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Paula Merlán
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Paula Merlán, escritora de libros infantiles: "Lo de ser abogada no era para mía"

miércoles 23 de noviembre de 2022, 23:00h

Paula Merlán es escritora, maestra de Educación Primaria y Licenciada en Derecho. Actualmente, compagina la docencia con la escritura.

Yo no me chupo el dedo
Yo no me chupo el dedo

Su primer álbum ilustrado vio la luz en el año 2012 y desde entonces ha publicado cuarenta libros para niños, algunos de ellos han sido traducidos a varios idiomas como: gallego, catalán, inglés, francés, italiano, coreano, chino, rumano, griego y malgache.

Desde el 2018, su obra ha sido premiada con dos medallas de oro y tres menciones de honor en los International Latino Book Awards en EEUU. Además, obtuvo varios reconocimientos por parte del Bank Street College of Education y la prestigiosa revista School Library Journal de Nueva York.

Merlán acaba de publicar con Carambuco Ediciones Yo no me chupo el dedo una historia pensada para eliminar este hábito en los más pequeños, lo que puede suponer todo un reto para familias y educadores.

Estudiaste en primer lugar Derecho, ¿cómo acaba una abogada dedicada a la literatura infantil?

Cuando acabé la carrera de Derecho empecé a trabajar en el despacho de abogados de mi hermana. En mi tiempo libre aprovechaba para dar clases extraescolares de animación a la lectura y música, porque siempre me he sentido muy vinculada al mundo educativo. En mis clases solía improvisar alguna de mis historias y me di cuenta que a los peques les gustaban. Eso me animó a escribir un cuento para mi sobrina, todavía en la barriga de mi hermana, y animada por mi marido la envié a algunas editoriales. Al mismo tiempo empecé a estudiar la carrera de Magisterio de forma semipresencial. Iba una vez al mes a la Universidad de Salamanca y recuerdo que fue una época intensa, de mucho trabajo, pero a la vez muy gratificante. Como lo de publicar resultaba complicado me animé a presentarme a algún concurso y tuve buenos resultados. Aunque la gran sorpresa fue la que me llevé un 22 de diciembre de 2011 al recibir un email donde la editorial La Galería del libro me comunicaba que estaban interesados en publicar mi primer álbum ilustrado: “¡Esto no es una fábrica de sonrisas!” Y hasta hoy van ya más de 40 libros en el mercado, muchos de ellos en varios idiomas...¡Algo que nunca llegué a imaginar!

Comenzaste hace ahora 10 años y ya has publicado más de 40 libros, algunos de ellos traducidos a varias lenguas, se puede decir que el cambio no te ha ido mal.

Así es, no me arrepiento de haber dado ese cambio en mi vida. Lo de ser abogada no era para mí. Me siento feliz con mis alumnos en el aula y todavía más cuando puedo leerles algunos de mis cuentos y profundizar en la historia, sus personajes... Es maravilloso cuando me dicen : “Paula, he visto tus libros en la librería”, o“ ¿Este libro también lo has escrito tú? En clase siempre tengo muchos cuentos en la biblioteca de aula y, por supuesto, no todos son míos. Es apasionante ver cómo disfrutan cuando compartimos sesiones de cuentacuentos o actividades relacionadas con la lectura. Animarlos a adentrarse en el mundo de la lectura así ¡es una auténtica gozada!

Ese éxito habla de lo exportable que son algunos de los temas que tratas en tus libros. ¿Es algo planeado o surge solo?

A veces la idea de un libro surge de forma espontánea, sin planificar, de alguna experiencia familiar o en el aula como: “El dedo en la nariz”, “Los piratas no se hacen pis en la cama”, “Las bolsitas de la señora T” o “La familia Uf”. Pero en otras ocasiones hay historias que he necesitado escribir por algún motivo concreto, como fue el caso de “Troglodita”. Estaba creando un proyecto sobre la prehistoria con alumnos de 5º de primaria y necesitaba un álbum ilustrado atractivo para introducir el tema y no lo encontraba, de ahí surgió la idea de este libro. Otro caso parecido es el de “La red de Inés”, también surgió de una necesidad en el aula para trabajar el tema de la contaminación de los océanos y el respeto al desarrollo de los seres vivos en su ecosistema.

¿Cómo nace en este caso la idea de “Yo no me chupo el dedo”?

La idea surge en una firma en la Feria del libro de Madrid, donde me preguntaron por qué no escribía un libro sobre los niños que se metían el dedo en la boca. El proceso de creación de la historia fue realmente divertido. Al tiempo que la escribía iba imaginando a los personajes en mi cabeza y en su escenario, la escuela infantil. Cuando Cesca Mestres, la editora de Carambuco, me comunicó que quería publicar el texto me llevé una gran alegría. Además, que Ana Zurita haya sido la ilustradora de esta historia la hace todavía más genial. Sus ilustraciones están llenas de color y de humor. Ha sido muy fácil trabajar con ella y también con Cesca, un auténtico regalo.

Como profesora, ¿es importante aprender que cada niño es diferente y que tiene sus ritmos, que no todos aprenden todo al mismo tiempo? ¿Frustra mucho eso a los padres?

Que cada niño es diferente es algo que tengo muy claro. A veces nos empeñamos en que el grupo clase evolucione al mismo tiempo y eso es un error. Cada niño es único, diferente e irrepetible. Algunos leen antes, otros después, unos suman más rápido que otros...pero creo que lo importante es disfrutar de ese proceso de aprendizaje por parte del alumno y de la enseñanza por parte del maestro. Trabajando y echándole ganas, pero con alegría, siempre motivando y creyendo en el potencial de cada niño. Creo que ese es el secreto para evitar frustraciones, tanto de alumnos como de padres.

Puedes comprar el libro en:

9788417766580
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