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José Antonio Marina
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José Antonio Marina (Foto: Carlos Ruiz)

José Antonio Marina y "La vacuna contra la insensatez": "Es el virus que más fácil se propaga hoy en día"

Por Javier Carrascosa
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luisjaviercarrascosagmailcom/20/20/26
viernes 23 de mayo de 2025, 17:16h

José Antonio Marina Torres (Toledo, 1939) es filosofo, escritor, y pedagogo. Acaba de publicar el ensayo que nos alerta en forma de libro de los males que afligen a la sociedad y propone este texto una forma de combatirlos y prevenirlos

La vacuna contra la insensatez
La vacuna contra la insensatez

Cuenta en su estantería literaria numerosos premios literarios en los que tiene el Premio Anagrama de Ensayo, el Premio Giner de los Ríos de Innovación Educativa y el Premio Nacional de Ensayo. Escritor de numerosos ensayos de filosofía. Marina por su libro "La vacuna contra la insensatez”.

Desde su punto de vista ¿Porque nos dejamos manipular por falsas creencias o teorías conspirativas?

Las creencias conspirativas se basan en la credulidad básica del ser humano. El pensamiento crítico es tardío y difícil. Favorecen esas creencias la necesidad universal de encontrar una explicación en lo que pasa, de buscar un sentido, un significado, una dirección y de disfrutar con la satisfacción de haberlo encontrado, de haber resuelto un enigma, de le librarse de ser engañado, de recuperar el control de la situación. Este último aspecto aclara por qué en momentos de miedo o de desconcierto aumentan la vulnerabilidad a los pensamientos conspiranoicos. Además, el conspiranoico tiene con frecuencia la necesidad de aumentar la seguridad en sí mismo, de proteger un cierto narcisismo, Creer en la conspiración le permite desarrollar la íntima convicción de formar parte de los lúcidos elegidos. Difunde las ideas conspiranoicas porque es un modo de mostrar que él es más listo que los demás.

¿Cuántos años le ha llevado la investigación que ha plasmado en forma de libro?

Siempre tengo varios proyectos activos. En mi archivo, las primeras notas para este libro aparecen hace quince años.

¿Se deja algo en el tintero?

¡Espero que sí! Pero no porque me haya reservado algo, sino porque el tema de la inteligencia humana es amplio y complejo y cada día surgen nuevos problemas.

¿Vivimos en una época de confusión?

Sí, pero en épocas pasadas la supuesta claridad se debía a un adoctrinamiento masivo ya un pensamiento monolítico y dogmático. Por lo tanto, era una claridad engañosa. La humanidad ha sido siempre crédula. Lo que cambia en este momento es que vivimos en una sociedad crédula, pero hiperinformada. Y eso es nuevo. Creíamos que la información era el gran antídoto contra la credulidad y la confusión, y no ha sido así. Entre otras cosas, porque la información verdadera también se puede manipular.

¿Existe una vacuna contra la insensatez?

Hay vacunas contra la insensatez, como explico en mi libro. Y deberíamos empezar una campaña de vacunación. Unas son generales, aumentan nuestras defensas intelectuales generales, como por ejemplo el fortalecimiento de la atención de la voluntaria, la gestión emocional, la buena construcción de la memoria, el conocimiento de las “chapuzas evolutivas” que perjudican la marcha de nuestra inteligencia, y luego hay vacunas específicas contra virus mentales específicos, como los sesgos cognitivos, las creencias patógenas, la pereza cognitiva, la impulsividad.

¿Qué le lleva a pensar que su libro es una lectura imprescindible para quienes buscan claridad en tiempos de confusión?

Sería presuntuoso por mi parte considerarlo imprescindible, pero creo es una explicación sistemática, que aprovecha las investigaciones más recientes y que no solo plantea el problema, sino que intenta ofrecer soluciones.

¿La inteligencia puede evolucionar con el paso del tiempo?

Ha evolucionado a lo largo del tiempo. Los mayores avances, sin duda, fueron el aumento de los lóbulos frontales, sede de nuestra capacidad de nuestro controlar el propio pensamiento y, sin duda, la invención del lenguaje. Pero después, cada “tecnología mental” ha ampliado nuestra inteligencia, porque permite a la inteligencia hacer cosas que antes eran imposibles. Por ejemplo, la escritura, la notación algebraica, la notación musical, los sistemas normativos, el método científico, y, en este momento, la tecnología digital, que está cambiando nuestra inteligencia sin que sepamos bien como. Suelo decir a mis alumnos que cada vez que adquirieron un hábito intelectual su cerebro funciona como su móvil cuando le instalan una nueva aplicación. El móvil (o el cerebro) es el mismo, pero es capaz de realizar nuevas operaciones.

Lleva toda su vida, entre otras cosas, dedicado a investigar. ¿Qué le ha llevado a escribir las conclusiones en forma de libro?

Mi trabajo tiene dos facetas. La primera es investigar. La segunda es difundir el conocimiento. Para ello utilizo todos los medios de expresión a mi alcance: el periódico, las redes, el podcast, la radio, la televisión, formatos largos y formatos cortos. Pero el libro es el mejor vehículo para la exposición completa, argumentada, con aporte de la documentación adecuada.

¿Cuándo el libro estaba a las puertas de la impresión ha incluido un prólogo de urgencia? ¿Qué o quién le ha impulsado a hacerlo?

Hay fenómenos sociales y políticos nuevos que se comprenden mejor a partir de la teoría expuesta en La vacuna contra la insensatez. Por ejemplo, el triunfo y las tácticas de Trump, el auge del autoritarismo, el menosprecio de la libertad política que se ve en generaciones jóvenes, o el escepticismo hacia la verdad con que la filosofía se ha hecho el harakiri.

Extrayendo algunas líneas de su libro cometa “Los obsesos del poder siempre han mentido, pero la situación actual es nueva No es que se acepten las mentiras es que se ha extendido la idea de que nada puede ser mentira porque nada puede ser verdad ¿en qué escenarios ocurren esto?

Sucedió primero en el escenario filosófico. Fue la tesis del pensamiento posmoderno (Foucault, Lyotard, la sociología de la ciencia, Latour, Feyerabend, etc.). Ahora se ha extendido a la política. Si no tenemos un criterio para distinguir lo verdadero de lo falso, entra en acción el poder como criterio definitivo. La filosofía posmoderna proporciona apoyo teórico a Trump.

¿Las informaciones falsas, los virus mentales, las redes sociales, etc., como nos afectan a la hora de ser más o menos sensatos?

De distinta manera. Las noticias falsas hacen que nos equivoquemos porque proporcionamos información falsa. Los virus mentales son más peligrosos porque alteran el funcionamiento mismo de la inteligencia. Son esencialmente creencias que debilitan la capacidad del sujeto. Por ejemplo, quien consigue adueñarse de la atención involuntaria de una persona puede manejar su vida. Es lo que hacen los ilusionistas: consiguen que miremos lo que les interesa que miremos para que no veamos el truco que están realizando. Bueno, pues hay también un ilusionismo político que hace lo mismo.

¿Cuál es su opinión sobre la inteligencia artificial?

Me parece una tecnología maravillosa. Pero deberíamos acostumbrarnos a hablar del “sistema de inteligencia artificial”, que se compone de tecnología y del conjunto humano a su alrededor (entrenadores, diseñadores, industria, entorno económico, dirigentes del sistema, usuarios, etc.). En este momento, ese sistema es peligroso, incluso perverso, podríamos decir. Por eso dirigir las críticas a la tecnología es errar el objetivo. Es inocente y magnífica. Las críticas deben dirigirse al “sistema de inteligencia artificial”, que puede convertirse en un “marco de insensatez”, como explica en mi libro.

A lo largo de su carrera como escritor lleva acumulados unos cuantos premios literarios ¿cuál sueña con poner en su estante?

Me gustaría tener un premio estrictamente literario, porque creo que la filosofía puede y debe estar bien escrita. De hecho, dos grandes filósofos -Henri Bergson y Jean Paul Sartre- ganaron el Premio Nobel de Literatura.

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