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6 eran 6, las chicas de oro
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6 eran 6, las chicas de oro

The Golden Girls

Por Azucena del Valle
"The Golden Girls" es el nuevo relato de Azucena del Valle. Hoy se nos ha puesto meláncolica la gachó rememorando el pasado. Si cualquier tiempo anterior fue mejor, lo que queda de vida tiene que convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Difícil misión para la Vani que es una poligonera de aúpa. ¡Y si no, que se lo digan a su novio de Bilbao!

- Mira Puri, ¡se acabó el ser unas moñas dando moralina a troche y moche tía, que el respetable está hasta el higo de tanta concienciación! y no somos ni sus madres, ni sus padres o similar; ¡a la mierda! ¡cada uno que se mentalice viendo documentales o mirando la tele si son capaces de levantar la vista del móvil! Putos zombis que te atropellan por la calle y ni se enteran; además, van a pensar que somos tristes, setas y reprimidas, y de eso nada monada.

- Pues vas a tener razón Vani, aunque con la cantidad de retos a los que nos enfrentamos este 2023, no se yo si vamos a poder dejar la lengua quieta sin sacarla a bureo, y no hay tantos enganchados al aparato las 24 horas, no te pases, a ver si además de tristes nos llaman también bordes y antipáticas.

- A eso se arriesga el que se expone criatura; haberte quedado guardadita como has hecho hasta ahora sin dar que hablar como buena Ávila´s cooperator, que me he enterado que así te llamaban The Golden Girls, ese grupo de seis tías, antológico y maravilloso al que sigues perteneciendo.

- ¡A mucha honra Vani! ¡Las mejores colegas que tuvo el Charlie de turno! todas querían ser Blanche Devereaux o Sophia Petrillo; la ligera y la que sentenciaba. Nos partíamos el culo por cualquier cosa y nos envidiaban las excluidas, pero tía, se es o no se es y el grupo nos eligió a nosotras, no nosotras al grupo. Estar en el sitio adecuado en el momento oportuno, he ahí la cuestión. Y dura, aunque la vida nos haya llevado por derroteros distintos. ¡Siempre nos quedará Sevilla!

- Y las cenas que os habéis marcado en sitios de moda, irredentas derrochonas, que la única pelá, un suponer, eras tú.

- Y que lo digas Vani, pero daba el pego, como ahora. The Mancha´s Charity, The Ventas tank, The princess of Bordania, The quality of Jaen y La nièce la plus chére… manejando idiomas y que me perdonen si la memoria me falla, pero era así o algo parecido eran nuestros nombres de guerra. Jóvenes representando a mayores y ahora mayores queriendo ser jóvenes. ¡Las vueltas que da la vida, mis queridas amigas! En aquellos tiempos nos lo creíamos todo, teníamos por delante una vida a medio descubrir y disfrutar, muchos proyectos e ilusiones, sueños… unos se han quedado por el camino y otros se han cumplido. ¿Por qué las recuerdo ahora y me vence la melancolía? Seguramente porque las echo de menos, aunque sé que están muy cerca…

- Mira tía, que la remembranza siempre nos acaba poniendo tiernas. El tiempo pasa para todo el mundo y a estas alturas de la vida, ya hemos restañado varias veces esa vasija que tenemos por corazón. Todas tenemos grietas por las que sale el dolor, o como diría el maestro Leonard Cohen “Haz sonar las campanas que aún pueden sonar, y olvida tu ofrenda perfecta; hay una grieta -una grieta- en todas las cosas. Así es como entra la luz…”. ¿Te das cuenta de cómo cambia la película? ¿Sale el dolor o entra la luz? El futuro es hoy, nunca llega el mañana; siempre es hoy y es mejor hablar de la esperanza, de lo que nos queda por escribir, disfrutar y sentir que anclarte en el aprendizaje que supone cada situación dolorosa. ¡A la mierda la pesadumbre y fuerza ante la adversidad! El camino es tan bonito e importante como la meta y muchas veces no somos capaces de disfrutarlo porque solo queremos llegar a toda costa, como sea.

- Cien por cien Vani, y hablando de vasijas rotas, me viene a la memoria algo que me descubrió otra buena amiga, Rosa.

- Puri, ya estás con la vena trascendental a la menor que te dejo…

- Pienso en mis amigas y en las veces que, a lo largo de estos años, alguien les habrá roto el corazón y vuelvo a escuchar otra vez la voz del japonés Sean Buranahiran que dice que en su país, cuando una taza -o un jarrón- se ha roto lo reparan llenando de oro las grietas para crear un revestimiento hermoso; es la manera de enfatizan la belleza de lo que alguna vez fue y ahora está dañado, porque cuando algo ha sufrido daño y tiene una historia, lo hace más bello… Afirma que esto mismo ocurre con los seres humanos, porque, todo lo que has pasado y todo lo que estás pasando ahora no hace tu vida más fea aunque nosotros creamos lo contrario si atravesamos momentos duros. La enseñanza es que todos, aún rotos, tenemos reparación y podemos elegir pintar nuestras batallas con oro y hacerlo hermoso; podemos levantarnos y aprender de lo que ha sucedido y convertirnos en una mejor persona debido a la adversidad que hemos atravesado. Se trata de llevar las cicatrices con orgullo, como si dijeras, ¡mira lo que he pasado! Me ha convertido en la persona que soy ahora y puedo superar todo lo que la vida me ponga por delante. Nadie ha tenido una vida perfecta y nadie nunca la tendrá, solo depende de nosotros si elegimos pintar de oro nuestras piezas rotas y hacerlas hermosas.

- Pero alguien tendrá la culpa de las cosas feas que nos ocurren, digo yo.

- Buranahiran dice que todo lo que nos pasa es por algo, que hay una razón, y solo nos será útil si dejamos de quejarnos, si aceptamos lo que nos ha ocurrido. Lo maravilloso está en la elección que hacemos ante la adversidad: si pintamos las grietas de nuestras piezas rotas con oro, algo que era doloroso y terrible, podemos convertirlo en hermoso e inspirador.

- Concluyendo Puri, que lo de anclarse en el pasado no mola porque quedas atrapado reviviendo un pasado que pasó y que seguramente idealizas en tu mente. Las Chicas de Oro eran maravillosas antes y se han convertido en una nueva versión de sí mismas más estupenda aún.

- Vani, o eres lista y adivina o tú también has visto el vídeo, jeta. Has llegado a la moraleja con clarividencia y sin atajos: cada nivel siguiente de tu vida demandará una nueva versión de ti y a veces se necesita estar roto para convertirte en esa nueva versión de ti mismo.

- Puri, ¿tú crees que nosotras hemos llegado ya a la mejor versión de nosotras mismas o todavía estamos en evolución? Porque yo no quiero que me jodan para seguir aprendiendo, un suponer.

- Ay Vani, que esto solo se acaba cuando nos dan con el punto final y a nosotras nos queda cuerda para rato, y hasta ese momento seguiremos aprendiendo a base de…

- ¡Tengo un novio de Bilbao que jode de lao!

- ¡Vani! ¡qué he dicho que no somos poligoneras!

- Tía, era solo un desahogo, bórralo y vamos a por unas birras, que me dejas siempre con un come come… Y por cierto, ¿cuándo has quedado con tus amigas?

- ¡Ahí me has dao Vani! ¡Ahí me has dao!

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