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artículo literario

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

02/01/2020@19:34:41
Miguel de Cervantes Saavedra no solo rezaba, leía y enseñaba la Biblia, sino también componía y estrenaba sus obras «en alabanza de Nuestro Señor, de su Bendita Madre, del Santísimo Sacramento y otras cosas santas y devotas», durante el cautiverio en Argel.

Fue hace unos años cuando en la ciudad de La Coruña tuvimos la presencia del escritor Mario Vargas Llosa. Aún no le habían dado los distinos premios que ha recibido como el Nobel o el Cervantes que vinieron después. Sus novelas, Lituma en los Andes o La tía Julia y el escribidor o sus memorias Como pez en el agua nos han «perseguido» una tras otra al hablar de escribir y de lo que se ha llamado «la vocación de escritor» Juancho Armas Marcelo en un programa de televisión no solo llevó su biografía (realizada por él) en torno a su obra y a su «Vicio de Escribir» sino que en sus manos portaba casi toda la obra de este autor.

El nuevo documento inédito del 11 de diciembre de 1591, de capital importancia para la biografía documentada del autor de El Quijote, descubierto por el historiador burgalés Alfonso Dávila Oliveda, trata de los comisarios de Friedensfürst, Miguel de Cervantes Saavedra y su compañero Diego de Ruy Sáenz, quienes estuvieron en Archidona.

Le contrarió al hombre la perspectiva de llevar al hijo de cumpleaños en domingo justo al Karting situado en la misma avenida del mismo barrio donde cada mañana, desde las seis y media, debía personarse en el bar que llevaba regentando unos doce años para despachar cañas y bocadillos de serrano y manchego a los trabajadores de Neumáticos Roar, a los empleados de Dorta e Hijos Venta de Repuestos Automovilísticos Nuevos y Usados. ¿Cómo decirle que no a un niño?

El pasado mes de marzo conversé con Javier Gomá durante una hora y diez minutos en la Fundación Juan March de Madrid. El documento audiovisual que lo atestigua, del cual adjuntamos un link, ha recibido ya multitud de visitas.

Se admite que la “Biblia”, que el “Quijote”, que “Hamlet”, que “Moby Dick”, son obras literarias clásicas. El grecocomplutense doctor Carlos García Gual (1), filólogo, asevera que la palabra “clásico” procede del latín “classicus”, “con clase”. Luego, sólo la gente “con clase” lee, desbroza, interpreta tales obras. Dice, además, que los libros clásicos parlan de los “aspectos esenciales de la condición humana”, que son, según los libros que hemos leído, el lirismo, el romanticismo, el utilitarismo, el gremialismo, el legalismo, el moralismo, asuntos todos planteadores de cuestiones metafísicas.

En el anecdotario que zurce las interioridades de la literatura, a menudo me tropiezo con encuentros ante los que solo Dios sabe cuánto hubiese dado por acudir. Por ejemplo, los paseos vespertinos entre el maduro Galdós y el joven Baroja por los desmontes suburbiales del poniente de Madrid, donde entre observaciones, aquí y allá, sobre los tipos desharrapados que se cruzaban y las calamitosas maneras de sobrevivir en aquellas traspuestas riberas del Manzanares, surgían los comentarios del veterano novelista sobre cómo resolver una situación o cómo alumbró a tal personaje, consideraciones que, por supuesto, fueron acendrando la técnica de don Pío, cuando aún no atinaba con la manera firme de relatar sus fulgurantes peripecias de aventureros sin suerte.

Sobre el escenario de la Francia de De Gaulle y de la Nouvelle Vague, quiso ser la encarnación intelectual de los "philosophes" del Siglo de las Luces. Durante aquel Mayo del '68 también actualizó al Zola del Yo acuso, cuando salió a vender ejemplares de Liberation por el Barrio Latino mientras exigía a los gendarmes que le encadenasen.

La Navidad es la fiesta que más se celebra, la más antigua y la más unánime, en todo el mundo occidental. Su origen data del siglo IV, cuando la Iglesia impuso el nacimiento de Cristo como “Luz del Mundo”, sobre las fiestas paganas que festejaban el renacimiento del sol, en el solsticio de invierno.

En un momento en que parece respirarse espiritualidad por todos lados y en que le damos a una página de un ordenador y tenemos todos los remedios meditativos o silenciosos habidos y por haber salen de vez en cuando las vidas de personas que como diría el periodista catalán Alberto Oliveras «Tienen un don» Conocíamos a Nisargadatta Maharaj por su «Yo soy Eso» un libro que pese al tiempo transcurrido no ha parado de reeditarse una y otra vez y del que su lectura nos sumerge no en una sino en varias lecciones de vida. La editorial Liebre de Marzo tradujo hace unos años «Enseñanzas definitivas. Nisargadatta Maharaj» Es un libro junto con el anterior en un momento en que no había tantos medios digitales como existen actualmente y llenaba un vacío...

En 1968 Vicente Ferrer es expulsado de la India. Un reportaje, “La revolución silenciosa” fue el detonante. La primera ministra, Indira Gandhi, intercedió en su favor por el Father Ferrer: “El padre Vicente Ferrer se marchará al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien recibido de nuevo en la India” Anantapur es una ciudad árida, la segunda más seca de la India. La pobreza es extrema y en su momento el propio gobierno indio habló de ella como la más deprimida del país. La desertización y la falta de recursos harían de Anantapur un lugar inhóspito. En cincuenta años debería de ser evacuada por sus habitantes.

Supongo que estarán ustedes bien servidos —cuando no, ahítos— de noticias sobre Galdós, a propósito del centenario de su fallecimiento, que se cumplirá el próximo año. Y a pesar de eso y de resultar incluso redundante con cualquier otro artículo reciente, no podía sustraerme de echar mi cuarto a espadas sobre su abrumador e insoslayable legado por una razón sentimental: Gabrielillo de Araceli y Salvador de Monsalud habitan mi infancia.

Todo escritor famoso se merece, por lo menos, una larga lista de mentiras atribuibles. El pueblo español que lleva en sus genes eso de desmerecer los logros ajenos más que de alabarlos, es docto, sin embargo, en imaginación. Los chismes y el qué dirán, fueron en la época de Benito Pérez Galdós tan reales como en la actualidad.

«Una vez establecida la diferencia entre la guía correcta y el deseo no se puede forzar a nadie a creer. Quien descrea de las falsas divinidades y crea en Dios se habrá aferrado al asidero más firme (El Islam) que es irrompible. Dios todo lo oye, todo lo sabe» Corán:2: 256

Será porque muy pocos escritores han sido tan ajenos en su andanza vital y, sobre todo, en su quehacer poético a los fulgurantes lanzamientos, a los suntuosos premios e incluso a las imponentes ferias que se celebran durante estas fechas como Robert Graves, por lo que, cada otoño, cuando las noticias sobre este deslumbrante carrusel se estampan en los periódicos o se cuelan en los noticiarios televisivos, no hacen sino evocarme su lacónica y desgarbada figura de antiquísimo hechicero.