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"Las víctimas militares de ETA", de Luis Miguel Sordo Estella

Ed. Tecnos. 2022
Por José María Manuel García-Osuna Rodríguez
sábado 29 de abril de 2023, 00:23h
Las víctimas militares de ETA
Las víctimas militares de ETA
Este libro define una pavorosa tragedia, que ensangrentó las tierras de las Españas, durante más de cuarenta años, sin conseguir nada de lo pretendido, y, únicamente, dejar, guste o no guste, al nacionalismo vasco a la altura de la ignominia, unos por acción y otros por omisión; con centenares de hogares destrozados ad infinitum. La portada es luminosa y esclarecedora.

«Durante los años de actividad terrorista de ETA un centenar de militares españoles fueron asesinados entre los años 1973 y 2008. Algunos de ellos eran altos mandos de las Fuerzas Armadas y ocupaban puestos relevantes pero la mayoría de las víctimas fueron oficiales, suboficiales y tropa o marinería. Otros militares, incluso ya retirados de la milicia o en su ancianidad, después de ser tiroteados gravemente fueron rematados en el suelo por los terroristas con la misma sangre fría de un vulgar asesino a sueldo. ETA no pretendía solamente asesinar a un militar por el simple hecho de llevar un uniforme y servir a un Estado al que ella consideraba 'opresor'. Las Fuerzas Armadas estuvieron en el punto de mira de ETA de forma permanente con el objetivo último de esta organización terrorista de provocar en sus componentes una continua situación de alta crispación que les condujera a enfrentarse al Gobierno del momento y dar lugar así a una situación de grave inestabilidad política. ETA nunca logró su objetico. En las 'víctimas militares de ETA' se describen cronológicamente los atentados sufridos por ese centenar de militares españoles, algunos verdaderamente espeluznantes, así como una breve biografía personal de cada uno. Estas biografías contienen una vida profesional entregada al servicio de su país con testimonios desgarradores en los que fluye el sufrimiento, la desesperanza y el dolor -físico y psicológico- de familias destrozadas por la sinrazón de la violencia terrorista. Esta obra pretende ser un recuerdo perenne de aquellos hombres que, en el estricto cumplimiento de su deber, fueron asesinados por el terrorismo etarra. Asimismo, constituye también un magnífico medio para que las nuevas generaciones conozcan un período significativo de la historia de España marcado por la violencia y el terror. Un relato real que nunca debemos olvidar».

El 20 de octubre del año 2011, EUSKADI TA ASKATASUNA o ETA (País Vasco y Libertad), grupo terrorista criminal, decidió que ya no iban a producirse más muertes, lo que ellos denominaban, con la retórica habitual amoral de 'lucha armada' en la que iban a cesar en su actividad; para, a continuación, el 3 de mayo de 2018, la banda terrorista se autodisolvió. Muertes ingentes, sin sentido y sin causa, para intentar alcanzar una utopía absurda de una Tierra de los Vascos o Euskal Herria, que debería ser socialista, monolingüe, el euskera, ignorando la gran vinculación de la Bardulia con el idioma castellano; política y territorialmente conformada por: Vizcaya+Álava+Guipuzcoa+Navarra+Lapurdi+Zuberoa+Baja Navarra, aunque si se terciase no le hubieran hecho ascos a la Cantabria hasta Castro Urdiales, y quizás La Rioja de Logroño o la Miranda de Ebro burgalesa y, asimismo, el Condado de Treviño. Pero, con mucha menor trascendencia, ¡no faltaría más!, nació, en los inicios del parto de la Autonomía de León y Castilla o viceversa, un grupo ridículamente violento para el País Leonés (León+Bierzo+Zamora+Salamanca), llamado 'Tierra Lleunesa', y el Leonesismo, regionalista o nacionalista, se posicionó de forma furibunda en contra de aquellos fantoches.

ETA si ha conseguido algunos de sus objetivos: desde enfrentar a los ciudadanos vascos o navarros, inventar una Historia inexistente, debilitar a los partidos no nacionalistas, y controlar a algunos movimientos sociales o, más grave todavía, culturales. Durante su pavorosa actuación, ETA asesinó a 853 personas, hirió con muchas secuelas a 2.632, hubo 86 secuestrados, además de cientos de personas que se vieron obligadas a abandonar las Vascongadas y el Reino de Navarra. El primero que se atrevió a desagraviar, por escrito, a las víctimas, fue el periodista leonés José María Fernández Calleja con su obra del año 1997 'Contra la Barbarie.'. Existe un aserto de Marco Tulio Cicerón, que subscribo fehacientemente, a saber: 'La vida de los muertos consiste en la memoria de los vivos'. Desde el comienzo, ETA tuvo varios enfrentamientos entre sus propios miembros, la crítica o apartarse de la política de los atentados, era considerada como una traición nefanda, y castigado el hecho con la pena de muerte; casi igual que si fuese un enfrentamiento fraterno-civil entre sunitas y chiitas, o casi por ser un delito de apostasía vasca o navarra.

"Toda la narrativa de la campaña internacional organizada para el fin de ETA fue clave para que el pasado de la banda terrorista, ética y políticamente, fuera conocido e interpretado 'teniendo detrás una motivación política inequívoca de esconder el pasado de terror, justificar la violencia y deslegitimar a las víctimas de ETA".

Nivel intelectual, salvo los fundadores como Madariaga o Álvarez Emparanza, muy bajo; pero, siempre, utilizando un lenguaje conceptual pleno de retórica falsa y peyorativa, tales como 'presos políticos y exiliados' o 'reconciliación' 'todas las víctimas'; de esta forma, la responsabilidad ética y política de ETA quedaba más que desdibujada; y, asimismo, subsumida en un magma, en el que asesinos-terroristas y víctimas-inocentes estaban a la misma altura de responsabilidad por lo ocurrido. En el mes de marzo del año 2020, la AVT o Asociación de Víctimas del Terrorismo, siguió defendiendo su estudiado aserto de qué del total de asesinados por ETA, 307 estaban todavía sin esclarecer. Deseo presentar el magnífico texto del presidente de la asociación Dignidad y Justicia, Daniel Portero, cuyo padre el fiscal Luis Portero fue asesinado por ETA.

"... No debemos perder la perspectiva de que la mayor impunidad a día de hoy es que casi la mitad de los asesinatos de ETA, se encuentran sin resolver. Y todo ello es un drama para cientos de familias que no han recibido un derecho tan básico como es el de la justicia".

Este libro-documento encierra, con gran rigor, en sus casi 600 páginas, todo lo que se debe saber sobre los asesinatos de militares por parte de ETA, desde el primero, el 20 de diciembre de 1973, perpetrado contra el Almirante Luis Carrero Blanco; hasta el Brigada Luis Conde de la Cruz, el 22 de septiembre de 2008. La obra finaliza toda su exposición, con dos entrevistas justas y necesarias, realizadas a dos víctimas de ETA, la primera es al coronel de Artillería, Ramón Romeo Castaño, hijo del asesinado teniente-coronel Ramón Romeo Rotaeche, en Bilbao el 19 de marzo de 1981, la exposición de como ocurrió merece muy mucho la pena, sobre la infamia de su muerte. Igualmente, al comandante de Infantería Antonio Mayo Bejarano, quien resulto herido en Zaragoza, el 30 de enero de 1987. Creo que poco más se puede decir sobre este libro, necesario para conocer lo que pasó con ETA y los militares asesinados, ¡y solo por serlo! «Quam diu etiam iste furor tuus eludet nos? ET. Labor omnia vincit».

Puedes comprar el libro en:

9788430984817
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