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Dentro de ti subyace un enorme deseo de que las cosas que nos ocultan salgan a la luz y, no solo eso, sino que se castigue a los manipuladores, dirigentes, mediáticos, estafadores, sin escrúpulos, para quedarse con el botín de nuestros impuestos, de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo.
Llévame a Benidorm antes de que se me olviden todos los recuerdos. Sácame del encierro que tengo por dentro.
El arma nuclear Little Boy fue soltada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, seguida por la detonación de la bomba Fat Man el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki.
Durante mucho tiempo hemos admitido como buenas las letras surgidas para distintas formas de canción: bulerías, alegrías, tangos, boleros, fandangos, rumbas, cuplés,…
El paso del tiempo no transcurre igual en las obras de teatro.
En la Sala Principal del Teatro Español del 19 de enero al 19 de febrero
La directora artística del Teatro Español y Naves del Español en Matadero, Natalia Menéndez, ha presentado "La importancia de llamarse Ernesto", estreno en Madrid que se puede ver desde el pasado 19 de enero en la Sala Principal del Teatro Español, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, y que permanecerá en cartel hasta el 19 de febrero. El espectáculo está dirigido por David Selvas y protagonizado por María Pujalte, Pablo Rivero, Paula Malia, Ferran Vilajosana, Paula Jornet, Albert Triola y Gemma Brió, y llega al Teatro Español tras presentarse en Cataluña. La importancia de llamarse Ernesto es uno de los más corrosivos retratos sobre la hipocresía social escrito por el dramaturgo irlandés Oscar Wilde.
“Lo importante es tener salud, y lo demás ya se arreglará”. Pero… ¿y si no se arregla? Es que todo resulta tan obvio que se trastoca y acaba produciendo ansiedad y el efecto contrario al que se pretendía.
El escenario sembrado de hojas de papel que son cadáveres. Hay que determinar de quiénes son.
Cada vez que pienso en lo nuestro, no acabo de creérmelo. No es posible que alguien me quiera, que me haga sentir emociones, que nos propongamos un proyecto de futuro.
Desde que nacemos estamos abocados, dirigidos, hacia algo. En muchas ocasiones, a expectativas que se escapan de nuestros intereses, a intereses familiares o ajenos, a deseos inalcanzables, a forjarnos un futuro que puede ser completamente distinto a lo que pretendíamos.
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