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LITERATURA > LOS IMPRESCINDIBLES - Álvaro Bermejo
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| Alejandro González Iñárritu |
Y si nos atreviéramos a contar la guerra de Ucrania desde el juego de perspectivas que levanta ‘Babel’? ¿Y si nos acercásemos a la devastación del hombre contemporáneo cruzando el agónico vuelo de ‘Birdman’ con el descenso a los infiernos de ‘Biutiful’? No les oculto que sigo y persigo a Alejandro González Iñárritu como uno de los contados realizadores contemporáneos que entiende el cine como un arte mayor.
Panatismo: término empleado con sumo acierto por el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, para definir el babeante vasallaje rendido en nuestro país ante el fallecimiento de una reina británica cuya única virtud conocida no iba más allá de combinar los tonos de sus bolsos y sus sombreros. Pageantry: término inglés que se traduce como pompa, boato o esplendor, cuyo sentido tampoco es inocente. Busca restaurar el relato de la grandeza nacional junto con el de ese mundo de ayer donde las monarquías tenían un sentido: preservar el aura del mito.
Preservar una cierta memoria, apostar por la objetividad, no ocultar la escalada de mayúsculos sinsentidos que han llevado a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ante el relato que nos presentan a diario las grandes cadenas audiovisuales, te convierte poco menos que en un enemigo de Occidente, si no en un peligroso antisistema. Lo canónico, entonces, será comulgar con ruedas de molino. Sólo ahora, cuando comenzamos a sentir su presión aplastante, pero también cuando ya no cabe marcha atrás, descubrimos lo obvio y tanto más dramático: no es Putin, somos nosotros quienes nos hemos disparado una bala en el pie.
| Mijail Gorbachov (Foto: Nueva Tribuna) |
La noticia de cabecera no podía ser otra: ayer el fallecimiento de Mijail Gorbachov, hoy el de Isabel de Inglaterra, dos personajes de enorme relevancia histórica. Entre esas dos efemérides, otro no menos relevante, pero invisible a lo largo de los últimos treinta años –“el hombre más solo del mundo”- ilustraba el cierre de los diarios con otro cierre.
Pero qué aberración! ¡Es intolerable! Suministramos a Ucrania miles de millones de euros en armamento, multiplicamos las sanciones contra Rusia, declaramos a Putin enemigo de la humanidad, ¡y el autócrata del Kremlin responde cortándonos la llave del gas! Tras escuchar a diario razonamientos de este nivel uno se pregunta, no ya tanto por la locura inherente a cualquier guerra, sino por los límites de la cordura, incluido el cociente intelectual del establishment que rige nuestros destinos.
| Tzevan Todorov (Foto: Javier Velasco Oliaga) |
Puede un poeta dar lecciones de alta política a las élites mediáticas concertadas en cretinizarnos? El canadiense Peter Dale Scott escribe versos, ejerce como profesor de literatura en Berkeley, pero se le conoce más por su rango como doctor en ciencias políticas. En 1972 emprendió un trabajo de investigación acerca de lo que se ha dado en llamar el Estado Profundo norteamericano -Deep State- de lectura obligada para entender el mundo contemporáneo tal como es y no como nos lo presentan.
Sean físicas o metafísicas, las únicas fronteras que me interesan son las permeables. Más de que de geopolítica, hablemos entonces de “geopoética”. Un día te pierdes por la Francia secreta y, de repente, en una pequeña librería, te encuentras con lo último de Claudio Magris. ¿Qué más puedes pedir?
| Tennesse Williams siempre fumando |
Has aparecido, perfecto en el horizonte del cielo, oh, viviente Atón. Ahora entiendo por qué los egipcios descrismaron a Akenatón: componer un himno a Atón, lo que vale por decir al sol, con la que está cayendo. Toda Europa bajo la canícula asfixiante, aplastante, obsesiva en cada conversación, en cada pantalla. El sol como emisario apocalíptico, signo de los tiempos. Al galope de los cuatro jinetes del cambio climático, la factura de los aires acondicionados, los incendios que no cesan, los pantanos que se secan, el agua como un bien escaso, no hay suficiente hielo para el próximo gin-tonic.
| Incendios por toda España |
En el siglo I, según cuenta Estrabón, una ardilla podía cruzar Iberia desde los Pirineos a Tarifa saltando de árbol en árbol sin tocar el suelo. Hoy lo haría huyendo de incendio en incendio, mientras los “Estrabones” de servicio se limitan a imputar la calamidad al cambio climático, con la misma desvergüenza con que aquel decrépito dictador atribuía el tercermundismo nacional a la “pertinaz sequía”.
Dudoso honor el mío: nací el mismo día, mes y año en que nació ETA. Escribo desde que tengo uso de razón y, en la prensa vasca, desde hace cerca de cuarenta años. No cuento los artículos acerca del drama que nos ocupó a lo largo y ancho, pero sobre todo a lo profundo de ese tiempo, publicados con mi firma. Advertido y amenazado, como tantos. Sin ninguna cobertura, sin ningún amparo, también como tantos. Cuando asesinaron a Miguel Ángel Blanco ya estaba cansado de ver todo lo que había detrás: el hundimiento moral, pero también el cálculo. Te avergüenzas hasta de la condición humana.
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