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"España 702-719. La conquista musulmana", de Luis A. García Moreno

Editorial de la Universidad de Sevilla
sábado 09 de mayo de 2020, 16:00h
España 702-719. La conquista musulmana
España 702-719. La conquista musulmana
El prof. Luis A. García Moreno es una auténtica garantía, y una referencia en el medievalismo español y europeo. Es riguroso, y una autoridad, sobre todo en el Estado Visigodo de Toledo. En este libro, fuera de serie, nos acerca a dos fechas emblemáticas, en el año 702 se producirá la muerte del rey godo Egica, y en el año 719 los musulmanes inician la conquista de la Septimania visigoda. Entre estas dos fechas se comienza a construir el dominio de los musulmanes en Hispania.

Es muy interesante el prólogo epistemológico donde se realizan diversos acercamientos a las causas de la caída frente al Islam, en la batalla de Guadalete (711), del Reino de los visigodos; y deseo destacar dos de ellos: El primer aserto se refiere a la prepotencia racista de los pueblos germanos, que no se mezclaron nunca con los hispanorromanos, aunque en este caso la referencia es muy apresurada, ya que en determinadas circunstancias si existió una mínima mixtificación, apareciendo magnates de nombre latino, verbigracia Isidoro de Sevilla, el duque Claudio o el homónimo Maurontus. Algunos otros arabistas indican que el nivel cultural de los visigodos era bajo, lo que se contradice claramente con todo lo que se escribe en la literatura cronística de la época, pero asimismo los concilios de Toledo son un dechado jurídico únicos en Europa.

En el año 702 pasa a mejor vida uno de los reyes visigodos más rigurosos, es Egica, quizás en Córdoba, su legislación sobre los esclavos fugitivos había sido muy dura. Su sucesor será su juvenil hijo llamado Witiza, nacido poco antes del año 687 recibiría muy poca educación paterna, y esto se va a notar desastrosamente para la evolución política de las Españas. En este momento histórico se agotará el último rebrote de la terrorífica peste bubónica. Witiza tratará de mantener otro tipo de relaciones con la nobleza, siempre tan levantisca. Todos los nobles purgados por Egica serán restaurados en sus honores, dentro del Oficio Palatino; Witiza solo les exigirá una fidelidad de tipo vasallático. Sería benévolo frente a los judíos y los criptojudíos o marranos; y este comportamiento, poco documentado, conllevará su mala fama entre los cronistas posteriores, sobre todo en la Curia Regia de Alfonso III el Magno de León y de Oviedo.

Pero, lo que llamará la atención de los cronistas altomedievales será la exagerada lujuria del monarca, por ejemplo ordenando el matrimonio de los clérigos; este hecho no aparece en la Crónica Mozárabe del 754, pero sí en el Cronicon de Moissac del siglo VIII. Todo ello conllevará la explicitación posterior en el mundo cronístico de los francos, en el hecho de los excesos sexuales de Witiza, como lo esencial para la derrota de Guadalete. Abundando en ello está, asimismo, la leyenda de la deshonra de la hija del conde Don Julián-Urbano. La Crónica Mozárabe califica el comportamiento regio como petulanter que significa “de manera lujuriosa”; pero también acusarán de lo mismo al último monarca visigodo Rodrigo. La primera versión (Witiza) procedente de los mozárabes, y la segunda (Roderigo) proveniente de los magnates enemistados con el conde de la Bética. P. Chalmeta y A. Fernández Guerra cargan las tintas contra Witiza. Los cronistas mahometanos, como Ibn Abd Al-Hakam (fallecido en 871), indican que la joven fue enviada por su padre bizantino-D. Julián (gobernador de Ceuta) a la corte hispalense de Rodrigo, donde sería afrentada con una violación regia. Witiza fallecería hacia finales del año 709, probablemente no superaba los 25 años, ya que habría nacido muy poco antes del año-687. Su muerte podría haber estado motivada por una sepsis bubónica generalizada.

Se colige que se produjo un interregno político de casi un año, hasta el ascenso al trono de Rodrigo. Sánchez Albornoz considera: que existió una guerra civil entre el conde de la Bética y los partidarios de la familia de Witiza. Las fuentes islámicas mencionan a Opas y Sisiberto como hijos del monarca fallecido, también citados en la Crónica Pseudoisidoriana y en Rodrigo Jiménez de Rada. Ibn Al-Qutiya (fallecido en 977) refiere como tres los hijos del monarca citado y con los nombres de Alamundo, Artobás y Rómulo, quienes realizarían pactos fraudulentos con los mahometanos; y tras Guadalete recibirían, como premio por su traición, la posesión de las tres mil Alquerías que habrían pertenecido a su regio padre. Pero, no se puede olvidar que un Witiza muerto en la veintena de su edad tendría hijos pequeños, no preparados para ningún complot, aunque sí podrían ser estandarte de partidos nobiliarios. Recomendación absoluta de todo el estudio del entramado, entre las páginas 135 y 184, de este capítulo apasionante titulado: “De la muerte de Witiza a la proclamación de Rodrigo”.

El siguiente bloque global se refiere a la conquista musulmana; y cómo todo el libro es de lectura magistral; se tocan todas las teclas del entramado que supuso la caída del Reino Visigodo de Toledo en poder del Islam, desgajando la Península Ibérica de la evolución de Europa, conformando unos comportamientos y una psicología hispana muy diferentes al resto del continente. Las primeras incursiones ismaelitas se van a producir entre los años 709 y 710; detrás de todo ello, y hasta la invasión definitiva por parte de Tariq ibn Ziyad, se encuentra la inteligencia rectora del nuevo gobernador de Ifriqiya Musa ibn Nusayr, quien acabaría con los últimos reductos bizantinos en Ceuta y Tánger, derrotando en 708 al gobernador Urbano, quien ya habría estado enemistado con Witiza, causando la deshonra de su hija en Toledo. En suma, recomiendo vivamente esta obra maestra, hasta el último epígrafe relativo a la aparición histórica del duque Pedro de Cantabria, padre del rey Ordoño I del Asturorum Regnum.Virtus et vitium sunt contraria!

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