"Los Cometas, la verdadera historia" se presenta con la intensidad de un falso documental, el dinamismo de un thriller y la claridad de una novela de ideas, rompiendo las fronteras entre lo real y lo ficticio al experimentar con las estructuras narrativas y retar los géneros establecidos. En esta obra, Holden reinventa la trayectoria de una banda icónica del indie español de los años noventa, transformándola en una leyenda. Las canciones son, sin duda, un elemento fundamental. La esencia de una banda se revela a través de sus composiciones: algunas se transforman en himnos, otras dejan huellas profundas y unas pocas guardan los secretos de sus creadores. En "Los Cometas", K es el artífice de esta historia. Se trata de un músico con el corazón destrozado, un genio que no logró ser comprendido y un líder que nunca aspiró a ocupar ese rol. Su voz resonó en toda una generación… hasta que todo se desmoronó. Literalmente. En la entrevista, Agúndez nos da algunas claves de su nueva novela. Ocho años de silencio literario y cambio de editorial. ¿No han sido muchos años sin escribir? Han sido muchos años sin publicar. De escribir en realidad nunca he parado. Por un lado, me ha costado encontrar editorial para publicar, y tampoco quería publicar algo con prisas. ¿Ha tardado todos estos años en escribir “Los Cometas. La verdadera historia” o se ha tomado algún año sabático? La idea del libro la tengo en 2014 y en 2016 empiezo a escribirlo. He ido y venido sobre la historia durante estos años, y entre tanto he seguido publicando algunos relatos de forma independiente. De hecho, el año pasado publiqué “Apuntes sin pensar mucho”, que creo que es el proyecto más loco en el que me he metido, que me llevó dos años escribir, y uno de los libros con el que estoy más satisfecho. ¿A qué se ha debido esta tardanza en publicar un nuevo libro? Quería que el libro estuviera bien terminado. También, siendo honesto, he tenido momentos en los que he estado profundamente bloqueado. Creo que es el libro que más he revisado en mi vida y en el que más me he dejado ayudar para que estuviera lo más perfecto posible. Me ayudó mucho mi pareja en todos estos años, y después la editorial cuando apareció para publicar el libro. También ha cambiado de seudónimo. Ahora se hace llamar Agúndez. ¿Por qué ese interés en seguir queriendo pasar desapercibido? Siempre he querido que el foco esté en lo que escribo. Yo como persona no creo que tenga nada interesante. Desde que soy adolescente siempre me interesó el mundo del seudónimo cuando me enteré que Larra utilizaba “Fígaro” para escribir artículos. Si cuando lees puedes convertirte en cualquier persona, cuando escribes puedes hacer lo que te dé la gana. No descarto utilizar otros seudónimos. De hecho, actualmente trabajo en un libro en el que no quiero que se relacione conmigo y todo lo que he escrito en el pasado. Será como empezar de cero. Vuelve con un libro donde la música es el eje vertebrador de la novela. ¿Por qué le gusta tanto todo lo que se mueve alrededor de la música indie y sus músicos? La música es una de las cosas más importantes y necesarias que hay en la vida. Es algo que me obsesiona. Siempre estoy pensando en cuál será la próxima canción que sacarán mis grupos favoritos porque tengo la necesidad de escuchar nueva música constantemente y que sea capaz de emocionarme. Al comienzo fueron Los Planetas, ahora Los Cometas. Se nota que le gusta mucho todo lo relacionado con el espacio. Supongo que será casualidad. El libro tiene varios focos de interés. La creación musical, las relaciones personales, etc. Pero sorprende que trate el tema del terrorismo integrista. ¿A qué se debe ese interés? El atentado en Bataclán me llamó mucho la atención. Me pasé semanas pensando qué pasaría si eso sucediera en uno de tantos conciertos a los que voy. De hecho, alguna vez, yendo de concierto, sigo pensando: ¿y si ahora explota algo? Me pareció interesante montar una trama alrededor de esto, además pensé que no se había hecho nada sobre ello. Como tardé tantos años en publicarlo, entre tanto se publicó una película de Isaki Cuesta sobre el atentado y Emmanuel Carrere escribió un libro entero sobre el asunto. ¿Por qué escogió la ciudad de Granada como escenario principal? Ahí nació el indie español. No podía ser en otra ciudad. ¿Calificaría su novela como coral? No lo sé. Eso tendrá que decidirlo la crítica. La verdad que ni me había planteado etiquetarla así.
"Trabajé mucho las voces para que fueran diferenciadoras entre sí"¿Le ha sido complicado manejar tanto narrador? Sí. Trabajé mucho las voces para que fueran diferenciadoras entre sí e intenté que mi tono habitual no dominara a todos los personajes. Quiero pensar que lo he conseguido y si no, al menos lo he intentado. ¿Le ha resultado difícil utilizar la primera persona del femenino al escribir? Mucho. Quizá lo que más. Nunca lo había hecho y temía que sonara impostado o que no fuera capaz de meterme en la piel del personaje. También es algo que, si no lo he conseguido, puedo jurar que lo he intentado. De todos los personajes que pululan alrededor de K, ¿cuál le ha resultado más difícil de elaborar y con cuál ha disfrutado más? Para ambas preguntas: Toño, el mejor amigo de K. Creo que es un personaje con muchos matices que además vive una evolución bastante grande a lo largo del libro. Creo que es entrañable y si existiese me gustaría ser su amigo.
¿Ha pensado, a la hora de escribir, en sus antiguos lectores o ha preferido partir de cero? No he pensado en los lectores. Eso lo hice en su momento y creo que la cagué. Aquí he intentado hacer un libro que a mí me hubiera gustado leer. Otro problema en los que se centra es en el de consumo de drogas -algo habitual en el mundo de la música rock-, ¿Son las drogas las culpables de muchas separaciones? Son las culpables de muchas cosas, independientemente de la música. Creo que las separaciones de las bandas en muchos casos pueden suceder por el choque entre egos. ¿Sigue publicando poesía? ¿En qué se parece a las canciones? No tengo mucho interés en publicar poesía. Tenía la espinita (desde la adolescencia) de publicar un poemario y ya me la quité. Las canciones y la poesía no tienen nada que ver, salvo si eres Bob Dylan, Quique González o Guitarricadelafuente. Ni todas las canciones son poesía, ni todos los poemas son poesía. De hecho, lo mío dudo que fuera poesía. ¿Con qué nos sorprenderá en el futuro? Quiero publicar algo mainstream con otro nombre y siendo 100% anónimo. Lo más probable es que si funciona no desvelaré quién está detrás y si fracasa lo contaré y quizá te sorprenda que yo esté detrás de eso. O no. En realidad, no creo que un libro (al menos mío) pueda llegar a sorprender a alguien. Y lo digo en serio. Hay cosas más importantes. Puedes comprar el libro en:
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