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Israel Díaz Reinado
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Israel Díaz Reinado (Foto: cedida por la editorial)

Entrevista a Israel Díaz Reinado: "Cádiz nos aporta espacios pintorescos, personajes con alma, descontento social y gastronomía inigualable"

Autor de "El fin de ninguna parte"
Por Javier Carrascosa
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luisjaviercarrascosagmailcom/20/20/26
martes 16 de septiembre de 2025, 17:16h

Israel Diaz Reinado (Cádiz, 1973) es ingeniero de datos y ha dedicado su carrera profesional al análisis financiero. Comenzó su pasión por la escritura con la revista Altazor, fundada en su ciudad natal. Sus relatos de suspense se han viralizado, llegando a millones de lectores a través de las redes sociales. Ahora publica su nueva novela con la editorial Harper Collins Ibérica que saldrá a la venta el 17 de septiembre.

El fin de ninguna parte
El fin de ninguna parte

¿Cómo un ingeniero de datos que se dedica al análisis financiero acaba escribiendo thriller?

Podría decir que, aunque me gustara escribir, de algo tenía que comer, pero la realidad es que desde muy pequeño me fascinaron las nuevas tecnologías y esto me llevó a devorar libros de ciencia ficción, que a su vez me llevaron a otros géneros, así que la pregunta no es descabellada. La tecnología me empujó a escribir. En primaria tenía una maestra que nos animaba a redactar un cuento todos los días y luego se votaba el mejor. Yo no dejé un solo día de hacerlo. Era algo que me entusiasmaba. Le estoy muy agradecido. En la adolescencia un amigo me animó a participar en su revista literaria en una época en la que no existía internet. A mi madurez ha sido cuando me he tomado en serio el oficio, movido por el éxito de mis relatos de intriga en redes sociales, que se han hecho virales. Le tomé gusto al suspense y no me quedó más remedio que escribir un thriller. Era un monstruo que tenía que liberar.

“El fin de ninguna parte” es una novela de suspense que se desarrolla en Cádiz y usted es de esta ciudad ¿homenaje?

No soy el primero ni el último que ubica una trama de novela negra en la ciudad de Cádiz. Mi historia transcurre tanto en la capital como en las pequeñas localidades costeras más al sur, así que en cierto modo es un homenaje a toda la provincia, y sobre todo a sus playas paradisíacas, que conocí desiertas y ya no lo son tanto. De la capital puedo decir que invita a la novela negra mediterránea. Cádiz nos aporta espacios pintorescos, personajes con alma, descontento social y gastronomía inigualable. Vázquez Montalbán podría haber cambiado Barcelona por Cádiz y sus libros hubieran sido aún más universales.

¿Este libro es fruto de su imaginación o se basa en hechos más o menos reales?

Los protagonistas de esta historia investigan un crimen y luego al tirar del hilo descubren un entramado ilegal de atún rojo. Es cierto que circulan actualmente en la prensa noticias sobre la pesca ilegal de atún o supuestos tráficos ilícitos de estos peces. Tenemos que considerar que tan solo un atún puede alcanzar un precio en el mercado de varios miles de euros. Pero el entramado que describo en la novela es mucho más grande y bastante más criminal que los casos reales. En cierto modo estos casos publicados en la prensa me han inspirado. Por lo demás, los personajes y hechos son ficticios, aunque no los escenarios de la historia. Incluso algunos restaurantes descritos son lugares reales, pero no los revelaré aquí. Son pequeñas píldoras que dejo para sorprender a los lectores.

¿Cómo se ha documentado para escribir esta novela?

Reconozco que he tenido que estudiar a fondo la técnica de la almadraba, de la cual había oído hablar, pero no conocía los detalles. Es una tradición milenaria que tiene su propio vocabulario, su propia ciencia. Actualmente se entremezcla la sabiduría popular heredada de padres a hijos con la más moderna tecnología de seguimiento de atunes mediante satélite.

La obra se desarrolla en el litoral gaditano ¿se lo ha recorrido entero para conocerlo?

Desde mi adolescencia he disfrutado de estas playas, tanto en verano como el resto del año. Eran mi refugio de juventud. Hubo una época hace décadas en las que las comunicaciones por carretera no eran buenas y no existían las redes sociales. Las playas de Cádiz eran paraísos perdidos, como relato en mi libro. Hoy son conocidas en toda España y se han convertido en objeto de peregrinación. Para mí esta costa siempre ha sido cuna de misterios, aunque sea solo una percepción personal, por esa condición asilvestrada que todavía conserva. Todavía quedan zonas vírgenes. El viento de levante, que se vuelve inmisericorde durante muchas semanas al año, impide que esto se convierta en otra Costa del Sol. Sobre la pregunta, te diré que sí me la he recorrido entera. Para dar veracidad a la historia me he visto obligado a explorar nuevos rincones y zonas que eran completamente desconocidas para mí. He visitado una conservera de atún y contemplado un ronqueo, el famoso despiece de este pescado en torno al cual gira El fin de ninguna parte. También he recorrido varios tramos en barco, imprescindible para tener una visual completa del parque de la Breña, con impresionantes pinares y acantilados.

¿Cuánto tiempo le ha llevado escribir el libro?

Un libro como este, de unas trescientas páginas, lo puedo planificar y desarrollar en un año. Cuando lo escribí todavía no tenía editorial, así que pude revisar la historia varias veces y prácticamente reescribirlo a medida que descubría mejoras. Podemos decir que he aprendido a escribir novelas con esta obra prima, ha sido un ejercicio de ensayo y error que me ha llevado varios años.

¿Hay algún personaje en el que se vea reflejado?

No. El protagonista es una persona separada y con dificultades para encontrar pareja, además tiene una hija a la que hace años que no visita. Hugo Monforte fracasa en su vida personal y busca la redención a través del trabajo. Afortunadamente soy muy feliz con mi pareja y mis hijos. Lo único que me une a Monforte es la pasión por la comida y el vino. Mi vida es muy normal.

En el libro hay un personaje que bucea, ¿fruto de la casualidad?

No es casualidad en absoluto. Soy buceador deportivo con veinte años de experiencia. Ha sido para mí un placer escribir los pasajes que transcurren bajo el mar. De esta forma también invito a conocer las profundidades de la costa de Cádiz, de aguas turbias y bravas, con temperamento indomable que las hacen diferentes al resto de España. Bucearlas es un privilegio y una aventura.

¿Esta novela tiene el final cerrado o se puede seguir escribiendo una segunda parte?

Declaro de manera expresa y sin ningún tipo de complejos que el final es abierto y creo que le queda bien claro a todo aquel que lo lea. Mi sueño es que la novela tenga éxito y el público me pida una segunda y tercera parte. La trama y los escenarios invitan a varias secuelas, incluso más interesante que el primer libro. Espero que los vientos soplen a nuestro favor y las circunstancias sean propicias para que este proyecto salga adelante.

Puedes comprar el libro en:

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