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Toni Sánchez Bernal
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Toni Sánchez Bernal (Foto: Javier Ocaña)

Entrevista a Toni Sánchez Bernal: "Nos movemos como zombis por el mundo, como figurantes en nuestra propia vida"

Autor de "Atrapada en la oscuridad"
miércoles 06 de agosto de 2025, 20:55h
"Atrapada en la oscuridad" es el nuevo thriller del escritor tarraconense Toni Sánchez Bernal, una obra que se desarrolla no en los bajos fondos de Madrid sino en su subsuelo más tétrico, oscuro y deprimente. Un lóbrego thriller en el que no podrás parar a tomar aliento.
Atrapada en la oscuridad
Atrapada en la oscuridad

La novela comienza con una mujer ejecutada en plena calle, a las puertas de una comisaría de policía. Se trata de Cristina Hidalgo, desaparecida hace veintisiete años. A partir de ese momento, el objetivo del grupo de Homicidios de la UDEV, liderado por la inspectora Tania Bilbao, es descubrir dónde estuvo todo ese tiempo. Al equipo se une Arturo Yani, un policía atormentado por su infancia, una bomba de relojería que sufre el chantaje de Asuntos Internos para investigar a Tania, conocida por sus métodos poco ortodoxos dentro del cuerpo. No parecen los más indicados para resolver el caso, pero, justo por eso, son los únicos capaces de llegar hasta las últimas consecuencias. Lo que ninguno de los dos puede sospechar es que bajo sus pies se esconde la peor de las pesadillas. En la entrevista, el autor catalán nos da algunas pistas sobre la misma.

¿Saber que vas a morir te hace más osado, más libre o te paraliza para tomar decisiones?

Creo que te hace libre; ahí están las historias escuchadas tantas veces: enfermos terminales que, sabiendo que la muerte está cerca, es entonces cuando se lanzan a hacer lo que realmente sienten y quieren. Sin embargo, todos vamos a morir "no sabemos cuándo" y nos movemos como zombis por el mundo, como figurantes en nuestra propia vida.

¿Qué le aporta a un escritor de thriller haber trabajado antes como guionista? ¿Se nutre una tarea de la otra? ¿Qué le resulta más gratificante? ¿Dónde encuentra más dificultades?

Creo que son disciplinas totalmente distintas. No tiene nada que ver. Si eso, como cuando un periodista se pasa a la literatura: profesionales que están acostumbrados a estar muchas horas delante de un ordenador, pero ya. Escribir una novela no tiene nada que ver con escribir un guion. Sé que hay gente que no lo ve así, pero es mi opinión.

Cuando escribes una novela has de saber conjugar peripecias con reflexión, además de buscar la belleza mediante las palabras. Eso es lo que más respeto me da de la literatura, pero también lo que más me gusta.

Su novela es tan visual que el lector puede transportarse a una sala de proyección a medida que avanza la trama. Toni Sánchez Bernal ¿juega con ventaja a la hora de plasmar su experiencia profesional en el papel?

Santiago Posteguillo defiende que el cine en sus inicios se miró mucho en la literatura, pero que, sin embargo, desde hace unos cuarenta o cincuenta años, es al revés: la literatura se mira mucho en el lenguaje audiovisual. Y ahí están sus propias novelas, por ejemplo ¾que son maravillosas, por cierto¾; la forma de narrar las batallas es eminentemente audiovisual. Y es inevitable, vivimos en un mundo donde la imagen y el sonido tiene mucho poder, es normal que los novelistas utilicemos herramientas más propias del cine o de la televisión que de la novela decimonónica.

El ritmo es trepidante en "Atrapada en la oscuridad". ¿Qué importancia le confiere en su obra? ¿El dinamismo atrapa más que la trama?

Para mí era muy importante conseguir la sensación de que la novela era un tren en marcha. Soy consciente de la gran cantidad de ventanas de entretenimiento que el lector tiene a su disposición: redes sociales, videojuegos, plataformas de streaming (que todos tenemos al menos un par de casa). Supone un compromiso enorme cuando a una persona le pides que te acompañe durante 480 páginas. Eso obliga al autor a limar el ritmo todo lo posible. Además, siendo un thriller, me gustaba que fuera una novela en constante movimiento.

"Un trauma normal y corriente ya no es suficiente, ahora tiene que ser algo macabro"

Personajes atormentados por su pasado, por problemas personales que les golpean… ¿no cree que se ha abusado ya mucho de estos perfiles tan torturados en la literatura actual? ¿Qué matices nuevos aportan los suyos?

Sé que existe ese mantra en el mundo literario, pero yo creo que siempre han existido los personajes atormentados en las novelas. Lo que sí es cierto es que actualmente se suele hacer todo mucho más rebuscado en pos de sorprender al lector. Un trauma normal y corriente ya no es suficiente, ahora tiene que ser algo macabro…

Respecto a los míos, es verdad que Arturo Yani arrastra un trauma del pasado, pero por desgracia es algo que vemos mucho en las noticias. No es nada gratuito. Ojalá fuera así, eso significaría que no habría en el mundo tantas niñas y niños que han sufrido algo como él.

¿Le atraen, de alguna manera, los personajes que son capaces de mostrar su dolor y su tristeza? ¿Los hace más reales y humanos?

Sin duda, sí. También los que no son capaces de exteriorizar sus emociones, eso también. Creo que la vida es sufrimiento. No me creería a un personaje sin cicatrices, sin heridas abiertas o pequeños dolores. Hoy en día, incluso Superman ha de sufrir.

¿Cada uno es rehén de sus circunstancias, mal que nos pese? ¿Huye de los personajes planos, o no existen estos? ¿Pulsando esas aristas se conoce mejor a las personas?

Aunque la novela tiene dos protagonistas muy claros, para mí era muy importante dar la sensación de que no solo la inspectora Tania Bilbao y el inspector Arturo Yani investigan el caso sino el grupo VII de la UDEV. Así, en general. Eso me obligó a trabajar en profundidad todos los personajes secundarios: otorgarle su arco de evolución, sus sombras y luces, también su manera característica de actuar o hablar… que todos fueran diferentes, vaya.

Creo que no importa tanto bucear en la sociedad sino en el individuo

El autor también bucea en temas tan profundos como la adicción a las drogas, que destruye no solo al consumidor, sino a su núcleo familiar. ¿Cómo sociedad, todavía no estamos preparados para ayudarles a salir de este drama?

Creo que no me importa tanto bucear en la sociedad sino en el individuo. Amar a un adicto es un dolor atroz que te consume por dentro. Por eso era tan importante para mí mostrar el punto de vista de la madre de un adicto a la droga; para ayudar a que la gente empatice más con semejante drama.

El duelo es otra constante en la literatura actual. Por qué cree que ocurre eso y por qué poner de manifiesto que no estamos preparados para dejar partir a un ser querido. Con qué fin lo utiliza usted. ¿Somos incapaces de enfrentarnos a la muerte?

Es una sensibilidad muy occidental. No queremos pensar en la muerte. Sabemos que todos nos vamos a morir, pero no nos gusta pensar en eso. No ocurre así en Oriente, por ejemplo.

Hay un juego personal que me gusta realizar de vez en cuando. Me hago una pregunta: ¿Qué pasaría si ahora mismo me muriera?

Si te haces esa pregunta estando en el súper, en el banco, en el trabajo… te das cuenta de la gran cantidad de asuntos que dejarías a medias. Por eso, ser consciente de que te puedes morir en cualquier momento te ayuda a no dejar tantos asuntos pendientes, a despedirte siempre bien de tus seres queridos, a no dejar abrazos por dar.

¿Cómo se ha documentado para escribir esta novela? ¿Ha sido capaz de recorrer esos túneles abandonados, claustrofóbicos y sucios por los que obliga a transitan a sus protagonistas?

Escribir esta novela ha sido sacar a mi niño interior a jugar. Siempre he sentido fascinación por los espacios subterráneos. Claro, al mudarme a Madrid y enterarme de que la capital por debajo está agujereada por completo, me daba mucho intríngulis ir paseando por una calle y saber que bajo mis pies había un pasadizo abandonado desde hacía siglos.

Sin saber por qué, es decir, sin ningún tipo de propósito, empecé a guardar durante años todos los artículos o reportajes que hablaran del subsuelo oculto de Madrid… y cuando se me ocurrió la trama de Atrapada en la oscuridad supe que había llegado el momento de exorcizar todos mis miedos.

¿Cómo se sentirán sus lectores cada vez que pasen por La estación fantasma de Chamberí o miren los túneles oscuros que engullen vagones llenos de pasajeros…? ¿Le gusta provocar miedo?

Espero abrir los ojos de los lectores a un Madrid nuevo, a un Madrid que estaba oculto sin que ellos lo supieran. Ojalá les ayude a acercarse a lugares, a saber que bajo sus pies hay tal o cuál lugar… acompañarles durante sus paseos, en definitiva. No te negaré que eso me gustaría.

Toni Sánchez Bernal nació en Tarragona y escribe una novela ambientada en Madrid. ¿Se escribe poco sobre esta ciudad tan interesante y llena de misterios inquietantes?

No creo que se escriba poco. Tampoco mucho. Hay compañeros que pueden situar toda una novela en Estados Unidos sin haber visitado jamás el país, pero no es mi caso. Necesito conocer los lugares, empaparme bien de ellos, y al vivir en Madrid creo que surge de manera orgánica el hecho de idear historias que transcurran en la capital. Es una ciudad que me enamora por sus contrastes, y eso es ideal para la novela negra.

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Toni Sánchez Bernal
Toni Sánchez Bernal (Foto: Javier Ocaña (Editorial Planeta))
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