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Hamás

19/01/2024@23:23:00

En 2009 Israel desencadenó su primera operación terrestre sobre la Franja de Gaza. Incluía una derivada de la que apenas tuvimos noticia hasta que Lina Meruane se atrevió a contarlo. En ‘Zona ciega’ describe una táctica de asalto israelí conocida como el asesinato del ojo. Consistía en disparar al ojo de cualquier palestino acorralado, hombre, mujer o niño, de modo que su rostro apuntándole fuera lo último que viera: “Un niño pidió permiso para cruzar una calle, se lo concedieron y le dispararon. Aunque la bala penetró sólo en un ojo, quedó ciego de ambos”.

Al igual que en el pasado se ignoran, es mejor mirar para el lado, ello permite dormir, celebrar, alegrarnos por nosotros, ignorar al miserable encerrado en los campos de concentración de la época moderna.

La libertad frente a la barbarie, siempre la poesía para iluminar las encrucijadas sombrías del ser humano, para cantar las maravillas y denunciar los desastres, para no sumirnos en las negruras que generamos desde que nos bajamos de los árboles y echamos a andar, para celebrar la vida y el amor que, como el musgo, crece en cuanto encuentra la mínima humedad. Esos han sido y siguen siendo los motores de la escritura y de la andadura cívica y ética de Abdellatif Laâbi, uno de los poetas más importantes de la literatura francófona. Para suerte mía, desde hace más de tres décadas atesoro su amistad y la de Jocelyne Laâbi, también escritora y traductora.

El término comenzó a emplearse en Francia, a comienzos de este siglo y por parte de la izquierda woke, en principio para denigrar a los partidos que se oponían a la ofensiva islamista. Cuando la inercia de los hechos, atentado tras atentado, fue incluyendo en esa contestación a periodistas e intelectuales, también de izquierda, la “Fachosphère” acabó mutando en sinónimo universal de un complotismo delirante. Una suerte de Internacional Fascista, integrada por todos cuantos cuestionasen la “islamofilia” ambiente y, por extensión, cualquier crítica a los amaneceres radiantes. Una quinta columna entre masónica y judaizante, comparable a los no menos delirantes ‘Protocolos de los sabios de Sion’, no en vano citados explícitamente en la Carta Fundacional de Hamás.

Edurne Uriarte es Catedrática de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos

La editorial Gota a Gota ha publicado el último libro de Edurne Uriarte, Desmontando el progresismo. La izquierda en sus cavernas, que dedica a explicar por qué las cavernas ideológicas más preocupantes están en la izquierda y no en la derecha.

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Mochila al hombro, de desierto en desierto bajo un sol bíblico, veníamos de visitar el Krak de los Caballeros y esa noche dormiríamos en Damasco. A las puertas de la mezquita de los Omeyas, allá donde se espera la segunda venida de Cristo para anunciar el Juicio Final, parecía anticiparla un vociferante tumulto festivo. ¿Qué celebraban? La aparición de un comando muyahidín que, entre ráfagas de kalashnikov al aire, repartía puñados de copias de un folleto presidido por la palabra “entusiasmo” -Hamás en árabe-.

Del 6 al 8 de octubre me honraron dedicándome la 17 Feria del Libro Hispano/Latino en Queens, Nueva York. Tres días de paz, inmerso en el océano de 50 escritores, cerca de los sin papeles que continuaban durmiendo en las calles esperando que el manto de la poesía los arropara.

Hace unos días tuvo lugar en las instalaciones del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado (IUGM) la presentación de la obra editada por Síntesis "Historia del terrorismo yihadista: de Al Qaeda al DAESH", cuyo autor es el Catedrático de Historia Juan Avilés Farré. En dicho evento también participaron los profesores Luis de la Corte (Universidad Autónoma de Madrid) y Carlos Echeverría Jesús (UNED). 

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Por Carmelo López Arias

"Endeble e inconsistente panfleto": así califica Enrique de Diego la obra de Stéphane Hessel. Y lo demuestra, en un trabajo necesario para que nada se dé por supuesto.
¿No estamos hablando en exceso de los indignados? No, mientras no esté claro para todo el mundo a qué objetivos sirven. Es posible que ya no engañen a nadie como movimiento, pero las consignas quedan, y muchas de ellas calan.