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Se va el sol… pero ¡siempre amanece!
Se va el sol… pero ¡siempre amanece! (Foto: Maudy Ventosa)

¡366 OPORTUNIDADES!

Por Azucena del Valle
En esta ocasión, Azucena del Valle nos habla en ¡366 oportunidades! del mal fario de los años bisiestos, que suelen coincidir con los Juegos Olímpicos. Como bien dice la autora abulense, es un día más de oportunidades. Mi última tía nació un 29 de febrero, evidentemente de año bisiesto, y lo celebrábamos un día después porque decía que hacerlo antes traía mala suerte y que cada santo o cumpleaños tiene su novena. Murió la tía Teófila con 23 años y llegó un día en que sus hijas y sobrinos teníamos más años que ella porque ella solo contabilizaban los que cumplía el 29 de febrero. Estuvo joven toda su vida hasta que el alzheimer acabó con ella. ¡Hasta los más grandes tienen su final, pero el suyo fue feliz! Lo mismo deseamos a nuestra Azu y a todos sus lectores, que son legión, para este año.

- ¡Puri, tienes cara de despropósito!

- Te equivocas, Vani. Ya hablamos la semana pasada de los despropósitos a propósito. Esta vez solo lo haremos de oportunidades. ¡366 días por delante para dejarnos fluir!

- ¡Aclárate, tía, que ahora vas a querer cambiar el mal fario que trae el año bisiesto!

- En efecto, pequeño saltamontes, vamos a acabar con todos los tópicos y creencias populares de un plumazo, como la mala suerte que dan los gatos negros, el pasar debajo de una escalera o lucir perlas a diario que, por cierto, me encantan por la luminosidad que dan a tu face y la elegancia sin estridencias que transmiten. ¡A la mierda el mal rollo de los años con 366 días!

- Además de las catástrofes naturales que los achacan, se une el tener que trabajar veinticuatro horas más. Un suponer, porque aquí, contando la siesta, no se llega a las seis efectivas rindiendo a tope. Y no descuento los cafés ni las consultas al móvil que nos esclaviza.

- Míralo al revés. Es un día más de regalo, de oportunidad. Otro día que amanece. Tendríamos que estar agradecidos en lugar de quejosas, que eso se nos da de vicio. Acabamos de estrenar un nothing book, un libro en blanco que habrá que ir escribiendo día a día. Podemos llenarlos con cosas chungas y tristeza o, por el contrario, de experiencias maravillosas y enriquecedoras que nos hagan crecer como personas.

- Veo que sigues influenciada por el mensaje personal de Pablo d´Ors que ha vuelto a compartir contigo…

- En efecto, Vani. ¡Este año se han adelantado los Magos de Oriente! Aún no he escrito la carta y ya he tenido tres regalos maravillosos. Uno de Pablo d´Ors que intentaré seguir con todo mi corazón, y hacer mío. Se trata de sus propósitos para este nuevo año: crecer y servir, disfrutando. Seguir creciendo ofreciendo la mejor versión de nosotros mismos; servir porque lo que recibimos es para darlo a los demás, lo que supone saber que estas viva; y amar sabiendo que el mejor servicio que podemos dar a la comunidad es nuestro propio crecimiento interior; disfrutando, que será el criterio para saber que estamos creciendo bien y sirviendo a los demás, en comunión con los demás, con la realidad, con el mundo, con nosotros mismos, no partidos, no rotos. Tiempo para sentirnos bien y hacer sentir bien a los demás.

- Tía, me has dejado muerta por la sencillez y carga de profundidad que lleva el mensaje. Tendremos que emplearnos a fondo para conseguirlo, que tú a veces estás muy rota…

- De eso habla el segundo mensaje de mi querida amiga Rosa V., que siempre me ayuda a recomponer los pedazos de corazón que voy perdiendo: ¡Feliz año, princesa! Este es el tuyo, suelta las amarras, las malas vibras que no son tuyas; disfruta cada momento sin expectativas. La vida te trae en cada momento lo que necesitas para seguir creciendo como la gran persona que eres. Deja que en este 2024 todo fluya. ¡Feliz 2024!

- Tía, ya estás con la catarata y el moco colgando. ¡Sólo por esta gente que te quiere merece la pena levantarse cada mañana!

- Pues queda la tercera perla; la de mi querida Mari Mari Pilón, la de la pluma fácil que se pierde la humanidad. Un talento que es pecado desperdiciar y que me regaló este poema con declamación incluida:

Del primer día, tu risa, mi nerviosismo, tu miedo.

Del segundo la tristeza y el primero de los besos.

Del tercero, quiero guardar en el pecho un leve soplo,

una caricia de sol que se rodó entre tu pelo.

El cuarto fue la esperanza, la alegría subiéndose por el pecho

y las veletas pararon sin hacer caso del viento

para mirar desde arriba verte llegar a mi encuentro.

Fue la luz y fue la sombra jugando bajo tus ojos,

haciendo guiños al viento.

Cinco meses, tres recuerdos

para volverte a encontrar,

para buscarme en tu aliento.

Y hubo un quinto, el último y el primero.

El último para verte,

el primero, para abrazarme en tu fuego.

Si el mundo lo construyeron en siete espacios de tiempo,

yo he parado el universo con solo cinco momentos…

- Me da que con esto no necesitamos ya cabalgata, Puri. Por eso de la integración yo era siempre de Baltasar, hasta que me pasé a Gaspar porque el buenorro de Beltrán Iraburu está para mojar pan, y hasta canta ópera. Ahora sabemos que ni eran reyes ni magos, solo hombres sabios, pero para sabias tus amigas que me han dado en todo el bebe con sus palabras. Voy a sacar el pañuelo.

- Pero no para llorar, sino para que ondeen al viento y traigan paz, ilusión y amor. No necesitamos nada más.

- ¡Cien por cien, Puri! ¡Cien por cien!

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