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"El Yihadismo. Claves de un fanatismo global", de Eduardo Martín de Pozuelo y Eduard Yitzhak

Ed. Cátedra. 2021
Por José María Manuel García-Osuna Rodríguez
martes 24 de mayo de 2022, 18:00h
El Yihadismo. Claves de un fanatismo global
El Yihadismo. Claves de un fanatismo global

No se puede negar la actualidad, y el rigor de esta obra. Está claro que estos individuos cuyo nivel cultural es extraño, probablemente algunos son inteligentes; y, sobre todo, su conocimiento de la Historia está sesgado o manipulado. En lo que se refiere al nombre de la ‘guerra santa’ estimo, según mis modestos conocimientos, que la palabra en árabe es masculina.

La yihad, para su seguidor, el yihadista, es el movimiento de liberación de la corrupción humana favorecida por una sociedad que considera degenerada y que se opone al Islam. Es decir, que se enfrenta a la voluntad divina y por lo tanto a Alá. El yihadista se siente un soldado de Alá que debe combatir y morir por y para Alá. El odio que el yihadista tiene contra el infiel al que combate es un odio bendecido que le exige cortar el cuello de los infieles, o sea, el de todos los que están fuera de su batalla épica”. El título del primer capítulo define claramente lo que estos anormales piensan de todo lo que les rodea: ¡INFIELES! ¡OS ODIAMOS Y OS COMBATIMOS!

El yihadismo tiene una estructura fundamental, desviada y absurda, pero claramente religiosa, aunque siempre se acude al tópico, que yo no acepto, de que ese grupúsculo son una minoría dentro del global de los 1900 millones de mahometanos que pueblan el planeta Tierra. En este estupendo libro, se realiza un análisis pormenorizado, y bastante riguroso sobre el estudio pragmático del yihadismo, estudiando los fundamentos de esta ideología; que por desgracia no va a cambiar nada en absoluto, a pesar del largo y secular tiempo transcurrido, nada más y nada menos que catorce siglos.

El objetivo es explicar la doctrina que mueve al muyahidín que, llegado el momento, degüella o se convierte en el más letal de los terroristas impregnado de una convicción fanática exclusivamente religiosa. El yihadista, neologismo de muyahidín, se percibe a sí mismo como un guerrero de Alá cuya misión en la tierra es combatir las artimañas del demonio, Shaitán (Satán) o Iblis, que, según su convicción, llevan a la humanidad a tiempos de ignorancia preislámica, y que se redoblan con fuerza para destruir el Islam y la voluntad de Alá”. Los yihadistas combaten todo lo que consideran que son engaños de Satanás; a la cabeza de los, para ellos, seguidores del demonio se encuentran disciplinas como la filosofía en el sentido más amplio del término, y la historia que no dice lo que ellos necesitan o esperan, además de religiones tales como el animismo, el politeísmo, el hedonismo o búsqueda del placer, el judaísmo y, sobre todo, la única religión que, por su verdad revelada, les planta cara, es decir el cristianismo. Desde el punto de vista político o social también aborrecen a los socialistas, a los comunistas, a los homosexuales y a los nacionalistas políticos panárabes como lo fue Nasser, pero su primera línea de enemigos serán los propios musulmanes no ortodoxos, que no cumplen la ‘sharía’ emanada de Allah-Dios. Además, es erróneo el juicio de valor occidental relativo a la clase social baja o ínfima de estas alimañas religiosas, ya que su nivel es más bien medio-medio o medio-alto con universitarios y alto-burgueses entre sus militantes.

Ellos, los yihadistas, se consideran la ortodoxia, y los demás, todos, somos los equivocados, los infieles, los apóstatas y las fuentes del pecado y perdición que deben extirpar. El yihadismo tiene sus propios valores, su propia creencia y su propio concepto del destino. Un destino que afirma que está escrito desde siempre, del mismo modo que lo está el de las personas a las que mata. Por eso acuden voluntarios a morir con un cinturón de explosivos, por eso degüellan al enemigo de su fe. Porque Alá lo ha escrito”. Ellos están seguros de que su devenir vivencial y criminal les conducirá, sin solución de continuidad, hacia el califato universal que dominara en toda la Tierra. Por todo lo que antecede, el yihadista mata orgulloso y no teme a la muerte, ya que su destino está escrito por Allah-Dios “el Misericordioso”, pura y dura predestinación. Todo lo que ocurre está decidido, de antemano, por el designio divino total y absoluto y no por el mísero designio humano.

Todos los demás seres humanos –sean musulmanes o no- son para ellos apóstatas infieles o idólatras que inevitablemente y por deseo divino deber ser reconducidos al camino correcto. Humanos en general y musulmanes en particular que si persisten en el error o luchan contra el yihadista deben ser eliminados con el fin de establecer la armonía perfecta que ofrecerá su anhelado califato universal regido por la ‘sharía’, o sea, por una norma divina infinitamente superior a cualquier ley de procedencia humana”. Está claro que el presente estudio es, a la vez, complejo y completo, ya que el fenómeno yihadista está golpeando, un día sí y otro también, a los no musulmanes ortodoxos, y, porque no decirlo, a los musulmanes más laxos o heterodoxos. El yihadismo es un movimiento fanatizado, con una cosmovisión global incompatible ad infinitum con cualquier otro modelo de sociedad, que no corresponda a aquella que emana de su deformada visión interpretativa de la vida, de la muerte y del más allá. El YIHAD es una guerra de limpieza de lo que ellos consideran impuro, y que afecta a todos, sin la más mínima excepción.

Este libro explicita todo lo que está detrás de esa palabra, la cual literalmente significa ‘ESFORZARSE O LUCHAR POR UN OBJETIVO LOABLE’, pero la deformación mahometana moderna de dicho vocablo se refiere a luchar contra los infieles en una confrontación sin fin y como un deber religioso ineludible; más lo grave está en el significado de la palabra sharía, que alude, sin circunloquios, a la lucha armada, hasta exterminarlos, contra los incrédulos. La traducción más correcta y ortodoxa sería aquella de ‘la guerra santa en el camino de Alá’. En suma estimo, modestamente, que este preámbulo nos puede servir para acercarnos, con interés preclaro a este estupendo volumen que deja las cosas claras con respecto a este hecho histórico contemporáneo tan peligroso, que deberá ser preciso combatir, sin el más mínimo complejo, con todos los medios lícitos que se posean. “¡Ha sido un gran día! ¡Más ‘kuffar’ (infieles) fusilados en Colorado”. Sobran las palabras. Magnífico volumen. «Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra

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9788437643335
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