Su escritura surge de la necesidad de expresar aquello que guardaba en su “armario emocional”. Comenzó escribiendo cartas donde compartía su dolor, su amor y su melancolía, y pronto descubrió en la literatura un poderoso instrumento de sanación. A través de sus libros, narra cómo las terapias holísticas y las técnicas de mediación se entrelazaron en su vida, guiando a otros a encontrar sus propias respuestas. ¿Y AHORA QUÉ? es el último libro de su trilogía Cállate y bésame, basada en hechos reales, que revela cómo la protagonista, Amarna, logra vencer sus últimos miedos derivados del trauma de la violencia de género. Este cierre refleja no solo la transformación personal de la protagonista, sino también el recorrido completo de sanación que Alina comparte con sus lectores. Con estas obras explora el recorrido de la víctima al cierre personal tras experiencias de violencia de género, es un testimonio de resiliencia y superación. Alina Prades combina la honestidad emocional con herramientas terapéuticas prácticas, desde kickboxing hasta reiki, para mostrar que la transformación personal es posible y accesible. Invita a los lectores no solo a reflejarse en la historia de Amarna, su personaje central, sino a inspirarse para asumir un papel activo en la creación de su propia vida. ¿Crees que tu formación previa ha moldeado la manera en que construyes los diálogos, desarrollas los conflictos o abordas las dinámicas de relación entre los personajes de tu ficción? Totalmente. Si no me hubiese especializado en intervención y mediación familiar, probablemente, no tendría la visión de “ver el conflicto como una oportunidad de mejora” y seguramente, no hubiese sanado al nivel en que lo he hecho. Mis estudios me han permitido tener presente en todo momento que tenía que mantener el foco en lo que me estaba enseñando el problema para que yo cambiara, mejorara o transformara mi modo de ver, sentir, hacer o vivir. Tu trilogía es un testimonio de superación. Me gustaría saber qué autores o autoras, dentro o fuera de la ficción, han sido tus mayores referentes para construir tu voz narrativa o para definir tu entendimiento sobre el propósito de la literatura. Rebecca Campbell, Louise Hay, Virginia Blanes y Borja Vilaseca han sido mis grandes referentes. Estos autores narran desde la experiencia vivida, desde la transformación que quisieron hacer en sus vidas para mejorar. Ellos, desde la sabiduría que les ha dado el conflicto y el trauma más sus propias herramientas terapéuticas, han escrito libros de crecimiento personal preciosos y prácticos de verdad. Mencionas que la literatura te ayudó a "sanar desde el amor". ¿Buscas que tus novelas no solo actúen como un espejo para quienes han vivido la violencia, sino también como una herramienta activa de resiliencia para el lector? En efecto. Escribo los acontecimientos y comparto las herramientas terapéuticas de un modo en el que tanto las personas que hayan sufrido violencia como las que no, puedan inspirarse y tener ese empujón de resiliencia que en algún aspecto de sus vidas, les pueda hacer falta, para ellos o para ayudar a alguien de su círculo vital. En los tres libros intento hacer llegar al lector la idea de que si yo he podido superarlo, cambiar y transformar mi vida, ellos también pueden. Dado lo delicado del tema, cómo fue el proceso de encontrar el tono narrativo adecuado para la historia de Amarna. ¿Qué desafíos encontraste al equilibrar la honestidad emocional con la necesidad de ofrecer un relato que inspire y no solo provoque dolor? El principal desafío fue llegar a creer que mi historia pudiese ayudar a las personas y que mi forma de sentir fuera entendida. Tuve que trabajar esa parte de inseguridad en mí mientras escribía Cállate y bésame. En cuanto lo publiqué y recibí los feedbacks de las lectoras, vencí el desafío. Las herramientas terapéuticas son centrales en tu obra. ¿Cómo decides qué métodos (kickboxing, reiki, terapia) integrar en la trama y hasta qué punto investigas su aplicación para que se sientan auténticos en la ficción? Las investigué en carne propia y al ver que todos y cada uno de los métodos funcionan, los plasmé de la forma más real que pude. Si el kickboxing me ayudó a caminar por la calle sin miedo, potenciando la confianza en mí misma y a disminuir mi ansiedad, a sentir que de verdad era una mujer fuerte a nivel mental, valiente y que mi cuerpo era bonito, este concepto también podrían aprenderlo y sentirlo muchas más mujeres. Si el reiki me ayudó a disminuir la tensión corporal de mis músculos y a dormir mejor, también podría ayudarles a las demás. Mi objetivo es mostrarle al lector esa parte de práctica que a las personas nos hace falta para llegar a saber y sentir el valor que tenemos; porque la teoría está muy bien, pero nunca podrá llegar a hacerte sentir merecedor de una vida exitosa a no ser que hagas alguna práctica y lo sientas de verdad. Me intriga la línea entre el testimonio íntimo y la ficción. ¿Hubo un momento durante la escritura en que el personaje de Amarna tomó vida propia y se distanció por completo de la "Alina superviviente"? En las tres novelas están bastante unidas, pero sí que hay momentos en los que Amarna toma vida propia. Ella es más entusiasta y más soñadora y Alina superviviente es la más terrenal. Al tratar un tema tan sensible como la violencia de género, ¿tuviste algún desafío respecto al manejo del contenido, el mensaje final o la estrategia de presentación de la trilogía al público? Mi desafío fue intentar ser lo más cuidadosa posible en cuanto a explicar los sucesos más violentos y traumáticos. No para suavizar la realidad, sino para que todo lector pudiese comprender esa perspectiva vivida desde la mujer que está dispuesta a sanar su historia, a responsabilizarse de sus emociones y a cortar con aquellos patrones de repetición que sin darse cuenta, la han llevado a vivir algo así. Elegir una trilogía para contar este proceso (víctima, superviviente, cierre) implica una visión de largo plazo. ¿Tenías la estructura completa de los tres libros definida desde el principio, o el desarrollo emocional de Amarna fue guiándote a expandir la historia? El desarrollo emocional de Amarna fue lo que me guió a expandir la historia. A pocos capítulos antes de escribir el final del primer libro comprendí que era importante continuar para plasmar todo lo que pasa cuando ya lo has superado y lo mismo me sucedió con la segunda publicación. Sin duda publicar ¿Y ahora qué? no solo supone tener una trilogía a nivel profesional. Significa haber cerrado mi ciclo de sanación y curación con la violencia de género. ¿Consideras que toda obra que aborda la violencia de género, incluso enfocada en la superación individual, se convierte inevitablemente en un acto social o político? Si es así, ¿es ese un rol que asumes conscientemente al escribir? Tristemente, sí. Con Cállate y bésame me di cuenta que por más neutral que yo quisiera plasmar el relato, habría muchas personas que discreparían de mi visión, aún así, aposté por todas las que podrían verlo como yo y a las que mi perspectiva pudiera ayudar a abrir las suyas, por eso continué hasta el final con este proyecto. Como escritora y persona, tengo claro que no voy a gustar a toda la sociedad, pero mi foco siempre estará en apostar por los que sí quieran y accionen ese cambio desde sí mismos. Es cierto que vivimos en una sociedad donde cuanto más “víctimas” nos sintamos, más moldeables vamos a ser como sociedad, por ello en cada uno de los libros recalco la importancia de que “somos responsables de crear nuestra propia vida”. Una vez que has cerrado el ciclo de Amarna con "¿Y ahora qué?", ¿hacia dónde te gustaría llevar tu escritura? ¿Tienes planes de explorar otros géneros o temáticas, o sientes que aún quedan aspectos de la superación y el amor propio que deseas indagar? Siento que mi área es el mundo terapéutico y el crecimiento personal, y aunque por ahora voy a tomarme unas ligeras vacaciones para poder continuar dándole mimo a mi trilogía, sé que en breve, abriré un nuevo proyecto en relación a esta temática. Puedes comprar el libro en:
+ 0 comentarios
|
|
|
Si (
No(
