www.todoliteratura.es

artículo literario

14/11/2022@06:00:00

El pasado día uno, festividad de Todos los Santos, se cumplía una década de la muerte de Agustín García Calvo, uno de los más señeros intelectuales de este país. De aquella fecha, recuerdo unas cuantas necrológicas en los principales periódicos que desmerecían por su brevedad casi de compromiso lo extraordinario de su figura, siempre incómoda para el poder, circunstancia a la que la prensa suele ser harto sensible.

Ha publicado Luis Ventoso, quien ha sido muchos años director adjunto de ABC, en El Debate un controvertido artículo titulado “Una España sin colosos literarios”. El cariz provocador de la pieza no defrauda las expectativas generadas por un apellido que anuncia turbulencias y hasta tempestades. En efecto, ha hecho algún ruido y, también, ha encontrado eco entre algunos de sus colegas –a mí me llegó a través de una oportuna mención de Juan Carlos Laviana- e incluso parece haber picado a uno de los aludidos, Arturo Pérez Reverte; el cual, según nos informó recientemente el propio Ventoso a través de su cuenta de Twitter, ha bloqueado al periodista en la red del pájaro azul; esa ruidosa pajarera que anda muy revuelta desde que Elon Musk ha estrenado el enésimo juguete adquirido con el dinero de papá.

Fueron dos mujeres excepcionales. Una nació en Ávila, España, en el siglo XVI. otra en Limerick Irlanda, a finales del XIX. Ambas se quedaron huérfanas de madre, estuvieron muy influenciadas por la figura paterna y por una educación católica bastante profunda, las dos comenzaron su educación en internados de monjas, una en el Convento de Gracia, otra en el Laurel Hill, y ambas fueron escritoras.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

En medio de un ambiente intelectual marcadamente masculino sobresale la obra de esta escritora romántica, María Valdés Mendoza. Su producción poética marca un modelo de expresar sentimientos al gusto de la época.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Dedicado a los ilustres documentalistas del siglo XXI: Mercedes Agulló y Cobo, José Fernando Alcaide Aguilar, Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, Juan Carlos Álvarez Millán, José Barros Campos, Carlos Belloso Martín, Antonio Bonilla, Fernando Bouza Álvarez, José Cabello Núñez, Margarita Cabrera Sánchez, José María Carmona Domínguez, Pelayo Castillo Palacios, Alfonso Dávila Oliveda, Sabino de Diego Romero, Miguel Ángel Domínguez Rubio, Francisco Javier Escudero Buendía, Miguel Ángel Galdón Sánchez, Ramón González Navarro, Pedro Manuel Guibovich Pérez, Jorge Alberto Jordán Fernández, Ignacio Latorre Zacarés, Francisco Ledesma Gámez, Emilio Maganto Pavón, Francisco José Marín Perellón, Marina Martín Ojeda, Julio Mayo Rodríguez, Manuel Mora Ruiz, Antonio Moreno Hurtado, Rafael Muñoz García, Ana Naseiro Ramudo, Luis Fernando Palma Robles, Pedro Javier Rivas, Eduardo Peñalver Gómez, Antonio Sánchez del Barrio, Juan Luis Sánchez Martín, Jaime Sánchez Romeralo, Jesús Antonio de la Torre Briceño, María del Carmen Vaquero y Serrano y Jesús Villalmanzo.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

Su obra refleja el ambiente criollo en el que vivió, así como la temática humana heredada de autores europeos a los que admiraba: Pirandello, Proust o Unamuno. Marta Brunet fue diplomática y educadora, plasma sus recuerdos y vivencias en una obra poligráfica reconocida y premiada por la crítica posterior.

This piebald comparative inquiry is the kernel of two experiences with two wenches. As I was gallivanting across a rut of kennels of a street of New York, I saw a hairlanked black woman, and I wooed her by using my most poetical and knightly resources and polite letters. Amid that hectic cityscape she accepted my words, which at that moment were only an echo of a line of a poem written by Lord Byron: “She walks in beauty, like the night” (1). She smiled, and we are good records of love now. I did the same thing in Mexico with another coloured lass. Decorum does not permit me to describe her barbarian reaction.

Ignoro si ustedes compartirán esta sensación, pero apenas observo el panorama de la política europea, me parece estar asistiendo a una “discusión bizantina”; aquella estúpida disputa teológica sobre el sexo de los ángeles mientras los otomanos asediaban con sus bombardas Constantinopla, porque, en este instante, alrededor de Europa cunde un cerco de devastación y horror: la triturante prolongación de la guerra en Ucrania, la reciente e imprevisible sublevación en Irán, la sangrienta desmembración de Siria, del Líbano y de Libia, por no mencionar esa guerra silenciosa —al menos para España— e incesante desde hace demasiados años que atraviesa el Sahara desde El Chad hasta Burkina Faso.

El pasado 26 de Febrero el Ayuntamiento de San Sebastián -en cuyo equipo de gobierno se integra el partido socialista que en tiempos pasados incluyó en su ejecutiva guipuzcoana a escritores de la talla de Luis Martín-Santos (¿Quién os ha visto? ¿Quién os ve?)-, rechazaba por una mayoría de 24 a 3 conceder a Pío Baroja la Medalla de Oro de la ciudad, en este año en que celebramos el 150º aniversario de su nacimiento.

Resultaría del todo ingrato comenzar este artículo sin expresar mi sincero reconocimiento a Miguel y a Aldo García, y por supuesto, a mi querida Pilar Eusamio, que alentaron a Drácena a convocar unas mesas-coloquio durante la semana pasada en su librería Antonio Machado del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, donde he figurado desde aposentador hasta ponente anunciado en los carteles, o incluso de sustituto de socorro ante la imprevista ausencia del profesor Carlos Sandoval por un angustioso percance doméstico.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

María Rosa de Gálvez fue una escritora polifacética entre el neoclasicismo más afrancesado y el incipiente romanticismo decimonónico. Su actitud vital y su producción literaria incomodaron en unas décadas marcadas por cánones masculinos.

“Adornan este alcázar soberano profundos pozos,
perenales fuentes, huertos cerrados, cuyo fruto sano es bendición y gloria de las gentes”

Nada más entrar en el Parador Nacional de Turismo de Guadalupe sorprende este verso de Cervantes impreso en la puerta de cristal que, desde la recepción, da paso a su patio principal.

¿Quién dio dignidad a nuestra lengua para que se la considerara adecuada en las ciencias y en la literatura? ¿Quién reguló el castellano, lengua romance hablada por el populacho incapaz de expresarse en latín con corrección? El inolvidable Don Elio Antonio de Lebrija, más conocido como Nebrija.

Y si nos atreviéramos a contar la guerra de Ucrania desde el juego de perspectivas que levanta ‘Babel’? ¿Y si nos acercásemos a la devastación del hombre contemporáneo cruzando el agónico vuelo de ‘Birdman’ con el descenso a los infiernos de ‘Biutiful’? No les oculto que sigo y persigo a Alejandro González Iñárritu como uno de los contados realizadores contemporáneos que entiende el cine como un arte mayor.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

Con su extensa y variada producción, Soledad Acosta de Samper se atrevió a meter baza literaria en campos restringidos a los hombres. Dada su vocación pedagógica, desarrolló importantes proyectos sociales dirigidos a sus compatriotas mujeres.