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Partenón de Atenas
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Partenón de Atenas (Foto: Archivo)

“HACKEANDO LO HUMANO"

Por Álvaro Bermejo
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beralvatelefonicanet/7/7/18
miércoles 12 de abril de 2023, 10:39h
Punto uno: Donostia a dos velocidades. Tras presentarlo como si nos cayera de los cielos de IBM, nos anuncian para 2024 la llegada del superordenador System One, con el que nuestra ciudad se situará a la cabeza del mapa global de la cuántica. Esperemos que no lo haga a la velocidad del AVE que nos prometieron, ¿para cuándo? Punto dos: mentes cibernéticas y humanas, también a dos velocidades.

En las primeras, con la entrada de la cuántica, se ha producido una mutación evolutiva. Han saltado de los sistemas binarios, los de la vieja computación, la de nuestros ordenadores, basada en dos variables -0 y 1-, a un sistema operativo que codifica la información en fractales de átomos y moléculas, acelerados por las leyes de la física cuántica. Ya no es tanto una cuestión de velocidad, sino de plasticidad. ¿Hasta qué punto los paradigmas de la inteligencia artificial van camino de superar a la inteligencia humana?

Pensaba poner como ejemplo el debate en torno a la gestación subrogada. La perpetra Miguel Bosé, todas las bendiciones. La perpetra Ana Obregón, escándalo nacional, anatema. En pleno siglo XXI sigue vigente la ideología maniquea, la de los sistemas binarios. 0 y 1, blanco o negro. Así funciona la sinapsis progresista. Absolución o condena, según se acomode a nuestro pueril argumentario de contrarios. Nos convendría erigirnos en hackers de nuestras propias mentes.

Recree en la suya la imagen del Partenón. ¿Qué ve? Un templo del saber, el de los filósofos griegos. No es tan simple: allá se rendía culto a Palas Atenea, conocida como Parthenos, la Virgen, una Notre Dame ateniense. Tutora de las artes y las letras, sí, pero de culto obligado ¿Por qué se invita a Sócrates a suicidarse? Por defender una existencia etérea tras la muerte, sin el consentimiento de ningún dios. El Partenón dictó sentencia.

Salto hasta Yuval Harari y su última ecuación: B*C*D: HH. Saber biológico (B) multiplicado por el poder de la computación (C) y expandido por sus data (D), igual a la capacidad de hackear lo humano (HH).

¿En qué se traduce? En atrevernos a pensar de otro modo, más allá del bien y del mal, más allá del 0 y el 1. Migrar de la simplicidad binaria a la complejidad cuántica. ¿Qué cifra la plasticidad del System One? Una refracción de nuestra propia e ignorada plasticidad neuronal.

Mentes híbridas. Preferir el átomo a la masa y, dentro del átomo, la membrana. Cuando desertas del sistema binario de pensamiento, dudas. Pero cuando dudas, evolucionas.

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