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Derecho de pernada
Derecho de pernada

EL JEFE Y LA PERNADA

En esta ocasión Azucena del Valle se pone muy histórica para escribir "El jefe y la pernada", en su opinión todavía se dan muchos comportamientos medievales en las relaciones de hoy en día, y no la falta razón. Me pondré mi armadura por si acaso.

- ¡Como te lo cuento Vani! Que no se abolió el derecho de pernada, que me lo ha dicho Piluca en la fiesta del tirao del Sebas.

- ¡Que no tienes ni puta idea Puri! Que lo dimos en clase de historia con ese profe que tiene pinta de pringao, que fue Fernando el Católico en la Edad Media el que dijo que se acabó eso de que los señores estrenaran a las doncellas cuando se casaban con uno de sus siervos. !Qué fue por brutos y aprovechaos!, aunque esto ya venía de antiguo, puede que hasta de la época germánica, esa de hace muchos años. Aunque otros dicen que fue solo un mito que existiera como institución o práctica social, ¡pero claro que existió!

- Pues yo te digo que no se ha terminado la sumisión con el jefe, que sigue teniendo la sartén por el mango… aunque visto ahora !cualquiera se mete con una tía!, qué te buscan la ruina (por mamón merecido mayormente). ¿Pero qué pasa si la de la pernada, la abusona y maltratadora en definitiva es una chorva? Pues ahí te he dao, bonita, que con ellas no se meten las que hablan de derechos, ¡qué se han olvidado de los que tienen los hombres! ¡Y vaya si hay mujeres que ejercen el poder como el más ladino y perverso de los varones malvados! Qué se lo digan a las queridas amigas de la Jesi, que dos son las Carmelas y otra la Tanqueta de las Ventas presta a dejarte seca en cero coma, que todas estuvieron a punto de tirar la toalla por unas zorrez que tenía el pico listo, y ellas eran profesionales y mujeres avezadas en la vida y la profesión… pero en el fondo unas pavas sufridoras que ya les hubiera gustado dar rienda suelta a los instintos más básicos y primarios y soltar una… ya me entiendes, a mano abierta.

- Pues Puri, con lo que refieres de las amigas de la Jesi, no sé si prefiero la Edad Media a este Siglo XXI… te jodían una vez -entiéndase en sentido literal, brutal y doloroso-, y luego sanseacabó, y ahora te lo hacen a diario esos seres egocéntricos, con complejo de inferioridad, que solo se sienten alguien humillando a otros, léase en este caso, a otras. Que me han contado que la hermana de la Vero, la Terete, cuando va a trabajar dice que se va a la plantación… Manda güevos, que diría el otro, en plena era tecnológica que sigan creando angustia al personal una familia entera al mando de una empresita que trasiega miles de euros anuales con el sudor de pobres trabajadores que habían de ser considerados próceres por pertenecer a la rama ilustrada de licenciados superiores en ejercicio profesional impecable y no pagable, y no pobres pringaos con desasosiego. ¿Y a quién, acuden si se juegan el pan si son jóvenes y más si pasan de los cincuenta? Que se condenó en el lejano Paraíso bíblico a los padres Adán y Eva con ganárselo con sudor, pero nadie les dijo que lo arrastrarían sus descendientes tantos años y con lágrimas. Una enormidad para los precarios en ejercicio sostenido. Ahí está la clave de la supervivencia.

- Pero Vani, ¿tú no crees en eso de que a todo cerdo le llega su San Martín?

- Pero qué dices, que pareces lerda, ¿no te has enterado de que incluso aquellos asquerosos -era la palabra más alta y contundente que decía mi madre-, con delitos de sangre, vuelven al hogar como héroes de la causa y les bailan con tamboril en su pueblo? Que ya nadie paga nada en este mundo desequilibrado, y del otro no vuelven para contarlo.

- Pero yo me pregunto, qué hay en la mente de esas personas para ejercer la maldad contra el prójimo cercano, léase la prójima, que diría la que no quiero nombrar y que en mi pueblo significa otra cosa peor ¿serían capaces de no sentir y manifestar sororidad -palabra muy progre y que no conocen muchas afectadas-, incluso en casos de violación, con otras congéneres agredidas mirando solo por ellas? ¿qué les pasa por la cabeza con tal de sobresalir y no perder prebendas? Hasta los hombres callan cuando la que maltrata es ella, y ya no me refiero solo al ámbito doméstico, es decir, a lo que ocurre en el hogar de puertas adentro y nadie quiere saber por el qué dirán y la vergüenza que sufren esos desvalidos.

Esas tipas no son conscientes de lo que hacen, un suponer, porque si no pedirían ayuda de inmediato. Eso de que nadie te quiera y solo te hagan el rendibú los agradecidos… tendría que notarlo su mente enferma y desequilibrada. La sociedad ha avanzado mucho respecto a la prevención del maltrato a la mujer, pero de los hombres que lo padecen apenas se habla porque en comparación de cifras, incluso cuando son asesinados, el número es sensiblemente inferior. El concepto no es nuevo, ¡ahí lo dejo! ¿Se puede hablar del perfil de la maltratadora? He leído que Neus Colomer las llama “depredadoras o vampiros emocionales” porque absorben la energía de sus víctimas y, como cuenta Esmeralda López Garrido en el artículo que le nombra, las maltratadoras son controladoras, posesivas y celosas; manipuladoras, rígidas, con una personalidad psicopática que hace creer a unos que es guay y a otros destroza sin pudor; con un comportamiento bipolar, léase, pasar de la alegría al enfado en cero coma; no son empáticas en absoluto ni capaces de reconocer el daño que hacen ni pedir perdón; agresivas y con sentimiento de fracaso y baja autoestima que intentan disimular, como te decía al principio. Comparten alguna característica con el perfil del hombre maltratador y, ahora que lo pienso ¿conoces a alguna jefa con esas características? A mí me suena que… Y también me estaba acordando de las pobres chavalitas que contaban asustadas sus inicios de trabajadoras precarias cuando el baboso de turno las hacía gracias, que no lo eran, tirando indirectas sin parar y con una sonrisita… la que nunca ponían a su mujer. Lástima de guantazo, que entonces casi se les podía dar, aunque te fueras a la calle, pero ¿quién le arrea a esa jefa cabrita que te humilla y anula?

- Hoy el chaval también se iría a la puta calle, pero no le quedaría el buen sabor de boca de habérsela cerrado con un buen mamporro a tiempo, porque se lo llevarían directo a la trena sin haberla podido abrir, léase, la suya. Y digo yo, ¿a las cerdas también les llega su San Martín, con perdón de las gorrinas? Lo que concluyo con esta reflexión reflexionada es que no maltratan los géneros, maltratan las personas, todos podemos convertirnos en maltratadores a poco que nos descuidemos, pero no todos tenemos complejo de inferioridad ni el ego tan desorbitado como para sobresalir siempre por encima de los demás desarrollando conductas abusivas que minen la moral del que depende de nosotros a base de hostigamiento y menosprecio. ¡Ahí lo dejo!

- ¿Y todo esto qué tiene que ver con el derecho de pernada? ¿Será por lo de joder al prójimo desvalido, justo a aquel que debiéramos proteger? ¿Señores feudales o jefes omnipotentes de los que depende nuestra estabilidad y futuro profesional? Suerte que los míos siempre fueron buenos, que si no… salían en el cuaderno.

- Cien por cien, Puri, cien por cien.

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