El país sigue hecho unos zorros con la pobreza crónica creciendo imparable, el fiscal fiscalizado, y lo que quieras, pero al final, pelillos a la mar. Las reclamaciones al maestro armero Puigdemont y cada palo que aguante su vela. Vete a lo tuyo, vive y deja vivir. Te van a tangar igual, pero relájate y disfruta de un otoño genial. Ha hecho una temperatura media de 18 o 20 grados y viento sur (así se nos ha ido la olla) Yo misma tenía que estar feliz, pero estoy cabreada. Resulta que he terminado mi nueva novela, pero ahora necesito que haga mucho frío para estrenar mi chaquetón camel peludo. La insoportable levedad del ser. Pues eso.
Con viento norte o sur, somos un número en una estadística controlada por el puto algoritmo del mercado. Ya sabes que el mercado lo manejan los ricos y los ricos no tienen ideología, tienen dinero. La ideología es el opio de los pobres y el mercado no quiere idealistas, quiere consumidores. Fíjate que tontamente me he sacado de la manga un axioma demoledor. Si fuera coherente (espero no serlo nunca) tendría que hacer una tesis doctoral de esto y no una columna de prensa. Pero oye, que no falte. Emocionada y agradecida.
Puedes comprar los libros de Begoña Ameztoy en: