Mi figura la inscribí mayor para que la piedra comenzara a tener memoria…
Porque en la piedra estamos todos Están nuestras manos acariciando el rostro del mundo ¿Qué tienen en común la piedra de la caverna primigenia, el fuego y la piel, con la fotografía y su captura del instante o la casa: como espacio de la memoria nuestra y de nuestros ancestros? Sin duda, la luz y la memoria del instante pleno. Y, también, las ausencias de «antes de la luz». Y, por supuesto, la agitación de los amantes en la tibia intimidad de la alcoba/cueva/nido. Para Reynaldo Lacámara, uno de los más importantes y reconocidos poetas chilenos de la actualidad, todo esto es lo que tienen en común, la caverna primordial, la piel y la fotografía, precisamente, los elementos poéticos esenciales con los que se va construyendo este excelente poemario, dotado de esa unidad de tono y sentido que tanto nos gusta. El libro está dividido en tres secciones: I “Las piedras hablan (Spray)”, II “Captura (Antes de la luz)”, III “La casa nos toca (Lugar habitado)”, cuyos epígrafes nos sitúan inmediatamente en el exacto punto y clima poéticos a los que el poeta nos quiere llevar en cada una de ellas. La cueva inicial, en la que todo comienza y se prefigura, y nos prefigura… Yo cacé ese tigre al estamparlo en un muro: ese fue mi regalo.
Mi figura inscribí mayor
paraque la piedra comenzara a tener memoria. (Cazador)
La captura del instante inasible: esa idéntica estampación del acontecimiento fugaz, necesario y memorable, que es una fotografía: hecho mecánico e industrial, sí, pero equivalente, al cabo de los milenios, al testimonio de nuestra presencia en los innumerables negativos de las manos sobre las paredes de caliza o granito…
1 Vemos la imagen enmarcada
Lo que vemos no son objetos Son signos raptados a la luz.
Y, por fin, al cabo de esos mismos milenios, la casa/cueva ancestral como refugio de la luz y de nuestra memoria, y, también, claro, como claustro íntimo y tibio del encuentro de los cuerpos, de la piel…
1 Ponerse al día con el pasado de esta casa es morar
es cumplir el contrato.
Hay principios que desenterrar…
2 La piedra muda Es el espejo de la memoria
Y lo insignificante Es lo que no refleja…
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