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Fernando Alés
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Fernando Alés (Foto: cortesía del autor)

Entrevista a Fernando Alés: “Antes que hombres y mujeres, todos somos personas y todos tenemos derechos idénticos”

Autor de “Entre mujeres”
Por Javier Velasco Oliaga
viernes 12 de noviembre de 2021, 19:00h

Entre mujeres” es la segunda novela del escritor madrileño, afincado en la provincia de Málaga, Fernando Alés. Su nueva obra tiene como protagonistas a cinco mujeres de diferente condición social que provienen de distintos ámbitos profesionales y culturales. Una novela que se ramifica en cinco relatos que se van uniendo poco a poco y que terminan por dar una perspectiva circular de las cinco protagonistas.

Entre mujeres
Entre mujeres

Fernando Alés es un escritor tardío que tuvo la llamada de la literatura en edad madura. En 2014 publicó su primera novela “Mariam”, una novela negra que trata, desde diferentes perspectivas, el mundo femenino. Su nueva obra también tiene el protagonismo femenino en todas sus páginas, realizando una introspección psicológica sobre la identidad humana de las protagonistas y el mundo que las rodea, con un fuerte componente costumbrista donde nos presenta un Madrid actual y palpitante. Escrita en primera persona, las cinco voces femeninas urden un entramado lleno de traiciones y violencia que no dejará indiferente a ningún lector.

“Entre mujeres” es su segunda novela. ¿Cuándo se empezó a gestar esta obra?

La primera idea en firme, sobre su contenido surgió a continuación de la edición de mi primera novela (Marian), allá por 2018. De hecho, en esta novela se hace un pequeño “cameo” en el capítulo tres, a la novela anterior, concretamente al club donde se desarrolla parte de la acción de Marian.

Sus dos novelas giran en torno al mundo femenino. ¿Qué le atrae de ese mundo y por qué le gusta dedicar sus obras al género femenino?

Si bien, es cierto que estas dos primeras novelas, giran en torno al mundo femenino, no pretendo considerarme un autor monotemático.

Podría decirse, que este solo ha sido un tema de iniciación, al mundo de las letras, además de estas novelas, tengo también registrada una antología de relatos, que gira en torno al género de intriga y terror. Y actualmente estoy perfilando otra novela costumbrista, que salvando las distancias, está a caballo entre la serie “Crónicas de un pueblo” y La escopeta Nacional, en clave sarcástica, por supuesto, salvando las oportunas distancias.

¿Se considera un escritor feminista?

No, en absoluto, de hecho huyo de los dos términos, que entiendo que solo pretenden encasillarnos.

Personalmente entiendo, que antes que hombres y mujeres, todos somos personas y por supuesto, todos tenemos derechos idénticos, o al menos, así debería ser. Hombres o mujeres, ricos o pobres, europeos o africanos, pero ante todo, personas.

En esta ocasión, sus protagonistas son cinco mujeres de diferentes condiciones económicas y status social. ¿Ha querido hacer un mosaico amplío de la condición femenina?

Si, de alguna manera he pretendido abrir el abanico, respecto la condición femenina en este caso, a la vez que, he procurado dejar presente, la interacción que existe entre ellas, a pesar de su disparidad.

La novela está escrita en primera persona. Si es difícil meterse en la piel de una mujer. ¿Cómo le ha resultado forjar las personalidades de las cinco protagonistas?

Esta pregunta ya me la hicieron con anterioridad y me encanta responderla.

Escribir en primera persona, es bastante complejo y más cuando los personajes son tan dispares, pero ya lo hice en mi primera novela y creo que lo seguiré haciendo en las posteriores, porque pienso que un personaje, que se dirige directamente al lector, es mucho más cercano e invita a este a ser partícipe de la historia que se narra. Casi haciéndole formar parte de ella.

¿Qué peso tiene la psicología en sus novelas?

La psicología, tiene que ver en todos los aspectos de la vida y en la literatura, no puede ser menos. De mi obra, se pueden sacar conclusiones, pero de ninguna forma, pretendo que tenga un carácter docente, ni siquiera pretendo que se creen moralejas. (Nunca me atrevería a ello)

La novela tiene un desarrollo circular. Cada protagonista va dando pie a la historia de la siguiente. ¿Por qué ha optado a hacerlo de esta manera?

He intentado huir de la narrativa lineal, el hecho de que tenga un desarrollo circular, seria con el fin, de destacar la interacción entre las diferentes historias y la de mantener al lector interesado en cada momento.

También tiene como característica el que sea una obra costumbrista. Da muchos detalles no sólo de la vida de estás cinco mujeres sino que nos describe sus casas, las calles por donde se mueven, las ciudades. ¿Cree que ayuda al lector dar a conocer los ambientes en los que viven?

Los detalles costumbristas, a los que se refiere, enriquecen en mi opinión la obra y ayudan al lector a ubicarse mejor y como he dicho antes, ser más participe si cabe. A imaginarse el mismo, dentro de un coche, en una reunión de negocios, etc…, prácticamente como si el mismo, también formara parte de la situación.

Marisol es la primera protagonista, dependienta de una mercería, una vida anodina que el amor redime. La parte más romántica del libro. ¿Qué supone el amor para esa mujer?

Marisol, es una mujer derribada, por las circunstancias de su vida, (el abandono de su marido, la crispante relación con su jefa…) hacen que hasta un determinado momento, se sienta sometida y resignada con su destino.

Pero el amor que surge de manera inesperada, es para ella, el descubrimiento de una puerta, por donde escapar de esta anodina vida. (No antes, sin reticencias y miedos, dado su carácter)

La segunda es Ágata, la jefa de Adela. Un persona déspota que humilla a su empleada. ¿Por qué se ha fijado en un personaje tan desmedido? ¿Es el contrapunto a la ingenuidad de Adela?

Ágata simboliza, junto a su sobrina Maribel, todo lo negativo de la condición humana, su prepotencia, su despotismo, esa forma deleznable que tiene de conseguir su poder, de absorber la energía de los demás en beneficio propio, hacer que sean el contrapunto de Marisol, pesto que crea situaciones de gran crispación, aprovechándose de su debilidad.

Maribel, es sobrina de Ágata y una persona de parecidos comportamientos. ¿Toda buena novela tiene que tener al menos un personaje perverso en su elenco?

No, por supuesto que no, no es una condición imprescindible. Pero en el caso de esta novela y vistas las personalidades algunas protagonistas, es necesario, crear otros personajes que le den fuerza a la historia.

“El erotismo está presente de forma implícita en nuestras vidas”

En estos dos capítulos, la novela pasa a ser del género erótico. ¿Qué aporta el erotismo en la vida y en esta novela?

El erotismo, está presente de forma implícita en nuestras vidas, ya sea por acción u omisión, de la misma forma, nuestras protagonistas, lo viven también según su carácter. De hecho, creo que el lector, agradecerá profundizar en este aspecto, pues le da un conocimiento adicional de cada personaje.

Incluso narra escenas de especial dureza erótica. ¿Le ha sido difícil escribir estas partes?

El erotismo, está presente en toda la novela, de forma auxiliar, sin distraernos de la trama principal.

Desde la comedidas y naturales relaciones de algunas protagonistas, hasta relaciones mucho más intensas, (diría que depravadas) por parte de otras.

No me ha resultado especialmente difícil, todo está en crear una situación determinada y documentarse muy bien, para hacerla coherente y creíble.

En el capítulo de Maribel, la crítica social toma especial relevancia. La relación jefa-empleada lo trata con acritud. ¿Es una práctica común esta forma de interrelación?

Respecto al capítulo de Maribel, la interacción laboral, extremadamente tensa, por la propia personalidad del personaje, puesto que pretende en todo momento que así sea. Aunque se pueden dar casos, que de forma general, se den situaciones así, aunque cuando se dan, suelen ser de esta índole.

Las dos últimas protagonistas, Adela y Paula, guardan muchas similitudes en sus vidas destrozadas. Al final, acaban enamoradas. Hay que reconocer que en esta parte de la novela quedan los hombres muy malparados. ¿Cree que los hombres son, la mayoría de las veces, los causantes de las separaciones en las relaciones?

Adela y Paula, ciertamente son dos personajes con la vida destrozada y aunque entre ellas son diametralmente opuestas, saben encontrar sus coincidencias y vivir disfrutando de ellas.

Y respecto al tema de la culpa masculina en las separaciones, creo que es una generalización, diría que gratuita. Todas las personas somos diferentes, así como todas las circunstancias también, por lo tanto entiendo que todas las separaciones también lo son.

Sólo Ricardo es tratado con cariño en el libro. En su opinión, ¿qué es lo que las mujeres buscan en el hombre?

Tanto Ricardo, como José Luis (el marido de Maribel) son tratados con cariño, porque se hacen merecedores de ello.

¿Qué buscan las mujeres en un hombre? ¿Qué buscan los hombres en las mujeres? ¿Quién lo sabe? Si tuviéramos las respuestas, tendríamos el secreto de la felicidad.

Al final, todo queda en su sitio. ¿Existe la justicia poética?

La justicia poética, no se suele dar mucho en la vida, queda en la mayoría de las veces, como algo utópico, Sin embargo literariamente, creo que si se debe dar. Los escritores, podemos escribir sobre situaciones escabrosas, indignantes, en definitiva, sobre situaciones adversas y negativas, pero al final, según mi opinión, debemos hacer el ejercicio de ofrecer un final feliz, siempre que sea posible.

Dejar una puerta abierta a un mundo más justo y mejor.

¿Cuál cree que sería el corolario de “Entre mujeres”?

Pues podía apuntar, a que después de leer la obra, las cosas quedan en su sitio; vendrán otros acontecimientos y situaciones, pero si los personajes, son un poco más felices, sabrán afróntalos con mejor actitud y determinación.

En la vida real, esto también es así.

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