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Emili Albi
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Emili Albi (Foto: Javier Velasco Oliaga)

Entrevista a Emili Albi: “El sexo es muy literario”

Autor de “La amante ciega”
Por Javier Velasco Oliaga
lunes 09 de mayo de 2022, 21:00h

Emili Albi acaba de publicar su primera novela “La amante ciega” en la editorial Altamarea, especializada en autores italianos. La experiencia editorial del autor valenciano es, sin embargo, muy larga porque ha sido editor de alguno de los mejores autores españoles de thriller. Desde hace poco es el director de la editorial Ariel, dedicada a la no ficción y al ensayo. “Es la editorial que lleva más temáticas”, puntualiza al comienzo de nuestra conversación.

Emili Albi
Emili Albi (Foto: Javier Velasco Oliaga)

Hasta asumir el cargo, Albi editaba sólo a escritores en español, el pasar a Ariel le ha dado oportunidad de trabajar con autores tanto nacionales como extranjeros. Una experiencia que cree le reporte beneficios en el futuro. No obstante, el cambio de editorial no ha sido inconveniente para que comenzase a escribir obras de ficción. Para ello, se levanta a las cuatro y media de la mañana para que, en la tranquilidad de su casa con toda la familia dormida, escribiese un par de novelas, hasta ahora, y otra que ya está en camino. “Escribí antes una novela demasiado literaria que se mantiene inédita. Me dijeron que era demasiado difícil para ser una primera novela, así que está en el cajón. Y acabo de comenzar otra. La amante ciega la empecé a escribir en agosto del 2017, mi familia se iba a la playa y yo me quedaba escribiendo, tardé en redactarla alrederor de un año. Aunque luego he hecho bastantes correcciones”, confiesa el autor mientras tomamos un café en una terraza cercana a la plaza de Cuzco.

La amante ciega” trata diversos temas, todos de una actualidad rabiosa. El primero, y más importante, es el tema de la asistencia sexual. “Todo el mundo tiene derecho a la sexualidad, para las personas de diversidad funcional –que tienen muy limitados sus movimientos por alguna discapacidad sea física o mental- la práctica del sexo es muy difícil y complicada. Ernesto, el protagonista, se acerca a ese trabajo porque su hermana está discapacitada por una enfermedad degenerativa y requiere esos servicios, que en la mayoría de las veces no pasan de caricias o abrazos”, cuenta Emili Albi y añade “nunca hubiera pensado en estas personas si no hubiera leído un artículo en el diario El País, su lectura me hizo recapacitar sobre esas personas y empecé a investigar. Tuve varias reuniones con Antonio Centeno, activista de la asistencia sexual”.

El otro tema del libro es la “crisis de los cuarenta”, por la que ha pasado el autor y el protagonista de la novela casi al mismo tiempo. “Ernesto es, en ese caso, un trasunto mío. Le escogí una profesión, la de galerista, porque mis padres entienden mucho de arte. Ya de pequeños nos llevaban a muchísimos museos. Así pude conformar al personaje. En casa de mis padres, hay infinidad de libros de arte, catálogos de exposiciones, etc. y me aproveché de ellos”, cuenta el escritor valenciano con pasión. En la novela, también se trata el tema de la falsificación de cuadros. “Hubo unos años, sobretodo en la Venezuela de los años 70 y 80 cuando los petrodólares corrían como lobos, en que se compraban muchas obras de arte falsificadas por parte de esos nuevos ricos”, expone Emili Albi.

Por tradición familiar, el mundo del arte es muy conocido para el escritor. Ha querido introducir el tema de la falsificación de las obras pictóricas porque le resulta muy evocador. “Estos falsificadores tienen una doble naturaleza que les hace especiales. Por un lado, viven del crimen y, por el otro, son unos artistas muy sensibles que copian las obras de arte de manera fidedigna y muy artística”, cuenta el autor valenciano.

“Me gusta que se conozca cómo es el mundo a través de la ficción”

“Todo eso, ha hecho que pudiese reflexionar sobre la condición humana. La no ficción da pie a meditar sobre ello, pero a mí me gusta que se conozca cómo es el mundo a través de la ficción. Estoy harto de la realidad, hace muchos años se solía decir: basta de realidad, queremos promesas. Yo como escritor y lector necesito evadirme y crear espacios agradables para el alma humana”, elucubra el autor.

Necesito evadirme y crear espacios agradables para el alma humana

Además de esas tramas, Albi ha querido hacer una novela que se saliese bastante de lo que estamos acostumbrados. No ha querido escribirla de forma lineal, la narración tiene muchos saltos temporales y muchas analepsis rápidas que hacen que el lector tenga que estar atento a lo que cuenta el autor. “Es una invitación al lector para que juegue conmigo. No quería que la novela transcurriese de forma lineal. Tenía bastante miedo a que pareciese superficial”, afirma.

Pese al tema que trata, Emili Albi afirma que “he querido hacer una novela vitalista. De ahí que utilice dos voces al narrar. La del protagonista en primera persona y la segunda cuando se dirige a su esposa o a su padre. Creo que le viene muy bien a los personajes, así el lector verá más el sufrimiento de Ernesto” y agrega con énfasis “para mí las dos voces han sido un reto. Algo que todo escritor debe hacer: retarse a sí mismo”.

“Para los escritores –opina Emili Albi- la materia prima es la vida. Nos debemos metabolizar con la vida”. Y otra cuestión importante es la verosimilitud de la historia y de la voz. “Hay que hacer creíble la voz del narrador al hablar. Cuando la voz es más narrativa, es menos humana. Hay que saber dar carácter a las voces”, sostiene el autor valenciano.

Por tradición familiar, el mundo del arte es muy conocido para el escritor. Ha querido introducir el tema de la falsificación de las obras pictóricas porque resulta muy evocador. “Estos falsificadores tienen una doble naturaleza que les hace especiales. Por un lado, viven del crimen y, por el otro, unos artistas muy sensibles que copian las obras de arte de manera fidedigna y son muy artísticas”, cuenta Emili Albi.

El autor ha utilizado el lufardo –dialecto que se habla en Buenos Aires- en la parte de la novela donde los falsificadores ocupan el papel principal. Ha introducido muchos elementos de aquella ciudad y habla de rockeros como Charly García, toda una institución en su tierra y bastante desconocido en la nuestra. Ha contado con la ayuda, para esta parte, de amigos suyos, como el hijo de Jorge Valdano, que le han descubierto la forma de hablar de aquellas tierras.

Antes de despedirse, Emili Albi quiere señalar la necesidad que todos tenemos de sentirnos inmortales, huir de la mortalidad y volver a la juventud. El sexo hace que se tenga ese sentimiento. “El amor, el sexo y la creación artística son los grandes antídotos contra la muerte”, concluye.

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