En aquel rincón de la Argentina más indómita conocerá a una joven, Gina, con la que se casará, y también trabará amistad con el doctor Garay López. Las pasiones febriles y brumosas entre estos tres personajes nos conducirán por una historia circular, en la que Saer nos permitirá vislumbrar los peligros de la felicidad en un triángulo amoroso de cuya existencia misma nunca llegamos a estar seguros.
Como en muchas de sus otras obras, lo incognoscible y la frontera entre realidad y delirio vuelven a situarse en el centro de las obsesiones de Saer. Ya desde el inicio contamos con un personaje principal de orígenes inciertos e identidad ambigua, del que lo primero que sabemos es que su nombre, Bianco, no ha sido siempre por el que se ha hecho llamar.
Juan José Saer (Serodino, 1937. París, 2005), se dice de él que fue complejo y original, su estilo difícil de encasillar, su vasta obra considerada una de las máximas expresiones de la literatura moderna. Trabajó al margen de las tendencias o modas de su época, hecho que se refleja en la coherencia de sus creaciones.