www.todoliteratura.es

Firma invitada

10/04/2023@12:12:00

La Inteligencia Artificial no es nada nuevo, pero su acceso al gran público con aplicaciones como Chat GPT, Frase.io o Deep L. ha puesto en guardia a muchos sectores y profesionales que temen que la IA pueda crear contenidos sin la necesidad de que autores, periodista o traductores intervengan. ¿Es cierto que la Inteligencia Artificial puede llegar a sustituir a los escritores?

Cien años atrás los Sanfermines eran una fiesta local que no congregaba más de veinte mil personas. En 1959 Hemingway se quejaba de las cien mil que invadían Pamplona por esas fechas. Hoy superan el millón. Datos que documentan la explosión del turismo global. En los años de Hemingway movía a veinticinco millones de almas errantes alrededor del planeta. En 2019, mil quinientos millones. Eleve su mirada al cielo: sobre su cabeza y cada instante, medio millón de aeronautas low cost vuelan en busca del santo grial de un todo incluido en el Caribe, una escapada mística a la India, o un ápice de playa bajo la jungla de sombrillas de Benidorm.

La hermosa “Ciudad Blanca”, emporio meridional del Perú, debe su nombre a varias hipótesis igualmente fascinantes. En la versión aimara Ari-quepa significa “Detrás de la Cumbre”, mientras que en la quechua Are-quepay se traduce por “Sí, quedaos”. En cualquier caso, el majestuoso volcán Misti preside su historia, pasada y presente, y también enseñorea su orgulloso blasón otorgado por el César Carlos. Y debe su fama actual al escritor hispanoperuano y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, por ser su solar natal, patria chica tan relevante en el mundo hispánico de ambos hemisferios, como bien indicó la Constitución gaditana de 1812.

Cuando el mes de marzo se transforma en mayo París se embellece, sus calles ocupadas, sus barricadas intentando detener la deriva del gobierno de Emmanuel Macron dan un nuevo resplandor a la ciudad luz.

"Obviamente, doctor, usted no ha sido nunca una chica de trece años”. Habla Cecilia, la menor de las cinco hermanas Lisbon, protagonistas de la novela ‘Las vírgenes suicidas’. Jeffrey Eugenides reconstruye el suicidio secuencial de las cinco en el próspero Michigan de los ’70. Aparentemente, sin otra causa que los trastornos de la pubertad. Sucede otro tanto con la pandemia silenciosa que no deja de expandirse en nuestro país. Dos mil fallecimientos por autolisis en 2004, cuatro mil en 2022. Un crecimiento exponencial.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Tengo una semana complicada. En cuatro días empalmo Madrid y Barcelona. No es por darme el pegote de viajera cosmopolita, al contrario. Me justifico y me fustigo por ser tan voraz, insaciable y ansiosa. Si quisiera fardar de algún hito madrileño, ya hubiera contado que conozco bien “Ramsés”, ese local de moda pijo y exquisito que ahora mismo está en el ojo del huracán de la trama “Mediador”.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
El benemérito historiador Francisco Romero Morales, autor de los excelentes artículos-, entre ellos, sobre «La cédula real de un clérigo de Villalba del Alcor para pasar a las Indias» (3 de abril de 2022); «El naufragio de Nuestra Señora del Juncal» (16 de febrero de 2022); «Santa Águeda en Villalba del Alcor. Algunos datos» (17 de enero de 2021); «Nuevos datos sobre la pintura mural de la iglesia de San Bartolomé de Villalba del Alcor» (17 de julio de 2020); «Historia de la Hermandad de la Virgen del Carmen» (17 de mayo de 2018); «Personajes históricos de Villalba del Alcor en Chile: genealogía de los hermanos Benítez Robles» (7 de mayo de 2018);- descubrió un nuevo documento sobre la estancia del Manco de Lepanto en Villalba del Alcor, difundido en «Cervantes en Villalba del Alcor» (22 de julio de 2022).

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Menos mal que me he dado cuenta a tiempo. Estoy entrando en bucle. Llevo tres columnas hablando del universo Preysler. Pero está vez está justificado. Lo último de Isabel es un bombazo. Se ha pillado un entrenador personal para ponerse a punto. Puedes pensar bien o mal. Bien, que tiene nuevo novio. Mal, que acaba de cumplir 72 castañas y le está viendo las orejas al lobo.

FIRMA INVITADA

Por Eva Losada Casanova

Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

En la última foto que he visto de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, parece que se está dejando bigote. Dirás que es un efecto óptico, vale. Y también mala baba y mala praxis de algún fotógrafo de prensa estreñido, que haberlos, haylos.

Según todos los síntomas este verano será estremecedor; el Rin discurre en estos días con una mengua de caudal notable; el Ródano, que durante el estío anterior llegó atravesarse caminando, podría reducirse a un regato de fango, y sobre el majestuoso Po, qué decirles si ya la canícula pasada lo convirtió en un gigantesco zanjón con desnudos pedregales; de seguir así, pronto nos despediremos de su ubérrimo delta, aquel de La novela de Ferrara (1953-74), de Giorgio Bassani; ¿la recuerdan?

Así la calificaba el informe policial remitido a la Junta de Defensa Nacional, en Burgos, el 2 de julio de 1937, desde Segovia, donde se hallaba refugiada de la catástrofe bélica en una casa de alquiler con su hija, Jimena Menéndez-Pidal, su yerno, Miguel Catalán, y su nieto, Diego; y no era para menos porque la singularidad de doña María no podía sino suscitar las escamantes suspicacias de unos, y la arrebatada admiración de otros, pues a ninguna persona informada, su figura dejaba indiferente.

Alguna vez ya lo he dicho. O por lo menos lo he pensado. La trayectoria de Michel Houellebeq es diametralmente opuesta a la mía, aunque en ciertos aspectos resulte semejante. Su estreno como novelista fue tardío, como también me ocurrió a mí. Aquel primer libro suyo, Ampliación del campo de batalla, obviado por la crítica de su país, interesó sin embargo muchísimo a algunos obstinados lectores; un club que ya no ha dejado de crecer nunca, rebasando las fronteras galas y extendiéndose hasta el mismo alfoz de nuestra superpoblada aldea global.

La polémica que ha armado Netflix al reescribir las obras del escritor británico Roald Dahl ha sido monumental. En esta publicación, nos han dado su opinión 20 escritores, solo uno de los que hemos preguntado no ha querido hacer declaraciones por temor a represalias y lo sustituimos rápidamente por cobardón. La propia Azucena del Valle se mostró contraría a esa barbaridad en el artículo "¿Se deben reescribir los libros con lenguaje inclusivo? Veinte escritores nos responden a esta pregunta" y en "Recucitando a Torquemada" cargas las tintas contra todos los apocalípticos del lenguaje y la literatura. Torquemadas han habido muchos en la historia, pero ninguno como Goebbels. En ningún caso, quemar los libros es la solución, más bien el problema. El pensamiento ha de ser libre y los escritores se deben acoger a este principio. Nosotros así lo hacemos, hubiesemos censurado los relatos de Azu y sus amigas la Vani y la Puri una y mil veces, pero no lo hacemos pese a su lenguaje descarado, faltón y poligonero. Sustituyan estos calificativos por otros más inclusivos ustedes mismos.

Cada año, al acercarse el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, me entristezco y siento vergüenza.

Aunque la guerra de Ucrania pueda convertirse en cualquier momento en la más irreparable catástrofe sufrida por el género humano, observo con estupor la pasividad occidental para promover un provisional armisticio que, al menos, disipe el peligro y procure algún endeble sosiego entre los contendientes; es más, allá donde mire, tanto da que sea una venerable cabecera periodística o un respetable gobierno democrático, encuentro solo un velado empeño por alentar los combates, o lo que es lo mismo: por ver caído y descuartizado al gran oso ruso, olvidando que el ogro, al verse acorralado y al borde de la derrota, puede tener la tentación de pulsar el botón rojo; ¿o acaso alguno de nosotros ignora el viejo y grosero refrán de «para lo que me queda en el convento…?»

FIRMA INVITADA

Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"

A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.