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Vicente Valero Costa

16/10/2023@06:06:00

En medio del marasmo reinante, me encuentro con una noticia saludable: unos elcheros lanzan con éxito, desde Huelva, un cohete —encima, llamado Miura, en honor de la ganadería de don Eduardo—, totalmente fabricado en Teruel —esa provincia hasta hace nada quejicosa de su inexistencia—, y primero de una camada, cuyo quinto novillo está previsto que pueda situar un satélite en órbita. No sé qué dirán los animalistas, los veganos y las otras congregaciones anejas, tan susceptibles a cualquier mención taurina como devotos de los bichos en general, al punto que serían capaces de comerse a besos al alien de Ridley Scott, pero a mí, este acontecimiento —nombre del proyectil incluido—, me provoca una reconfortadora sonrisa y me suscita una pizca de patriotismo, hoy, tan desdeñado.

Ed. Caligrama. 2023

Siguiendo el trazo y casi la armadura de su precedente Celia y las libélulas (2021), y en la misma editorial, Caligrama, Vicente Valero-Costa nos ofrece ahora, con "El secreto de Arquímedes", una nueva investigación de su curioso y simpático detective: Celia Blum; es decir, trazar una novela de supuesta intriga detectivesca cuyo núcleo central es, en realidad, una novela histórica. Pero vayamos por partes.

De tanto en tanto conviene homenajear al paisanaje y al lugar de dónde uno es. Reconforta y armoniza los desmadejados recuerdos, produce una cierta conformidad de ánimo y permite seguir tirando con un hondo y tenue optimismo. Pues bien; dos acontecimientos me lo han propiciado; el primero de ellos ha sido la publicación de mi primo Vicente Valero-Costa de una novela singular por ambiciosa —virtud que debe acompañar a la literatura o a todo cuanto aspira a serlo—; se trata de Celia y las libélulas.

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Aun a riesgo de que estos artículos, con tanto conmemorar decesos célebres, parecieran una sucesión de pomposas necrológicas, me había propuesto recordarles que el próximo jueves se cumplirán cien años de aquel viernes cuando, dadas ya las diez de la noche, moría en Cercedilla Joaquín Sorolla Bastida.