www.todoliteratura.es

artículo literario

28/04/2020@07:00:00
Si yo fuera director de esta revista, no publicaría este artículo. Hay cosas que no se pueden decir. No porque sean mentira, sino porque son verdades como puños. Pero no te van a dejar ir por el mundo sacudiendo verdades ni como puños ni a puñetazos. Que se lo digan a Ignatius Reilly (¡¡Oooh Ignatius, te adoro!!!) No hay nada más revolucionario, trasgresor y obsceno que la verdad ¿Pero quién coño necesita la verdad? Nadie.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Los nuevos documentos inéditos, descubiertos por el benemérito Presidente de la Sociedad Cervantina en Esquivias, don Sabino de Diego Romero, ex alcalde del Ayuntamiento de Esquivias, sobre los personajes auténticos, expuestos en El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, son de capital importancia para los estudios de la obra más destacada de la literatura universal.

¡Ah parcas del destino! desfallece mi mente...y continuar no puedo. Si me fuera concedida la gracia de la palabra, si estas sombrías y húmedas paredes pudieran desaparecer a través del don de la narración que me otorgarais..., acaso éste mi encierro no fuera en vano, pues... ¿qué no daría yo si ya heme perdido todo?

En septiembre de 2019, la Asociación de Amigos de los Molinos de Mota del Cuervo me designó “Molinero Universal”. Antes de acudir, pregunté al Presidente de la Asociación, Enrique Tirado, si debía preparar algún discurso. Ingenuamente me creí sus palabras: “¡Nada, hombre! Tú sólo di cuatro palabras de agradecimiento”, y así, acudí con lo puesto, como suele decirse. ¡Error!

Cuantos más días se suceden bajo este confinamiento, con la muerte acechando más allá de la hermética puerta de nuestras casas, más me invade el presentimiento de que nos vamos convirtiendo todos poco a poco en el teniente Drogo de El desierto de los tártaros (1940), y temo que como aquel legendario personaje acabaremos finalmente mostrándonos esquivos a nuestro retorno a esa ahora ansiada normalidad, porque nos amedrentará lo que nos espere.

No creas que me pillas en un mal momento, llevo cabreada desde hace un mes que estoy metida en casa. Pero es una percepción dual, porque al mismo tiempo me siento poseída por una extraña lucidez. Es en el infortunio cuando el ser humano despierta, reacciona, reflexiona y comprende que el mundo es una mierda, que las cosas siempre son peor de lo que te han contado y de lo que imaginabas.

No sé si el sinvergüenza nace o se hace, lo que sí sé es que conoce las debilidades del prójimo y se entrena para aprovecharlas.

Mi infancia fueron las historias de mi abuelo, y mis amigos los libros

Hablar de María Luisa Bombal es hablar de mi amigo el televisor al que le huido por años. Una tarde de octubre, mi amigo lejano el televisor se había posesionado de mi mente al escuchar la voz de aquel hombre, que por osadía se había atrevido a invadir la casa del gran Neruda con la intención de que este leyera su primera obra. Sí, Antonio Skármeta y su Cartero de Neruda esa tarde desde una torre papel me presentaron a María Luisa Bombal. Escritora por naturaleza, esa abeja de fuego que bautizo Neruda, la niña que odiaba la niebla, la amiga de Borges y Macedonio Fernández. La alcohólica a la que se le extinguió su vida esperando el premio nacional de literatura chilena.

En estos días de confinamiento, celebramos el Día del Libro tal vez sin reparar en que quienes lo justifican, fueron dos ilustres confinados como Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Sus obras derriban muros, abren espacios donde los confinados desafían todos los confines. Es así como el libro, cualquier buen libro, se nos presenta simultáneamente cono vacuna y vector de libertad. Porque libro y libertad, liber et libertas, son sinónimos de un antivirus universal, llamado literatura.

Hoy 23 de abril celebramos el a Mundial del Libro sin librerías abiertas a pie de calle. Por razones psicohigiénicas he decidido ser optimista, así que me consuelo pensando que aunque la de este año será una celebración poco lucida, en cambio, lo será muy sentida.

No sé cómo ha llegado hasta mis manos, pero incluso lo estoy ojeando. Es el best seller de pseudo física cuántica más famoso de Deepak Chopra “Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo”. ¡Qué miedo, colega, Vade Retro! Dicen que es un fenómeno paranormal que también les ocurría a los místicos del Siglo de Oro, nada por aquí, nada por allá y de pronto aparecía un libro o un manuscrito entre sus dedos. O en un lugar inverosímil de su celda, o más difícil todavía, en la cocina, entre los pucheros como a Teresa de Jesús. Ellos tenían la coartada de la “divinidad”, podían explicar con total aplomo que un santo cualquiera, al azar, del extensísimo santoral judeocatólico era el artífice de tal prodigio.

Cuando Unamuno partió hacia su exilio en Fuerteventura solo metió tres libros en la maleta. Uno de ellos era los "Cantos" de Leopardi. Pienso a menudo en esa imagen por una razón: En estos tiempos de coronavirus, la única manera de leer a los clásicos pasa por el exilio interior.

El amante se convierte en alimento del Amado; no es Amado quien constituye el alimento del amante, pues el Amado no puede estar contenido en la capacidad del amante. La mariposa que se ha convertido en amante de la llama, tiene por alimento, mientras se mantiene distante, la luz de la Aurora... Cuando llega allí no es la mariposa la que progresa hacia la llama sino que es la llama la que progresa en ella... Y ahí hay un gran misterio. Por un instante fugitivo ella se convierte en su propio Amado (puesto que ella es la llama) Y ésa es su percepción.

Ahmad Gazali (1126)

Aunque no lo parezca, el pavor metafísico que experimentábamos durante aquellas noches de difuntos de tiempo atrás, cuando veíamos surgir por la espalda de Don Juan Tenorio al espectro del Comendador, tiene mucho en común con todo lo que fantaseamos –y fantasearemos, una vez que la pesadilla quede atrás- a cuenta de la pandemia del Covid-19.

Mi amigo Federico, tanto por vencer al anonadador tedio en que ha sumido al paisanaje el confinamiento general como para protegerse de las aciagas noticias tras un ejercicio de erudición —una de las más saludables y baratas vacunas de que disponemos los hombres: la consolación por el conocimiento—, se ha dado a documentarse sobre las plagas que han estragado la Historia.