VERDE QUE TE QUIERO VERDE

- Me voy a Sevilla, tía, a la única Feria de abril que se celebra en mayo.

- ¡Anda ya Vani! Que tienes de flamenca lo mismo que los güevos ídem que te hacía tu madre en cazuelita de barro. Más voluntad que gracia, tenían los pobres.

- La verdad es que viendo cómo está el tren, casi que me quedo en el foro hasta tener preparado el kit del chucuchú. Bocata de jamón, otro de tortilla, agua, botella de vino, una guitarra, salva slip, botella vacía de cinco litros con embudo…

- ¿Con fonil, también llamado tragavino???? ¡Alucino, colega!

- Puri, no estás en el mundo o no pones la tele. ¿Cómo quieres que asiente mis reales posaderas en un water lleno de mierda tras cinco horas -de media- de deposiciones, micciones y lo que se tercie? Una cosa es sacar la chorra detrás de un árbol, y otra subirse los refajos ante las impávidas miradas -todos se han quedado secos a estas alturas- de sufridores que no se atreven a hacer lo mismo. ¡Botellita y a mear dentro!

- Tía, ¡craso error! nos dio por escornarnos a trabajar y realizarnos en vez de ser mujeres modernas, libres y emprendedoras. Y ahora sin un euro viviendo de la Seguridad Social. Estoy pensando que conozco un par de rumanos que son la leche, con los que podríamos hacer negocios… viendo que las alambradas que protegen las vías no están electrificadas, como las eras de mi pueblo para que no entren las vacas… asaltamos unos kilómetros de ná, ellos que lleven la escalera y corten los cables, quemamos los plásticos que los recubren, y ¡voilà! a la furgoneta y a vendérselo a los chinos insaciables espías y traficantes de todo, incluido de todo, y personas… cuatro toneladas de cobre las sacamos en una tarde y nos levantamos doscientos mil euros libres de polvo y paja y Hacienda -que somos todos, señor marqués-. Y ellos a hacer coches eléctricos.

- ¿Sexus?

- O Plexus, Henry Miller, o ya puestos, Trópico de capricornio -guarrilla-, o Primavera negra…

- ¡Ay, Puri, redicha! Tu eres de pueblo y sabes camposear, pero yo con tacones y chándal no sé si estaré a la altura de un golpe como ese.

- Un suponer, poligonera señorita, y te cuento un caso verídico. El día que el señor alcalde y los concejales inauguraban el paseo marítimo de mi pueblo…

- ¡Qué me meo, colega! ¡Sería la ruta del colesterol que da la vuelta al municipio! ¡Paseo marítimo en Ávila, en la villa del Navazamplón!

- ¡Y dale con joder el relato, tía! Cuando fueron a encender las farolas del paseo ¡no se hizo la luz! Porque había robado los cables unos desalmados… o tal vez rumanos con furgoneta que al verano siguiente prendieron fuego en el campo quemando los plásticos de recubrimiento… Negocio, tía, negocio.

- Habrá que darle una vuelta y planificarlo bien antes de ir al lío. Ahora tenemos por delante trabajo que nos manda el presi democrático que ha descubierto que existen las urnas. Y tengo tantas ganas de meter la papeleta que, incluso, voy a votar que sí a la opa del BBVA – Sabadell.

- Solo por joder al gobierno, un suponer, en esa consulta pública novedosa e incomprensible que permitirá al Ejecutivo crear un armazón con argumentos sociales, empresariales y políticos para justificar un hipotético rechazo a la también hipotética fusión… ¡con dos cojones y un palito!, sí señor, los ciudadanos opinando sobre lo que deben hacer dos compañías privadas. Los accionistas del Sabadell serán los últimos en decidir porque falta aún el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)… tralará, tralarí que no entiendo ni un pijo, pero Pedro Antonio está que se sale de guapo y de demócrata con la ciudadanía.

- Pues como le dé por pedirnos opinión, con retrospectiva, de las decisiones que ha ido tomado el solito por el bien de España, no vamos a tener un domingo libre.

- No sé de qué te quejas, bonita. Yo di el visto bueno al chalé de Galapagar, porque opino que cualquiera tiene derecho a un terrenito con bañera en el campo para asilvestrar convenientemente a sus retoños con las cabras. Otro gran demócrata condenado al ostracismo por los ultrarricos que creen que sólo ellos tienen derecho a vivir bien y mantener las centrales nucleares con sus socios para que nos exploten en los morros como a los rusos. ¡Verde que te quiero verde!

- Si es que los que tienen tantos leuros no piensan en el bien de todos ni en la paz social. El Gran líder nos da el trabajo hecho y encima protestamos queriendo opinar. A ver, ¿qué sabemos nosotros sobre indultos, amnistías, violadores, estafadores, espionajes, inmigración, presupuestos generales y demás zarandajas? ¿Acaso somos economistas, chispas o leguleyos…? Agradecimiento, es lo que hay que tener y dejar de agitar el avispero para desentumecer al ciudadano que sestea en las terrazas.

- Eso, y a apoyar las grandes decisiones que toma el ministro del Interior, el genial Marlaska que va a contribuir a que las familias de los policías que visten de paisano puedan llegar a fin de mes pagándoles ¡ahí es ná! doce euros al mes para que se compren ropa.

- ¡Otra vez favoreciendo a los chinos en vez de a El Corte Inglés! Si es que se les va el cuerpo a nada que te despistes. Nos conformamos con cualquier cosa…

- Y que lo digas, tía. Nosotras al lío, a abrir negocios internacionales y a forrarnos con el cobre, que es una apuesta segura.

- Y ellos, ¡verde que te quiero verde! ¡A pastar los mandaba yo!

- Por si acaso, ¡ahí lo dejo!