Luis Díaz de Bustamante, licenciado en Administración de Empresas y ejecutivo de éxito acaba de publicar su primera novela, "El viudo", en NdeNovela -Editorial Planeta-, en la que desnuda, sin ambages y utilizando el género epistolar a modo de diario del protagonista con su terapeuta, la sociedad que mejor conoce: el mundo corporativo de las multinacionales. Tuvimos ocasión de charlar de manera distendida con el autor en un céntrico hotel de Madrid, y conocer la dureza en la que se mueven los ejecutivos en determinadas compañías. Sobre todo, los más ambiciosos. Por suerte, coincidimos en que las nuevas generaciones son más conscientes de la necesidad de no dejar de lado ni su vida personal ni su cuidado mental. "Focalizarse y prosperar en el trabajo, por supuesto que es absolutamente gratificante pero nunca te va a generar esa felicidad absoluta… consigues un status determinado, coche, casa, amigos… y en el fondo sientes un vacío emocional terrible porque por todo ese camino vas dejando absolutamente de lado cosas tan importantes como las relaciones con tu pareja, con tus hijos, con tus padres, con tus amigos...", afirma con convicción el autor. No es muy habitual que un escritor afronte la viudedad desde la perspectiva de un ejecutivo brillante; tampoco que, en su primer libro, se atreva con temas tan profundos como la culpa, el duelo, la ambición, el poder, la mentira, el síndrome del impostor o el presentismo. Luis Díaz de Bustamante lo hace a través de un personaje sin nombre que escribe un diario a su terapeuta, poniendo patas arriba la creencia idílica del mundo que rodea a los triunfadores. Consciente de la exigencia del mundo empresarial en el que se ha movido hasta ahora, el autor nos confiesa que fue tras el nacimiento de su segundo hijo cuando decidió parar un año para poder disfrutar de este momento y que no se perdiera lo mismo que cuando nació su hija. Como persona disciplinada que ha sido siempre, buscó una escuela que le enseñara el oficio de escritor durante ese año de excedencia y se apuntó en la Escuela de Escritores de Madrid. Hasta que estalló el COVID. "Quería escribir una novela similar al diario de Bridget Jones, desde una óptica masculina, retratando las inquietudes, y los desafíos que tienen los hombres de mi generación, afirma. Pero se topó con un francés sabio que le aconsejó salirse de la norma y elegir a un joven viudo como protagonista. Y creó El viudo, una novela, según Díaz de Bustamante, "un poco disparatada, el viaje emocional de 10 días de un hombre que no se daba cuenta de que tenía una historia de amor potentísima con su mujer, y tampoco de que tenía otra historia de amor mucho más potente con su empresa. Una lectura dura porque la muerte no le permite arreglar las cosas". Este diario dirigido al terapeuta, escrito en primera persona, habla de un hombre joven que acaba de perder a su mujer; un hombre narcisista, con un alto concepto de sí mismo que no se permite elaborar el duelo; sarcástico, ácido y cruel que desprecia a la gente, educado para controlar las emociones porque la exaltación de las mismas es vulgar. No puede mostrar debilidad ahora, cuando tiene tan cerca ser socio de la compañía… El autor muestra la dualidad de este personaje al presentarlo en dos situaciones extremas: "una situación extrema en el ascenso laboral y una situación extrema en la vida familiar, aclara el autor. Y pierde los papeles de manera inapropiada en un universo tan formal, tan jerarquizado, tan categorizado a pesar de contar con las habilidades y conocimientos necesarios para hacer las cosas como es debido".
"Gestionar el tiempo libre es la verdadera libertad que te da el dinero"El viudo es una novela dura a pesar del tinte irónico con que la disfraza el autor. Mordaz y crítica con el mundo empresarial que disecciona los sentimientos y emociones de un personaje que se niega a sentir, a mostrar debilidad. Aborda algo tan complejo como es la elaboración del duelo, dejando entrever las distintas etapas que atraviesa el protagonista sin ser consciente de ello ni estar preparado, porque lo rechaza. Orientado al logro, solamente valora el éxito. Por su educación clasista, ve a los demás como rivales en un mundo en el que solo triunfan los excelentes. Los demás son trepas y los despersonaliza nombrándolos solo a través de personajes de películas, que, en el fondo, es una manera de proyectar en los demás aquello que rechazas de ti mismo. Luis Díaz de Bustamante ha construido una novela reflexiva que interpela al lector a través de un diario que cada uno puede interpretar según su experiencia y convicciones, porque el protagonista no solo se dirige al terapeuta, también a su mujer muerta, a sí mismo y a cada uno de nosotros desde el Departamento de “Residuos Humanos”. Y que tiene rasgos, incluso, del propio autor, según nos confiesa. Eso sí, llevados al extremo. "En el entorno donde se desarrolla la novela, se premia mucho o se tiende al narcisismo… estás en una competición y muchas veces llega el mal llamado mejor, porque no llega necesariamente el que tiene mayores habilidades, sino el que ha jugado mejor o de peor manera sus cartas para llegar. Quería desde el minuto uno que el prota tenía que ser un hombre con una alta estima de sí mismo", apunta. La culpa aparece también como fogonazos; sobre todo cuando el protagonista es consciente de que la muerte no te permite decirle a la otra persona “lo siento”; tal vez por eso se resiste a dejarla marchar. "Hay algo hipnótico en el dolor ajeno. La fatalidad de otra persona amortigua el dolor propio", afirma con decisión. "El viudo" no nos hará reír a carcajadas; sí mirar a nuestro interior para descubrir dónde está lo importante; aquello a lo que debemos dedicar nuestra vida porque es lo único que nos dará la felicidad. Y no olviden este mensaje del autor: "Gestionar el tiempo libre es la verdadera libertad que te da el dinero". Puedes comprar el libro en:
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