Cuando acabé de leer "Increíbles misterios" cerraba un libro que me había proporcionado divertimento sin paliativos. Es una obra que no busca hacerte reflexionar sobre la sociedad, sobre los problemas que acarrea el mundo ni sobre la tendencia violenta que nos guía cada vez más; aunque, bien es cierto, que a través de sus personajes podemos encontrar miserias, envidias y demás lindezas del ser humano.
Leer "El vals de las hormigas" no es tan solo adentrarse en una historia con tintes cotidianos, sino toda una experiencia de reflexión interna que, página a página, te lleva de la mano por temas universales como el amor, la libertad y la lucha por aceptarse a uno mismo y reivindicarse dentro de una sociedad que nos juzga constantemente.
Cuando un lector se asoma al sector independiente de la literatura, en ocasiones se encuentra con pequeñas joyas que le llevan de principio a fin a sumergirse en la historia sin distracciones, con un ritmo trepidante que apenas deja espacio al sosiego y que le atrapa de tal forma que necesita saber con urgencia qué sucede en la siguiente página. Esto mismo nos pasó en Bookólicos cuando conocimos la ópera prima de Víctor Morata, Siervos de la Guadaña. Hablamos de un thriller con tintes de horror sobrenatural, una historia de detectives que poco o nada tiene que ver con la clásica investigación de un asesinato a las que estamos acostumbrados y que denota una imaginación excitada que busca salir de la realidad, pero teniendo su base en esta. Destripemos el entuerto.
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Un lector experimentado enfrenta el viaje a La piedad de Ceres con la esperanza de descubrir, en el «nuevo mundo» que nos plantea Juan Carlos Martínez Don, respuestas imaginativas a preguntas que todos nos hacemos sobre lo que algún día será nuestra civilización en expansión por el espacio, quizá deseando poder sentirse orgulloso de la humanidad. Nada más lejos de la realidad de este Ceres, que contiene una cárcel de máxima seguridad y que se convertirá en una trampa en la que el lector quedará irremediablemente atrapado desde el comienzo.
La novela corta, un formato tan exigente como revelador, encuentra por fin el espacio que merece en el panorama literario
La Asociación de Encuentros Literarios (AEL), referente en la creación de redes entre escritores, lectores y profesionales del mundo del libro, convoca el I Certamen “Encuentros con la Novela Corta” para autores residentes en España.
En el primer fin de semana de febrero se celebró en el Hotel Ilunion Pío XII el III Encuentro literario. Ya se habían celebrado antes dos encuentros en Alicante y Plasencia, en los años anteriores con un gran éxito de participantes. En Madrid no podía ser menos y estuvieron presentes en el evento, organizado por la escritora Olga Luján, cerca de 140 escritores, editores, cineastas, influencers y lectores.
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