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Jennifer Lo y su arrima cebolletas
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Jennifer Lo y su arrima cebolletas (Foto: de You Tube)

EL CULO DE LA JENNIFER

Por Azucena del Valle
Hoy Azucena del Valle nos ilustra en "El culo de la Jennifer" cómo se está poniendo de moda que las mujeres se aumenten el trasero hasta proporciones de platillos volantes. A este paso va a ser Iker Jiménez el que se adentré en este campo del que parece que sabe tanto. Antes solo se agrandaban el pecho, y si no que se lo digan a su mujer. Eso si que es un OVNI.

- Me quiero subir el culo, tía Vani.

- Pero ¡qué dices, criatura! ¡Si con el hiphugger y los colaless ya lo llevas en la cintura!

- Soy de tangas y bragas de corazón, pero cuando me quedo en perigotes se pierde el efecto, y yo quiero que sea duradero.

- ¿Escuchas a la Aitana, Puri? Que quiere tener unos glúteos como los de la Jennifer López, que dicen las leyendas urbanas que son naturales gracias a su buena genética y a sus horas de gimnasio, y que los tiene asegurados por una friolera de millones de dólares. Es el trasero más deseado y cotizado del mundo y pasa de los cincuenta y dos añitos la tía. Ahora sólo se lo toca Ben Affleck.

- Parece que el rumor es incierto, Vani; quien sí aseguró su trasero fue Kim Kardashian por 10 millones de euros… y más que posaderas, parece un pandero árabe para tocar a seis manos. ¡Es grande como la plaza de toros de las Ventas!

- ¡Pues yo quiero tener el culo alto! A mi crush le gusta tener dónde agarrarse mientras me dice al oído: este culito que no pase hambre. Si me lo subo, no me hará nunca un next.

- Ay flor de loto, que te escucho y me despeloto. Y todo por buscar lo fácil y poner el amor en la llopa. La dieta fitness y el gym esculpen tu figura casi gratis, a base de sentadillas con peso, zancadas o estocadas también con peso, patada de burro, puente para glúteos con elevación de cadera o la clásica elevación de piernas. Y los pantalones push up, contribuyen a realzar las curvas y la forma del tren inferior y de los glúteos.

- Yo le digo que, si su body fuera una fuente de ingresos, lo entendería, pero para vender chapatas, pan gallego o pistolas en la panadería La Rosca, no tiene mucho sentido que tenga que pedir un “credi-culo” al Santander.

- Yo sabía lo del “credi-lolas” que piden en Sudamérica con la mayoría de edad las chiquillas, pero esta modalidad es nueva para mí, aunque visto como está la generación de cristal, me lo creo todo. Sólo cuenta la imagen exterior, y entiendo que se retoquen las que son difíciles de mirar de brazos morcillones, pero ¡la Aitana! Con lo mona que es…

- Entiendo que vosotras no os queráis retocar porque ya tenéis casi imposible mejorar hasta el código de barras, pero yo quiero lucir espectacular. ¡Y la imagen es lo más!, es lo que vende. Me jode cuando decís que la efigie es superficial porque lo importante está en el interior. Si me veo guapa, me sentiré guapa y me querré más. Es una cuestión psicológica y la apariencia que quiero proyectar es mía.

- Pero Aitana, ambas cosas deben ir en consonancia, tía. Si vas estupenda y la cagas cuando abres la boca, lo has jodido todo. No entiendo cómo se está poniendo de moda arreglarnos la cara “B” si miramos de frente. Empieza a fascinar sobre todo a las menos jóvenes, léase Lomana o Pantoja, por ejemplo. La primera dice que tenía “una banana blandita”. Me descojono.

- Es lo que pasa con tanto adelgazamiento, que el culo se descuelga y se lo suben a golpe de bisturí, a la carta, por supuesto, porque no todos los glúteos son iguales, como dice el doctor Antonio Tapia de la Clínica Quirón de Barcelona: Para definir las nalgas perfectas debemos asociarlas al cuerpo que las acompaña, teniendo en cuenta la estatura, la calidad de la piel y la textura del tejido.

- Por eso se ven tantos adefesios operados, porque algunas no son conscientes de que antes de ponerse el culo grande debieran alargarse las piernas.

- Y digo yo, toda la vida queriéndonos quitar grasa de la barriga y ahora nos la metemos en el trasero. Es el lipofilling -relleno de grasa autóloga- o la gluteoplastia si se ponen una prótesis de gel cohesivo de silicona, que son las más consistentes y rígidas. Y creo que ronda la friolera de los seis mil euros.

- Joder, tía, que grima. Las colocan dentro del músculo glúteo o por debajo, quedando la incisión en el pliegue interglúteo y, además de estar ingresada unos días llevando una sonda, durante un mes portan venda y drenajes, y mucho tiempo tumbándose en decúbito prono.

- Y tomar antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos… eso contando con que la prótesis esté bien colocada y no se gire… ¿Y cuándo pueden montar a caballo?, un suponer. Por si se lo pone Elena…

- Hay modas que matan cuando no se quiere asumir el devenir de los años. Según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora), el retoque de aumento de glúteos ha crecido un 30% en los últimos años. Encima, la Universidad de Oxford ha realizado un estudio que relaciona tener unos glúteos consistentes con gozar de una salud de hierro, porque un cargamento de adipocitos en caderas y nalgas protege frente a enfermedades cardiovasculares, además de indicar altos niveles de ácidos grasos Omega 3 -que favorecen el rendimiento cerebral-, así como la leptina, la hormona reguladora del apetito.

- ¡Joder! por fin empiezo a entender por qué cada día se ven en la calle más culonas con pantalones apretados que no dejan respirar. ¡Para no tener infartos!

- De uno de miocardio voy a morir yo si la Aitana persiste en el intento. Déjalo para cuando tengas setenta años y la “banana blandita”, tía.

- ¡Allá ella! Nosotras vamos a empezar con el entrenamiento efectivo.

- ¿Y por qué músculo comenzamos, tía? ¿Por el glúteo mayor, el medio, el menor o el piriforme que se encuentra en la región más profunda? Porque también es importante tonificar los isquiosurales -bíceps femoral, semimembranoso y semitendinoso para los que no se machacan en el gym-, para que el efecto levantamiento sea más visual y un poquito de cardio para quemar grasa…

- Tía, me están entrando sofocos sólo de pensarlo. Mórtimer estoy ya. Vamos a tomar un gin y empezamos a decidir.

- ¿Y cuántos años de esfuerzo necesitaremos para tenerlos como la Jennifer?

- Hasta que cojamos el andador, tía, hasta que cojamos el andador.

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