Esto que digo también es una excusa para escaquearme de mi apretada agenda social. Reconoce que muchas veces nos echamos a la calle sin ganas. Por aburrimiento o por pillar un plan “genial” que al final es una caca y un bluf. O sea, que estabas mejor en casa con un bol de snacks viendo “El Rosco” de Pasapalabra. Escribir está sobrevalorado. Graham Greene decía: “No comprendo cómo la gente puede vivir sin escribir novelas”.
Pues ya te digo que viven mejor que yo y que muchos que van por ahí de sobraos. Te rompes los cuernos, te estresas, te cabreas puliendo y corrigiendo, total, pa´na. Vanitas, vanitatis. Quince días en el puto escaparate (eso sí, agradecida y emocionada a las librerías locales) y a por la siguiente, tío. No dirá lo mismo el “polémico” Juan del Val (menos lobos, caperucita) Del Val es un tipo con experiencia y sabe que el premio se lo debe a la televisión. Hace dos años lo ganó Sonsoles Ónega. Su novela tuvo críticas horrendas, pero ha sido uno de los “Planeta” más vendidos. Ajo y agua. Es la mercadotecnia, estúpido, diría Bill Clinton. Ahora mismo de todo lo que me ofrece el planetario mediático y cosmogónico, me quedo con la vuelta de La Oreja de Van Gogh. Preciosas sus canciones. Me encantan ¡Bienvenidos hijos y nietos del rock and roll!
Puedes comprar los libros de Begoña Ameztoy en: