LA SANTÍSIMA TRINIDAD

- ¡Que gusto Vani!, ¡mañana salgo a comer con Nel y Mari Mari Pilón! Tres amigas del alma, ya te dije que son mis almas gemelas… Cómo los Tres Mosqueteros -aunque eran cuatro-. Y me ha dado por la reflexión reflexionada de pensar que el tres va a ser un número mágico. Grupo impar, pero en el que puede haber equilibrio, aunque una de las patas cojee, siempre la más débil, un suponer.

- Puri, yo soy más de parejas que de tríos, y mucho más de montón, panda, pandilla, cuadrilla, caterva, banda, basca, liga… Que de tríos solo me suena a sublime el de la Santísima Trinidad, dogma central de los cristianos sobre la naturaleza de Dios como me contó Piluca de cuando iba al cole de monjas; los demás no me suenan.

- No te enteras guapa, que tríos hay muchos, un suponer. Si hablamos de cine tienes a los Marx Brothers -aunque eran cinco en realidad-, Harpo, Groucho y Chico, porque a Gummo y Zeppo no los recuerda ni el Tato; en macizas están Charlie's Angels –Jaclyn Smitth, Farrah Fawcett y Kate Jackson; trilogía cinematográfica también es The Lord of the Rings: La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del rey…

- ¡Para Puri, para! Que veo que desde que viajas tanto el nivel de inglés lo tienes alto y se te ha subido a la cabeza y yo te lo voy a decir en cristiano y más de andar por casa ahora que rememoro. ¿Sabes a qué trío escuchaba mi madre en casa? Pues a Los Panchos, bonita, los originales, que eran dos mejicanos -Chucho Navarro y Alfredo Gil y uno puertorriqueño, Hernando Aviles-, mientras yo sacudía las caderas con Duncan Du, otro trío: Mikel Erentxun, Diego Vasallo y Juan Ramón Viles…

- Pues si hablamos de música ¡también te pillo tía! En chorvas famosas de los 60 están The Ronettes, The Supremes…

- Mira maja, que si te vas tan atrás echo mano de la historia a. de c., que estoy muy puesta, y te hablo del Primer Triunvirato: Licinio Craso, Julio César y Pompeyo Magno; o del Segundo que reemplazó al primero: Marco Antonio, César Octavio y Marco Emilio Lépido…

- Vani, deja de chulearte que te saco tríos más antiguos aún bonita, como La tríade de dioses en el viejo Egipto - Osiris, Isis y Horus- o el Trimurti de la antiquísima India - Brahma el Creador, Vishnu, el dios de la conservación y Shiva, el de la destrucción-.

- Y estoy pensando que a qué viene todo esto aburriendo a la concurrencia Puri, cuando de lo que hablaste con tus amigas fue del entonces Prince Charles -today King Charles III-, Camilla Parker Bowles -today queen consort- y Lady Di -Pincess of Wales, 25 years ago-, el trío más famoso de nuestra, relativamente, corta existencia, porque el 20 N no solo murió el Caudillo… también fue ese día cuando la mitad de la población del Reino Unido, léase unos 32 millones, estuvieron pegados a la pantalla por la entrevista que concedió a la BBC, en la que la difunta se despachó a gusto hablando de su vida marital y dejando frases para la historia, como “Éramos tres en este matrimonio, y tres personas son demasiadas”.

- Pues a lo que vamos Vani, que no me parecía bien empezar a dar en frío, que ya me conoces cuando me pongo intensa y doy rienda suelta a la cabeza discurriendo de lo que me contaron. Desató el asunto esa efemérides y seguimos con el tema del libro que ha quedado finalista en la 70ª edición del Premio Planeta 2022, Historias de mujeres casadas, porque dicen que la infidelidad es algo que ocurre con asiduidad cuando las parejas de largos años ya se lo han dicho todo y se aburren, un suponer, cuando llevan mucho tiempo sin emociones fuertes y tiene que venir otro de fuera a decir cosas bonitas a la pava de turno -sin querer ofender, que puede ser la tía arquitecta, funcionaria o limpiadora, por ejemplo-. Que a todas nos gusta que nos regalen el oído y muchas tienen un marido que llega a casa, se pone el chándal, coge un botijo, el mando de la tele y ni se fija en si has ido a la peluquería o si también has tenido un día de cojones como él. Que en ese estado de insatisfacción puedo entender que salgas fuera a buscar una hamburguesa porque en casa se acabó la ternera del Valle Amblés (al revés lo decía Newman)… pero cuando la relación es reciente, qué quieres que te diga bonita, que no mola que la tía, en vez de cortar, se vaya con otro de belleza distraída, que haberlos, haylos también…

- Ja, ja, Puri, ¡qué no hago vida de ti ni evolucionas! ¿Qué más da echar una cana al aire si él nunca se va a enterar? ¡Imagínate que encuentres a uno que te pone corazones y ojitos y te lleva a desayunar con Dom Perignon a un hotel exclusivo entre la nieve! Estoy segura de que una pava como tú incluso sufriría. Te voy a llamar la párvula oxímoron, por eso del disfrutar sufriendo, la pura contradicción de la existencia. !Ya me gustaría a mí encontrar un tronco con posibles! Que le haría una foto relamiéndose donde se viera la copa y si me pillan diría, ¡me sentí obligada, mira como sangra el champagne, estaba incomodísima!... y ¡hasta el próximo puerto, marinerito!

- No te rías Vani, que la cosa me parece seria, no solo por la infidelidad, sino por la ocultación y la mentira. El pobre cornudo encima se sentiría culpable por no dar la talla cuando, en el fondo, todo se reduce a que te hagan sentir importante porque te ha elegido alguien con posibles, porque te hace vivir historias que, si tuvieras que pagártelas, solo las soñarías o las leerías; porque el ego juega un papel fundamental en este tipo de relaciones… En el fondo, buscas lo que no tienes, lo que no te dan… sin pensar en el daño que haces. Y dando a la reflexión, me pregunto por qué sufrimos cuando la imaginación se dispara sin saber a ciencia cierta…

Tengo que leer un libro de Jaime Jaramillo sobre las relaciones; me lo ha descubierto mi querida amiga Rosa, dice que es un hombre que habla desde la experiencia, al que llaman Papá Jaime y que dedica su vida a salvar niños desde que vio como una pequeña moría atropellada al intentar coger una muñeca que se cayó de un camión… Y también me habló de Sergi Torres, que concluye que una de las cosas más difíciles que existen hoy en día para el ser humano es darse cuenta de que no es lo que piensa que es … algo simple que genera mucho sufrimiento porque en el momento en que yo me pienso a alguien y empiezo a mirar al mundo desde esa perspectiva me veo disociado de todo lo que veo, y entro en oposición y empiezo a sufrir… que lo peor es la ignorancia, porque la verdad de mí misma se halla escondida detrás de las imágenes mentales que tengo, mayormente. Pero hay que ser capaz de ser consciente de esas imágenes mentales y entonces es cuando puedo cultivar el arte de no hacerlas caso porque soy yo quien las genera. Rotundo al afirmar que las personas no son la imagen que generamos de ellas.

Fíjate qué aseveración: si yo pienso lo que tu eres, estoy haciendo una reducción de tu existencia. Si baso mi relación en lo que yo pienso que tú eres, entonces se acabó el disfrutar, el descubrir, porque limito todo lo que te envuelve…, tú, pasas a ser una idea que está en mi cabeza, entro en bucle, y siento frustración y cansancio, y lo peor de todo es que lo volcamos en el otro haciendo imposible un reencuentro con mi propio ser. Esa sería la causa del sufrimiento.

Según Sergi, para conocerte a ti mismo tienes que percatarte de tu ego y solo se puede lograr a través de la atención y la honestidad; si los pensamientos que tienes no te traen paz, es por el ego, pero si eres capaz de darte cuenta, es que ya no estas bajo su influjo.

Este proceso de aprendizaje lleva tiempo, pero ¿hay mejor manera de usarlo? Así podremos tomar decisiones correctas…

- Me estás dejando de piedra Puri, porque ¿ahora pienso que tú me piensas y te disocias? Yo soy buena pero primaria y una tía legal y no me hago tantas pajas mentales; que habíamos empezado por los tríos, luego por las infidelidades y ahora por las imágenes mentales y ¡no quiero que me imagines coño!

- Tienes razón Vani, que los tíos siempre fueron infieles, ¿qué más da que ahora también lo sean ellas? Otro día hablamos de la mentira y la ocultación… y lo de hoy no se arregla con unas birras, ¿qué te parecen un par de gin cargaitos?

-Ahí me has dao Puri, ahí me has dao… que cuando llegue a casa le voy a hacer unas patatas a la importancia, para olvidarme del champagne…