18/11/2025@14:14:00
Dicen las crónicas que el Caballero andante murió, y que lo hizo como Alonso Quijano, para quien sus amigos y convecinos desearon al final una vida sin tanto agitamiento como el ya habido en su flaco cuerpo, pero es verdad también que, a tal propuesta de sosiego respondió el Caballero: “tened por cierto que, ahora sea Caballero andante o pastor por andar, no dejaré siempre de acudir a lo que hubiéredes menester, como lo veréis por la obra”.
Publicamos un nuevo artículo del escritor mexicano Manuel Lopezneria Fernández, seguidor de nuestro adalid de las letras Miguel de Cervantes Saavedra.
Nuestro poema de cada día
Elegida (silla «U») el 7 de mayo de 2015, la poeta y traductora Clara Janés ingresó en la Real Academia Española (RAE) el 12 de junio de 2016 con el discurso titulado «Una estrella de puntas infinitas. En torno a Salomón y el “Cantar de los cantares”». Le respondió, en nombre de la institución, Soledad Puértolas.
Corría el año 1964 y a rebufo de la celebración del 350 aniversario de la publicación de la segunda parte del Quijote, don Antonio Irureta, en carta enviada a don Torcuato Luca de Tena, director del diario ABC, lanzaba la idea de erigir un colosal monumento, que fuese orgullo nacional, en honor de don Quijote y Sancho.
La Orden de Calatrava es la más antigua de España, creada en 1158 con sus grandes fortificaciones en Calatrava la Vieja y Calatrava la Nueva, fue la Primera Espada de la Reconquista estando siempre en primera línea de frontera contra los almohades. Miguel de Cervantes no sólo conocía la Orden, sino que la cita en varias de sus obras y atravesó sus dominios cada vez que efectuaba un desplazamiento a cualquier lugar de Andalucía debido al desempeño de los distintos oficios en los que sirvió a la Corona.
Don Quijote ha decidido hacerse pastor: al no poder seguir imitando el modelo de vida de los héroes de la novela de caballerías –según la promesa hecha al Caballero de la Blanca Luna de abandonar, al menos por un año, las armas y retirarse a su lugar de origen–, el hidalgo manchego opta por convertirse en uno de esos idealizados pastores que consagraron literariamente no solo Garcilaso de la Vega en sus Églogas, sino también la novela pastoril renacentista. Y don Quijote está convencido de que a ese mundo pastoril se van a incorporar, además de Sancho Panza y la mujer de este, el bachiller Sansón Carrasco, maese Nicolás el barbero, y hasta el cura, «que es alegre y amigo de holgarse».
Como todo caballero andante, Don Quijote debe estar enamorado de una hermosa mujer, que tiene siempre en el pensamiento cuando inicia cualquiera de sus aventuras (y a ella alude, por ejemplo, en estos términos: “¡Oh Dulcinea del Toboso, día de mi noche, gloria de mi pena, norte de mis caminos, estrella de mi ventura” (primera parte, capítulo XXV). Pero en verdad, la dama de sus sueños -Dulcinea del Toboso- no pasa de ser una sencilla campesina -Aldonza Lorenzo-, de la que Sancho Panza, desde su visión rústica de la realidad, elogia sus virtudes como mujer que pertenece a su misma condición social; una mujer que contrasta con la visión idealizada de Don Quijote. Merece la pena recordar este fragmento (primera parte, capítulo XXV), en el que Cervantes, echando mano de fina ironía, descubre quién es Dulcinea del Toboso: la hija de Lorenzo Corchuelo y Aldonza Nogales:
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La presentación oficial del proyecto que pretende que el legado de don Quijote y Sancho Panza sea reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO tuvo lugar ayer en la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid. A las 12:30 horas, Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, organizadora de esta iniciativa, dirigió el acto, que contó con la presencia de la televisión autonómica.
Edición de Pedro Tabernero, Pandora, Sevilla, 2025
La editorial Pandora abre una nueva colección que, en cierto modo, nos remite al dibujo animado, a la infancia, casi podría afirmarse que a las raíces. Con el sugerente título de “Mardito roedore”, la colección se inaugura con una singular y espectacular edición en dos tomos de Don Quijote de la Mancha.
Ed. Seix Barral. 2025
En la casa del pobre, están sucediéndose muchas alegrías. La mayoría en forma de arte, pues verdaderas joyas hemos podido leer este verano: Margarita Landi (La rubia del velo y la pistola) de Javier Velasco Oliaga y Maudy Ventosa, Códice Tabernero de Pedro Tabernero, ¿So what? de Alicia Garcí Serot, Razones de la herida de Rafael Ávila, La era de la revancha de Andrea Rizzi, Canon de cámara oscura de Eduardo Vila-Matas, y ahora esta obra magistral de Antonio Muñoz Molina, un escritor de primera dimensión que sigo desde que leí Beatus Ille.
(Cómo ensartar refranes en boca de don Quijote)
Esto diciendo, se entró por medio del escuadrón de las ovejas y comenzó de alanceallas con tanto coraje y denuedo como si de veras alanceara a sus mortales enemigos. Los pastores y ganaderos que con la manada venían dábanle voces que no hiciese aquello; pero, viendo que no aprovechaban, desciñéronse las hondas y comenzaron a saludalle los oídos con piedras como el puño.
Miguel de Cervantes califica a Cide Hamete Benengeli de: historiador arábigo, primer autor (del Quijote), segundo autor, sabio, historiador muy curioso y puntual, historiador arábigo y manchego, encantador, puntualísimo escudriñador, filósofo mahomético, flor de los historiadores y autor de esta grande historia. Está bastante claro que está hablando de sí mismo.
Homenaje a Cervantes
En esa luz que surge en lo más oscuro, era en la única en que confiaba el poeta San Juan de la Cruz. Cervantes mucho sabía de oscuridades. Seis fueron los años que permaneció en la de una mazmorra africana. Y algún otro en la de una cárcel sevillana purgando irregularidades arancelarias de las que resultó inocente a la postre.
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