El libro se centra en incógnitas que, Leo, una periodista de una revista con el mismo nombre que la obra, debe resolver. Porque eso es lo que mejor se le da, desenmascarar la mentira, el teatrillo y los enigmas que se le van planteando a lo largo de las tramas que M. C. Cucharero ha ideado para ella. Nos encontramos ante un personaje que investiga cosas insólitas —como corderos mutantes con manchas verdes—, desde una actitud de búsqueda de la verdad. Leo no cree que haya sucesos inexplicables, ella es una mujer de firmes convicciones que obtiene satisfacción personal cuando descubre qué hay tras afirmaciones un tanto rocambolescas dignas de programas sensacionalistas. Lo suyo es demostrar que, con carácter y cierto sarcasmo, se puede llegar al meollo del asunto sin caer en el amarillismo. Y también sin pensar mucho en el peligro que conlleva para ella y otros compañeros de trabajo. No se detiene ante nada.
El libro está estructurado en cuatro relatos que se pueden leer de forma independiente, entrelazados en una trama mayor que va encajando sus piezas poco a poco. Al seguir a la misma protagonista en esos cuatro misterios, descubrimos que hay un enigma que los engloba a todos y que forma parte del engranaje de la vida de la protagonista. Así que, quizá, podríamos decir que es una novela por capítulos. Los relatos se desarrollan en diferentes espacios, desde el mundo rural y un navío en alta mar hasta Cuidad Real, donde culmina la historia. Cada uno esconde un rompecabezas que Leo afronta con valentía y sin miedo a las consecuencias de lo que la verdad esconde; una verdad que en el último de ellos hace que se plantee ciertos aspectos de su vida en los que no suele pensar, como el amor. Así vemos evolucionar al personaje que comienza en un lugar y termina en otro laboral y espiritualmente; eso sí, sin perder su ácido sentido del humor.
M. C. Cucharero escribe divirtiéndose y eso se nota en su narrativa, repleta de ironía y humor, en ocasiones un tanto negro. Su pluma fluye sin obstáculos y así es como se lee Increíbles Misterios: del tirón, sin espacio para el aburrimiento, sin descenso del ritmo. Un disfrute que encaja perfectamente como baipás entre lecturas más complejas y largas. Es un libro que te puede acompañar de vacaciones, en el transporte público, o simplemente antes de dormir, aunque no te ayudará a cerrar los ojos pues la intriga se mantiene hasta el final.
Huelga decir que el libro pertenece a una saga de la que ya hay segunda parte, pero como hay que empezar por el principio, os dejamos aquí enlace al primer tomo en formato digital. Si os enamoráis de Leo y sus misterios, podéis buscar en la red la secuela.
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