"Un siglo llamado invierno": notas para una lectura sosegada

Y dejo para el final la narrativa, género que ha merecido cinco incursiones de nuestro autor en libros de relatos, y siete novelas publicadas, desde “Candiota” en 2003, hasta “Un siglo llamado invierno”.

Adelantemos aquí y ahora la premisa que sustenta esta formidable novela: “Un siglo llamado invierno se adentra en la Alemania, Francia e Italia del periodo de entre guerras y trata de recuperar situaciones y personajes que han creado la historia de Europa para explicar fenómenos como la irrupción del nazismo y las causas de la Segunda Guerra Mundial. Pero esta novela es una obra de ficción y sobre todo una historia de amor entre dos grandes personajes del siglo XX: la filósofa judía Hannah Arendt, la gran estudiosa de los totalitarismos, y su maestro el filósofo nazi Martin Heidegger. Junto a esta historia de amor la novela desarrolla una sugestiva trama de personajes en la que el lector puede recuperar de primera mano situaciones, pensamientos y terribles acontecimientos que han configurado el siglo XX y nos explican lo que somos y la evolución de los fascismos”.

“¿Qué meta busca Joanna?”, se pregunta y nos pregunta el narrador en las primeras páginas de esta extensa novela, cuando la joven, personaje esencial, nos ha sido presentada con una pequeña maleta de cuero a bordo de un tren que la llevará de Karlovy Vary a Génova. Junto a ella, en una historia coral, encontraremos enseguida a su esposo Günter, al actor principal, ya citado, Martin Heidegger y su mujer Elfriede.

Y con estos personajes, sus inquietudes, dudas, fracasos y anhelos, urde el autor una trama envolvente que es, ante todo, un canto al amor. “El amor es la fuerza más hermosa y creadora de la existencia, lo único que nos puede salvar de la muerte” reflexiona en su soledad Joanna refiriéndose a la turbadora y apasionada relación que mantiene con Martín, ofreciéndonos también la otra cara de la moneda cuando el amor se vuelve previsible y rutinario y es devastado por el tedio, calificándolo “un camino para recorrer en compañía al referirse a su desdibujada relación con su esposo Günter.

Y hablando de dos caras, a destacar el inteligente tratamiento que hace el autor del irrepetible y genial Martin Heidegger, al que describe como “un hombre de poca altura, bronceado y singular, corpulento, que tenía la frente como un sinuosa estampa de mar”:: presentarlo simplemente como Martin cuando aborda su vida personal con todas las luces y sombras que acompañaron la peripecia vital de un pensador y seductor superdotado; y hablar de él como el Mago de Messrkirsch al referirse a sus andanzas académicas y su pugna por destacar en el siempre áspero y endogámico mundo universitario: ¿Qué es el ente? ¿Qué sentido tiene el ser? ¿Y qué es el tiempo? ¡Estáis despiertos en el fuego de la noche! ¡Contempladlo! ¡Levantaos y caminad!

A destacar la adecuada dosificación del flash back para ir tejiendo la historia, ubicando temporalmente las encrucijadas que van superando los personajes, así como la aparición de sus voces para darnos su personal versión de cuanto acontece en esos años entre dos guerras que marcaron el destino de Europa: Alemania era esa magdalena de Proust mojada en el té de la historia, en la sangre de la revolución y sus secuelas. Era otra realidad. Existía esa obsesión por saber qué pasaba, qué estaba pasando. Martín quería ir al origen de esa verdad, escucharemos decir a Joanna, el tratado de Versalles como oprobio. Así, cada personaje tiene su tribuna para hacernos llegar en primera persona sus tribulaciones: Cuando una mujer se acuesta con un hombre que no es su marido son muchas las circunstancias que deben ser tenidas en cuenta. En un hombre la ofensa nace casi siempre de la necesidad de reconocerse en el espejo de su yo y pulsar ese espíritu aventurero, de conquista, de cacería que llevan grabado desde tiempo inmemorial. En cambio, en una mujer la desolación, la soledad, el no sentirse el centro del relato, el no sentirse querida pueden ser la justificación de esa conducta., palabras de Elfriede, reiteradamente traicionada esposa de Martín.

Estamos ante un muy documentado y riguroso testimonio de las raÍces políticas y sociológicas que impulsaron la aparición de movimientos radicales, vigentes hoy para inquietud de todos. La pluma de Francisco Morales Lomas nos lleva con destreza de un capítulo al siguiente sin dar tregua al lector, alternando reflexiones de alto calado, testimonios históricos, y lances de amor con recetas de cocina, atendiendo por igual a todos los personajes pues estamos también ante una novela coral, con secundarios que aportan intensidad a la historia, como es el caso del taxista Ángelo Argento, o el muy inquietante Cara Cortada, de misión en Italia. Y también, como actores invitados para completar el elenco, Hölderlin y sus conmovedora poesía, Rosa de Luxemburgo y su épico “¡Yo fui, soy y seré!”, Tomás Mann con sus hondas reflexiones en “La montaña mágica”, el noruego Knut Hamsun con su trilogía del vagabundo..., un ancho despliegue de voces que refuerzan y completan la destreza narrativa de Francisco Morales Lomas al afrontar con éxito esta historia de historias, Europa y su futuro al fondo, el alma atormentada de Martín, El Mago de Messrkirsch, en primer término,

En la adolescencia todos somos un poco caballos salvajes en busca de un destino, reflexiona nuestra joven protagonista Joanna. Y así debe entenderse esta novela: un caballo salvaje en busca de lectores. Disfrútenla.

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