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Sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo
Sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Foto: Archivo)

La Red de Centros Culturales de AECID expondrá 52 proyectos artísticos de 18 países, seleccionados en la convocatoria Paréntesis. Relatos desde la incertidumbre

Por José Antonio Sierra
Éxito de participación tras el llamamiento a artistas y creadores de diferentes escenas culturales por parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través de la convocatoria Paréntesis. Relatos desde la incertidumbre, lanzada el pasado 9 de febrero por la Red de Centros Culturales, la Academia de España en Roma y el Centro de Formación de Cartagena de Indias en Colombia.

La convocatoria pública, que ha recibido más de 1.500 propuestas, instaba a la comunidad artística a presentar proyectos en los que se reflexionara sobre la actual crisis global sanitaria y los procesos políticos, económicos y sociales que han marcado la historia de estos años recientes atravesados por la pandemia. De entre estas propuestas, el equipo curatorial formado por la comisaria Suset Sánchez y las gestoras culturales Nur Banzi y Macarena Pérez, ha realizado una cuidada selección de 52 propuestas artísticas que formarán parte de una exposición itinerante, a través de la Red de Centros Culturales de la AECID, y que tendrá como sede inaugural el Centro Cultural de España en El Salvador el próximo mes de septiembre.

La exposición, fruto de esta convocatoria, construirá un relato colectivo, una suerte de memoria de la crisis social del presente y de un contexto histórico excepcional que ha servido como detonante y catalizador para que la creación contemporánea narre las plurales maneras en que hemos gestionado, como sociedades e individuos, una situación sin precedentes a escala global.

La iniciativa nace como parte del proyecto Archivos de una pandemia y cuenta con el apoyo del Programa VENTANA de la AECID, que busca generar conexiones y diálogos a través del arte y la cultura en el contexto de la actual crisis sanitaria.

UN RELATO COLECTIVO DE UN CONTEXTO HISTÓRICO SIN PRECEDENTES

Las 52 piezas seleccionadas para la muestra, entre las que sobresalen paisajes sonoros, obras de artes escénicas y performativas, trabajos audiovisuales y fotografía documental, se aproximan a muchas de las aristas y temas que han ocupado el debate público en los dos últimos años; así como a los cuerpos y subjetividades desde los que se han activado esos discursos. En ese sentido, cabe destacar la amplia participación de creadoras que ha redundado en proyectos donde emerge la sororidad femenina como espacio para pensar las políticas de los cuidados y afectos, la educación y transmisión de saberes, la comunicación intergeneracional e interespecies, la desaceleración de los procesos vitales o los modos alternativos de habitar la casa y definir el entorno doméstico.

Otras propuestas dan cuenta de la continuidad de luchas y reivindicaciones políticas históricas y urgentes que, ante la imposibilidad de tomar las arterias y plazas de las ciudades, han redefinido las formas de expresión del activismo político y los movimientos sociales, articulando otras estrategias visuales para la denuncia. El impacto físico y en la salud mental debido a la prolongación del confinamiento y el aislamiento social; el colapso de los sistemas sanitarios y el incremento de las listas de espera para el tratamiento de otras patologías, han dejado constancia de la paradoja en las prioridades de las políticas de Estado y de los organismos internacionales ante la COVID-19 en comparación con otras grandes pandemias del siglo XX como el cáncer o el SIDA.

Encontramos, además, diferentes estrategias poéticas para recuperar la memoria de las personas fallecidas por COVID-19 y acompañarlas en una despedida simbólica que no ha podido tener lugar. Otras obras refieren a cómo se han agudizado problemas sociales, económicos y políticos que impactan con mayor violencia en las vidas más desfavorecidas: la pobreza, la falta de acceso a la sanidad y a espacios higiénicos, a una vivienda digna, la vulnerabilidad de las poblaciones migrantes, de refugiados y desplazados... A la vez, la pandemia ha incrementado los casos de violencia de género con el aislamiento de las familias dentro de los hogares, algo en lo que insiste el imprescindible registro de acciones-denuncia de feminicidios que recogerá la futura exposición.

Novelas gráficas, cómics y un amplio espectro estético de imaginarios íntimos ilustrados a modo de bitácoras sobre la vida cotidiana durante el confinamiento, realizados con sutileza y humor, encuentran también relevantes exponentes en esta selección. Las propias condiciones del campo cultural durante la pandemia han sido objeto de meta-reflexión entre las piezas presentadas: el cierre de salas teatro, cine, conciertos, museos y espacios culturales, la cancelación y suspensión de proyectos y eventos; y el repliegue de la esfera pública para la acción y las prácticas artísticas, ha significado para los trabajadores de la cultura el recrudecimiento de la crisis en un sector ya precarizado estructuralmente y desprovisto de regulaciones profesionales que amparen su labor. Hay que destacar, además, aquellos trabajos que han proyectado posibles futuros post-pandemia surgidos de la toma de conciencia social sobre el valor de las comunidades locales y de ejercicios de responsabilidad medioambiental ante el cambio climático y el desastre ecológico al que está abocado el planeta.

El comité de evaluación de la convocatoria, desea dejar constancia del alto nivel y la calidad de muchos proyectos recibidos, y que, por el volumen de la participación, lamentablemente no han podido ser incluidos en la selección final de cada país, destacando entre ellos cinco obras que cuentan con el reconocimiento y valoración del equipo curatorial de Paréntesis: Poem 8 (In Mates) de Jhafis Quintero (Panamá); Instagrameable crianza de Silvia García-Solís (Costa Rica), Relieve de Amelia Ibáñez (Chile), Imposibilidades de un paisaje de Rosario Montero (Chile) y The Isolated Marsh de Aitor Lara (España).

ARTISTAS SELECCIONADOS

Argentina

Alejandro Perci

Colectivo Sado (Victoria Irene, Vanina De Acetis, Ana Contursi, Nicolás Freda)

Estefanía Radawski

Laura Zanotti, Celeste Onaindia y Carla Camoletto

Matías Sarlo

Pablo Brandolini Robertone

Bolivia

Jorge Zamora

Natalia Peña

Mateo Caballero

Rodrigo Figueroa Calsina

Chile

Estephania Daroch

Grace Mallea

Pilar Galilea

Colombia

Eduard Mar

Mario Niño Villamizar

Saúl Gómez Mantilla

Costa Rica

Diana Rocío Villalobos

Emma Segura

Graciela Fournier

Cuba

Silvia Jácome

El Salvador

Caja Negra (Asociación Cultural Azoro, Jeremías Gutiérrez y Paola Miranda)

Cohesión Danza Abierta El Salvador (Tania Madrigal)

El precipicio films (Stefany Escobar y Adriana Morán)

España

Alejandro Rubio Simón

Esther Guzmán Martín

Isidro Rodríguez Tascón

Mercedes Jaen Ruiz

Rosalía Banet

Guatemala

Gustavo Adolfo Gómez Muñoz

Guinea Ecuatorial

Hermelindo León Laurel

Aquiles Mensa

Honduras

Ariel Sosa

Violeta María Mora Acosta

México

Claudia Rodríguez Plasencia

Kevin Crystian González García

Tania Candiani

Nicaragua

Aída Castil

Yeinner Chicas

Panamá

Ela Spalding

Meera Sachani

Milko Delgado

Paraguay

Giovanna Guggiari

Teresita Noemí González

Bernardo Puente Olivera

Perú

Genietta Varsi

Paloma Alvarez Castro

Paola Roncal Heinsohn

República Dominicana

Ana María López

Marie Jiménez

Miguel Oniel Díaz Ramírez

Uruguay

Alvaro Moreno Flores

Cecilia Bello

Victoria Graña Laguzzi

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