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EXPERIMENTACIÓN Y VIDA

Reseña de "Las tripas de la razón", de Juan Ceyles Domínguez
Por Francisco Morales Lomas
domingo 14 de agosto de 2022, 17:00h
Las tripas de la razón
Las tripas de la razón

El poeta, narrador, diseñador y publicista Juan Ceyles Domínguez se ha propuesto en los últimos tiempos ir publicando progresivamente, en un lapso de tiempo relativamente cercano, sus obras completas en prosa en un total de diez volúmenes. Hasta la fecha ya ha publicado cuatro: It, Apuntes Estroboscópicos (manifiestos, estéticas y compromisos), World´s game. ¡Todos o ninguno! Una metafísica del juego y Las tripas de la razón.

Sin duda se trata de uno de los acontecimientos más significativos en la narrativa contemporánea española al que ya dedicamos un primer comentario sobre It, del que decíamos que es un libro original, hermoso, complejo como el ser, y bello en su desarrollo que nos permite adentrarnos en aguas turbulentas, en nuestra esencia y sentir el grito de lo vivido.

En este segundo volumen aborda fundamentalmente una de las grandes tragedias de la sociedad española: el atentado en la Estación de Atocha, el once de marzo de 2004. A través de múltiples voces va surgiendo ese momento crepuscular en el que la muerte se adueñó con delirio del país. Es un homenaje a todos los fallecidos a través de este singular Purgatorio dantesco: “el aire muerto que a mis ojos y pecho contristaba”. Para la conformación de la misma, Domínguez ha ido amasando todo un corpus de intertextos que van surgiendo como símbolos sublimes a lo largo de la misma: de periódicos, autores conocidos como Lorca, Bécquer, Montale, Borges o Cortázar... En una prosa fragmentaria, donde los axiomas y la multiplicidad de recursos escapan a cualquier linealidad clásica, armoniza un buen número de teselas a través de las que va incrustando no solo las sensaciones de ese momento con múltiples voces narrativas sino también fragmentos de periódicos que ofrecían la noticia fidedigna, reflexiones existenciales, literarias, epistolarios, axiomas, lirismo a través de los poemas que van surgiendo… y con frecuencia el rastro del monólogo interior con la voz en primera persona que nos inserta de lleno en la tragedia, aunque esta se alterna también con la tercera omnisciente: “Pienso en esa fragua de tráqueas carbonizada, seres amalgamados, retortijos instestinales…” En ese stream of consciousness J. Ceyles Domínguez experimenta con el lenguaje, con los afectos, con las interpretaciones, ofrece misceláneas, transcripciones, exégesis, pero sobre todo un sentimiento, una invocación a la verdad como reclamo, y a la conciencia. El personaje de Laura (la Beatriz de Dante), la estudiante de periodismo de la obra no comprende lo sucedido y surge para asumir la mentira: “A Laura nunca le contaron la verdad sobre lo sucedido”. Aquella verdad que tanto trabajo costó conocer y dio al traste con todo un gobierno y las mentiras del PP: “Ellos nos han metido en la guerra”. Y, en cierto modo, esta es la historia de Laura, su viaje, sus sueños, sus sentimientos y su tragedia. Laura, escribiendo cartas, y expresando su desvalimiento.

Es una obra que, como cualquier alucinación, va descubriéndonos progresivamente el embalaje de la muerte y la mentira, pero también el concepto de novela y su capacidad para experimentar constantemente con todo tipo de discursos intertextuales, siendo las tripas de la razón, el sintagma del título, el eje de la obra: “la necesidad de ´soltar ´ suficientes propuestas como para que, esa incógnita que me mueve, quede como una raja abierta y sangrante ante ustedes”.

A través de una serie de partes y subpartes va organizando esta materia narrativa plural, alegórica y abigarrada que nos conduce por variadas vidas que se apoderan de la obra, como la de Fernando, que había militado en el PCE; como la de Perry, un espíritu abierto que buscaba el mundo en su interior; la de Ulrich; la propia de Laura, Daniela, …, y siempre la referencia simbólica continuada a Dante y su Purgatorio.

Y junto a todo ello la necesidad de profundizar en el ser, en su mundo, en sus preocupaciones vitales, en sus compromisos y sus derrotas: “Mienten quienes dicen no tener ideología. Se equivocan quienes quieren ocultarla”. También está muy presente la política del momento, con toda su crudeza e hipocresía. En algunos momentos puede ser rabelaisiano, en otras muy Gómez de la Serna y siempre con el antirretoricismo, el surrealismo, la alinealidad y la simbología del compromiso con el ser como permanente, así como la necesidad de profundizar en la realidad y la erótica del poder. Una obra compleja, rica, versátil que nos habla de un autor completamente diferente al resto, heterodoxo y dinámico, con su propio mundo en el que todo tipo de recursos son puestos en funcionamiento pero con una voluntad de penetrar en la realidad: “Un buen lector es quien sabe leer la realidad”. En definitiva, una obra rica, plural y sublime.

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9788412001389
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