempo.

Juan Antonio Zunzunegui (1900-1982), prolífico escritor nacido en una familia de la burguesía comercial bilbaína de Portugalete. Su posición desahogada le permitió acometer una fuerte vocación literaria. Durante los años veinte viaja y cursa estudios por Europa. Comienza a publicar desde Madrid, donde acaba viviendo por circunstancias familiares. Admirador de Galdós, Unamuno, Baroja o Sánchez Mazas, inicia sus publicaciones con un amplio ciclo bilbaíno en el que destacan: Chiripi (1931), El chiplichandle (1940), ¡Ay… estos hijos! (1943) o La úlcera (1948). Hace la guerra civil en San Sebastián, trabajando en la revista falangista Vértice, y se convierte en uno de sus «novelistas de la Victoria». Recibe diversos premios nacionales y es académico desde 1957, a la par que Camilo José Cela. Sin embargo, pasada la posguerra escribe algunas novelas críticas que encierran lo mejor de su producción: Esta oscura desbandada (1951), La vida como es (1954) o El mundo sigue (1960). Muy profesional y de pluma fácil, no dejó de publicar con abundancia, a la par que se desvanecía su prestigio y se entregaba a una vida muy discreta. Logró una extensión de páginas a la altura de sus admirados maestros realistas. Murió en Madrid a la edad de 82 años.

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