La editorial Barnacle ha puesto a consideración de los lectores una nueva antología de la obra poética del argentino Luis Benítez (Buenos Aires, 1956), titulada “Antología Esencial”, en esta oportunidad seleccionada y prologada por el catedrático Osvaldo Gallone, poeta, ensayista, narrador y también periodista, entre sus múltiples actividades. Muy acertada la elección del título en tanto, a juicio de quien esto escribe, se han elegido los poemas que constituyen una suerte de arquitectura poética en la que se sostiene la obra de Benitez. Tres breves cometarios a priori sobre autor, antólogo y editor. Luis Benítez, escritor multipremiado, con más de 40 libros publicados entre poesía, narrativa, ensayo y dramaturgia, es uno de los más reconocidos poetas argentinos y latinoamericanos, perteneciente a la llamada (acaso por esa taxonómica devoción afincada en el calendario) generación de los ochenta (poetas que comienzan a publicar en la década de 1980); su primera publicación “Poemas de la Tierra y la Memoria” ve la luz en el mes de enero de 1980, podríamos decir inaugurando así dicha generación de la que es referente indiscutido, aunque su escritura y reconocimiento provengan de años anteriores (lo que algunos han dado en llamar los 70 tardíos). Respecto de Osvaldo Gallone, que seleccionó los poemas y prologó esta edición, es un intelectual (poeta, ensayista, narrador, como ya se ha dicho) de vastísima experiencia y conocimientos. Podemos decir sin temor a equivocarnos que pocos han buceado como él en las aguas procelosas de la obra de Benítez, que la conozca tan vasta y detalladamente, que la haya abordado con tanto denuedo, erudición, inteligencia y originalidad. La editorial Barnacle, bajo la dirección del también poeta Alberto Cisnero, ha llevado adelante un impecable trabajo, como es habitual en él, enriqueciendo su ya reconocido fondo editorial con esta notable antología. Es importante señalar el esfuerzo, compromiso y seriedad con que Cisnero lleva adelante su proyecto editorial posicionándose de modo destacado entre las editoriales independientes que felizmente apoyan, contra viento y marea, a escritores y poetas en la hoy sufrida patria argentina. A diferencia de otras antologías de la obra poética de Luis Benitez, esta tiene dos rasgos distintivos, a saber: ha sido seleccionada, como se ha señalado precedentemente, por uno de los mayores conocedores de la obra del autor; la otra, por poner el foco en una particularidad central de la poética de Benitez: su carácter de poesía metafísica, como se fundamenta en el prólogo La íntima interioridad (Sumaria introducción a la poesía de Luis Benítez), donde Gallone afirma que la poesía metafísica expresa “la encarnación más alta de la poesía”. En este sentido podríamos agregar que la poesía metafísica no es una mera elección, ya se trate de una opción simple o compleja, inmediata o dificultosa, sino una posición de vida manifestada con uno de los dos recursos idóneos que tiene la palabra: la poesía y la filosofía. En Luis Benitez el discurso poético se sostiene en un humanismo desencantado, sin falsas esperanzas, con una visión del mundo del que se han retirado los dioses y el dios de los monoteísmos y que deja al humano en su condición de soledad existencial, desbaratadas las creencias todas en las que se procuró algún consuelo. “mi mundo vino a éste para saber que volvería a la nada” nos dice Benítez en el poema “En el comienzo”, del libro Poemas de la Tierra y la Memoria, 1980, con el que se inicia esta antología. Pero a la par de este panorama la obra de Luis Benitez nos recuerda (y nos lo propone de la mejor manera) a fuerza de talento y alta poesía, que una clave acaso consista en aprender de la belleza de la palabra poética como portadora de verdad, esa contundente manifestación que se atisba como un destello iluminador que se filtra por una ranura de lo real y nos lo expone por completo.
Dame una mentira enorme, que haga girar al revés el tiempo en los relojes y arrúllame en ella, hasta que en mis labios aparezca la helada sonrisa del idiota.
He aquí, nada menos, el punto de partida desde el cual el poeta Benitez procura, con descarnada ironía, la necesaria búsqueda de la verdad existencial para no caer en la helada sonrisa de la idiocia. De allí que, por lo ínfimo y lo vasto, lo bello, lo siniestro, lo feliz y lo triste, lo horroroso, lo visible y lo imaginable, todos los matices más allá de toda contradicción se muestran en unidad de sentido como en una sinfonía imposible; cito a Osvaldo Gallone en otro de sus trabajos: “si en lo meramente habitual, como afirma Heidegger, no es posible leer (hallar) la verdad, entonces el poema se puede pensar bajo la forma de venturoso estado de excepción” (2). Benitez explora su interioridad y toma de allí el impulso vital para leer el mundo, con amor, con ternura pero sin piedad ni remilgos, para hacernos comprender con su poesía, con la fuerza de la belleza y la precisión de su palabra, que convivimos con preguntas que no tienen respuesta; con entes perceptivos inasibles por fuera del poema y que, sin embargo, pueblan el mundo, y que la palabra del poeta nos permite su acceso a condición de abrir nuestros sentidos con el riesgo (y la alegría) de un encuentro trascendente. Esta es la propuesta poética: quien quiera y se atreva a oír, que oiga, quien quiera, se atreva y pueda ver, que vea. Aquí pequeñas muestras del oro fulmíneo que se destila en esta antología. Del poema Identidad, del libro Mitologías/La balada de la mujer perdida (1982):
Extraña es tu fortuna: ser alguien que es alguien mientras cambia. … vas a lo inverso por lo inverso y a lo cercano vas por lo distante. … Somos. Y además somos lo que nunca depende de nosotros … Del mismo libro, fragmento del poema Sobre Tenochtitlán los antiguos dioses toltecas del viento, la lluvia y la muerte, esperan la llegada de Hernán Cortés, abogado de Cáceres:
Hay en el polvo un juego de alucinaciones que horroriza. En este momento nadie sabe si es hombre o dios o signo dejado en una tapia. … Del destino de los tiempos es la mano inevitable que traza en cada roca, corazón y mundo, su arduo palimpsesto. El dibujo final que es a la vez el Cielo y el Infierno. Poema La elegida, de Behering y otros poemas (1985):
momentos pasados que eran entonces el futuro, ten piedad de los verbos que no pueden contener lo que has sido, lo que eres, lo viviente Poema Nosotros, ellos y aquello, del mismo libro:
Los poetas estamos escondidos detrás de nuestras sienes, en la gran selva distante, de madrugada o de noche, seguimos y perseguimos al mismo animal que huye, Poema La patria la poesía, en el libro Guerras, epitafios y conversaciones (1989):
para la poesía es componer los lazos armar de nuevo el mundo sin atrás ni adelante abolir el tiempo la poesía viene al hombre por remordimiento la poesía viene al hombre por memoria Con relación a estos fragmentos traigamos a colación un párrafo del poeta, crítico y epistemólogo francés Gastón Bachelard, que nos exime de mayores comentarios, cito: “La poesía es una metafísica instantánea. En un breve poema, debe dar una visión del universo y el secreto de un alma, un ser y unos objetos, todo al mismo tiempo. Si sigue simplemente el tiempo de la vida, es menos que la vida; sólo puede ser más que la vida inmovilizando la vida, viviendo en el lugar de los hechos la dialéctica de las dichas y de las penas. Y entonces es principio de una simultaneidad esencial en que el ser más disperso, en que el ser más desunido conquista su unidad. (3) Estos pequeños fragmentos, gotas brillantes de un río que no cesa (4), son las notas de una vasta partitura, la sinfonía con que Luis Benitez ha construido su poética, hoy antologada y prologada por el profesor Osvaldo Gallone para Editorial Barnacle, que abarca desde 1980 con Poemas de la Tierra y la Memoria, una obra que nos muestra a un poeta nacido maduro, que ya nos asombraba con su jóvenes 23/24 años escribiendo versos que trascienden el tiempo, hasta Nadie sabe dónde estuvimos, de 2021, y que resumen más de 40 años de extraordinario trabajo poético, realizado con gran talento, incansable perseverancia y notable maestría por un poeta que no ha dejado de evolucionar hasta alcanzar la excelencia para bien de la poesía en nuestra lengua y el disfrute de sus muchos lectores. Bienvenida sea entonces esta nueva publicación del poeta argentino Luis Benitez, cuya lectura se recomienda fervorosamente. Alberto Boco (5)Agosto 2025NOTAS (1) “Luis Benitez: Una poética de la indagación”, de Osvaldo Gallone, Fundación Victoria Ocampo, Buenos Aires, 2024. (2) “Babel y la palabra del poeta” (ensayo) Osvaldo Gallone, Revista Todo Literatura, Republica Ibérica de las Letras, 17 de julio de 2024. (3) “Instante poético e instante metafísico”, Gaston Bachelard, Círculo de Poesía. Revista electrónica de literatura, año 17, No. 890, febrero 2024, publicación semanal editada por Territorio Poético A.C, Lomas del Mármol, Puebla, México. (4) Título de un álbum musical del músico y poeta Argentino Atahualpa Yupanqui. (5) El poeta Alberto Boco nació en Buenos Aires en 1949. Ha publicado hasta la fecha una decena de poemarios, el último de ellos titulado “Enigmática gracia de las cosas”, Pinap Editora, Colección ‘Besos del Sur”, Buenos Aires, 2025. Poemas de su autoría fueron publicados en revistas literarias de Argentina, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Rumania y el Reino Unido. Ha recibido diversas distinciones, entre ellas el Primer Premio en el Concurso Nacional de Poesía “César Domingo Sioli". de Argentina.
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