Manuel Altolaguirre: Un poeta vanguardista y crítico literario de la Generación del 27Manuel Altolaguirre combinó su pasión por la poesía con la crítica literaria y el mundo de la impresión y la edición. De su actividad como creador de revistas literarias son buen ejemplo, entre otras, “Ambos”, “Litoral” (junto a Emilio Prados: revista en la que publicó su primer libro: Las islas invitadas), “Cuadernos Literarios de Poesía”, Héroe (junto a su mujer Concha Méndez), “Caballo Verde para la Poesía” (que dirigió Pablo Neruda)...
Antes A mi madre.
Manuel Altolaguirre: Soledades juntas.Madrid, Editorial Plutarco, 1931.
Altolaguirre contrajo matrimonio con la también poeta Concha Méndez -fruto del cual nació su hija Paloma-, y de la cual se divorció en 1944 para casarse con María Luisa Gómez Mena, a la que había conocido en su exilio cubano -si bien nunca perdió una buena relación son su primera mujer-. En ele libro Nuevos poemas, de 1946, le dedica el romance “Nube a nube” (en el que la asonancia recae en los versos impares): Nube a nube hasta muy hondo / haciéndome un alma estoy / dentro de mí, donde gozo / tristezas que se hacen luces / o música, donde lloro / deleites que se hacen humo, / humo negro y silencioso. // El amor rompe esas nubes / y apaga tristezas. Solo / quisiera sacarme el alma / para quererte del todo. // O que tu vida, amor mío, / de torre se hiciera pozo, / que en mí se clave, se pierda / como un reflejo sonoro / de mi sueño, de ese sueño / que se me va de los ojos Fijada su residencia en México, se dedica también al mundo del cine, y como guionista, obtuvo el Premio de la Crítica en Cannes (1952) por “Subida al cielo”, película dirigida por Luis Buñuel. https://www.youtube.com/watch?v=seJFXFMheBs En 1959 el matrimonio regresa a España, para presentar en el festival de Cine de San Sebastián su película “Cantar de los Cantares” -basada en el texto bíblico del mismo nombre traducido por fray Luis de León-; un intento de fusionar la mística castellana con la exuberancia mexicana. https://www.revistaatalante.com/index.php/atalante/article/view/1219/1615 Pero de regreso a Madrid, el 23 de julio de 1959 tuvo un accidente automovilístico en el pueblo burgalés de Cubo de Bureba, Su mujer murió en el acto y el poeta tres días más tarde, en la Clínica de San Juan de Dios, en Burgos. Tenía 54 años de edad. Su muerte interrumpió la edición de sus Poesías completas, y fue el poeta Luis Cernuda el encargado de su publicación (México, Fondo de Cultura Económica, 1960). Aunque en sus primeras producciones poéticas Altolaguirre estuvo influenciado por los movimientos vanguardistas (ultraísmo, creacionismo,... -al igual que sus compañeros de la Generación del 27, -deudores todos de Juan Ramón Jiménez-, especialmente en el tratamiento de la metáfora), lo cierto es que nuestros clásicos siempre fueron motivo de inspiración. Para hacer un recorrido de global de su poesía, puede leerse el artículo de Díaz de Revenga “La poesía de Manuel Altolaguirre, de principio a fin”. https://rua.ua.es/server/api/core/bitstreams/6964cd02-dcf9-4baa-8f90-0d7ffcfeadec/content Por nuestra parte, hemos elegido un poema de Soledades juntas, dedicado a su madre, fallecida el 8 de septiembre de 1926: el poema “Antes”, que encabeza la obra. Porque en él advertimos uno de los rasgos que definen su poesía: la plasmación espiritual de sus propias vivencias; en este caso la del profundo dolor que siente por su muerte. Y todo concentrado en 14 heptasílabos en los que ha prescindido de la rima, llenos de nostalgia. Lo que viene a decirnos Altolaguirre es que él hubiera preferido morir antes que ella, para añorarla desde el otro mundo (es decir, el poeta muerto, frente a la madre viva), en vez de añorarla desde el mundo de los vivos (es decir, el poeta vivo y la madre muerta); porque tan dura es la orfandad “aquí en lo conocido”, como “allá, en lo misterioso desconocido”. Esos “aires difíciles” y “entre grises aceros” son una metafórica referencia al mundo de ultratumba, que contrastan con esos “verdes jardines” y esa “sangre ardiente”, en alusión a la pervivencia intemporal de la madre, borrando los límites entre el “aquí” y el “allá”, aun cuando el poeta no estuviera entre los vivos. Sin duda, este doble concepto de orfandad en la vida y después de la muerte es tan original como conmovedor. Y el título del poema no puede ser más exacto para expresar su eje temático: el poeta habría querido morir ANTES que ver a su madre muerta, un suceso que le afectó enormemente y que originará muchos otros poemas. [Fernando Carratalá]. Puedes comprar sus libro en:
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