Y por si fuera poco esta auténtica joya para los amantes de la música en general y del rock progresivo en particular llega acompañada por el álbum del concierto en vivo, que Legacy Recordings, la división de catálogo de Sony Music, lanzará el dos de mayo en CD, audio digital y, por primera vez, en Dolby Atmos y vinilo. Va a tocar rascarse el bolsillo…
La película ha sido meticulosamente restaurada a mano, fotograma por fotograma, a partir del negativo original de 35 mm, que fue descubierto en cinco latas con etiquetas dudosas en los propios archivos de Pink Floyd. Este hallazgo histórico reveló el metraje original filmado durante aquellos días abrasadores de grabación entre las ruinas de Pompeya, hace más de 50 años.
El equipo, dirigido por Lana Topham, directora de Restauración de Pink Floyd, tenía como objetivo preservar la integridad y belleza de la imagen original. La película se escaneó en 4K utilizando técnicas avanzadas para capturar los detalles más precisos y nítidos. Se realzaron los colores, y cada fotograma fue revisado y reparado meticulosamente, manteniendo una apariencia natural y vívida con ajustes mínimos de textura.
Según ha comentado en alguna entrevista Lana Topham, directora de restauración del mítico grupo: “Desde 1994, he buscado los metrajes perdidos de Pink Floyd en Pompeya, por lo que el reciente hallazgo del negativo original de 35 mm de 1972 fue un momento muy especial. La versión recientemente restaurada presenta el primer montaje completo de 90 minutos, que combina la edición original de 60 minutos de la actuación con los segmentos documentales adicionales grabados en los estudios Abbey Road poco después”.
Y que les vamos a decir, pues que es una auténtica gozada volver a ver este gran documental musical con estos nuevos arreglos: La película presenta una calidad sonora excepcional que realza la profundidad y claridad del audio, mientras preserva la autenticidad y esencia del estreno original de 1972,y así sigue impactando profundamente su rock experimental y desenfrenado, interpretado por cuatro músicos que parecían personificar la esencia del intelectualismo desenfadado.
Pink Floyd At Pompeii antecede el lanzamiento de The Dark Side Of The Moon y documenta a la banda antes de convertirse en gigantes de las listas de éxitos en ambos lados del Atlántico, donde su música sigue siendo venerada hasta hoy. Filmada en las sobrecogedoras ruinas del antiguo anfiteatro romano en Pompeya, Italia, esta obra cinematográfica única e inmersiva captura a Pink Floyd en un concierto íntimo, sin público presente. Grabada en octubre de 1971, esta presentación marcó el primer concierto en vivo realizado en Pompeya, e incluye interpretaciones memorables de “Echoes”, “A Saucerful of Secrets” y “One of These Days”.
Las impactantes imágenes del anfiteatro, capturadas tanto de día como de noche, realzan la atmósfera mágica del concierto. Más por casualidad que por diseño, muestra a Pink Floyd en un momento clave. La idea de que actuaran en el anfiteatro desierto de Pompeya en octubre de 1971 surgió del director de la película, Adrian Maben. Quería hacer una película anticoncierto, sin cortes que atrajeran a los fans extasiados ni la habitual sensación de espectáculo de segunda mano. El estilo es de cine de autor de la vieja escuela.
Un gong se coloca ceremoniosamente en el polvoriento cuenco del anfiteatro, como si fuera el arma de Chéjov. La cámara recorre las columnas negras de altavoces como si estuviera en presencia del imponente monolito de 2001: Odisea del Espacio. El primer número es el sublime rock espacial "Echoes", del entonces próximo lanzamiento de Meddle . Según una leyenda sin fundamento sobre Floyd, la canción fue diseñada para coincidir con la secuencia final de la obra maestra de Kubrick.
Esta fascinante mezcolanza cinematográfica los captura en un momento crucial, pasando de pioneros del psicorock en el underground europeo a superestrellas del progresivo en estadios estadounidenses. El viaje mental sigue funcionando a las mil maravillas. La película también presenta metraje inédito tras bastidores, mostrando a la banda durante las primeras sesiones de grabación de su legendario álbum The Dark Side of the Moon en los estudios Abbey Road.
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