Desde el punto de vista de los creyentes, los seres humanos tenemos una serie de espíritus puros, los servidores de Yahveh-Dios Todopoderoso, léase los ángeles, los cuales ocupan una escala indubitable: Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades, Querubines, Serafines, Arcángeles y Ángeles. «'Una exploración intrigante de los muchos roles que los ángeles han desempeñado en la vida espiritual'. En una encuesta de 2016, uno de cada diez británicos afirmó haber experimentado la presencia de un ángel, mientras que uno de cada tres sigue convencido de que tiene un ángel de la guarda. Estos son números enormes y significan que, en algunos aspectos, los ángeles lo están haciendo mejor que Dios. En el mundo secular, escéptico y poscristiano de Occidente, la fe en los ángeles es considerada tanto una anomalía como un consuelo. ¿Qué son exactamente los ángeles y por qué han creído en ellos tantas personas en diferentes épocas y contextos de todo el mundo? ¿Cuál es su historia y su papel en las grandes religiones y más allá de ellas? ¿Son los ángeles algo real, una manifestación de la preocupación divina? ¿O parte de la poesía de la religión? ¿Pueden aportar una verdad más profunda sobre la existencia humana y el cosmos? Estas no son preguntas nuevas, los humanos se las plantean desde hace milenios. Peter Stanford investiga sobre la historia, la teología y el significado cultural de las ideas religiosas». Sobre todo, son importantes para los que somos cristianos-católicos, que solemos invocarlos, ya desde nuestra más tierna infancia. Esta es la fórmula utilizada, durante casi tres mil años, donde se ha rezado o invocado buscando impetrar la ayuda o el auxilio de la Divinidad. "santo, santo, santo, es el Señor Todopoderoso/toda la tierra está llena de su gloria/Hosanna en las alturas"; todo ello se ha musitado, fervorosamente, tantos en las sinagogas como en las iglesias; proviene el texto de la visión del profeta Isaías, escatológica y magnificente, del propio Yahvéh-Dios sentado en su trono del Templo jerosolomitano del Rey Salomón de Israel, en esta visión extraordinaria, el Todopoderoso está acompañado por una guardia angélica conformada por serafines, "cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban". Cuando estos delicados siervos de Yahvéh cantan las glorias del Todopoderoso, los cimientos del templo de Salomón temblaron y todo se llenó de humo y de incienso. Uno de los serafines coge un trozo de carbón al rojo y toca los labios del gran profeta de Israel Isaías, borrándole todos sus pecados y otorgándole el título emblemático de mensajero de Dios. En el libro del Apocalipsis, escrito a finales del siglo I d.C., probablemente por el apóstol San Juan, estos detalles se repiten; aunque, ahora, son cuatro las criaturas, con seis alas, tres pertenecientes al mundo animal: un león, un toro y un águila, que curiosamente pertenecen a los evangelistas Marcos, Lucas y Juan, y una cuarta criatura, ahora ya con forma humana y que correspondería a la alegoría del evangelista Mateo. Todas estas criaturas repetían: "Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir". En la actualidad, los judíos recitan el Sanctus, en el ritual de santificación o Kedushah, dentro del servicio religioso diario. Existe, además, una forma muy respetuosa de recitación, y que consiste en que, cada vez que se pronuncia dicho vocablo, los que salmodian el canto se levantan sobre los dedos de los pies, dando o remedando la impresión de que desean alcanzar a los ángeles del cielo. También, los cristianos se consideran más que identificados con el Libro del profeta Isaías, basándose el hecho en la promesa realizada por el profeta de que Dios volvería a su pueblo de Israel, englobando ya a toda la humanidad. Los cristianos consideran a este hecho como la primera promesa del Hijo de Dios, Jesucristo, y por ello esta obra es denominada como 'EL QUINTO EVANGELIO'. "El Sanctus se incorporó a la Iglesia occidental en el siglo V d.C. en los textos aprobados oficialmente, con el santo, santo, santo ('santo' en latín). Mientras tanto, en el este, los cristianos ortodoxos continúan recitando sus palabras de los ángeles como parte de su liturgia en el Trisagion (o triple santo). En todas estas tradiciones, que en total representan a 1'5 billones de la población mundial, se entiende que las voces humanas se juntan para cantar con los ángeles en un solo coro que trasciende los límites del cielo y de la tierra". Asimismo, me quiero referir a otro vocablo, excelso, y que aparece en el SANCTUS, que es el HOSANNA, palabra hebrea denominada como YASH NA, y que suele aparecer en múltiples ocasiones, siempre pronunciada por los ángeles, o en cualquier situación que tenga que ver con estos destacados servidores del Todopoderoso, lo que puede ser traducido por 'Bendito'. "Por otro lado, en el Paraíso de Dante, el último tramo del viaje del poeta a través del otro mundo que tiene lugar en la tercera parte de la Divina comedia, el narrador descubre que los millones de 'chispas centelleantes' que le rodean en los reinos superiores del cielo son, efectivamente, ángeles cuando les oye cantar sus hosannas. 'Les oí cantar hosanna en coro. En el lugar fijo que las mantiene en el Ubi. Y siempre estarán donde siempre han estado'. La canción incluso contiene la palabra 'hueste', el nombre colectivo para los ángeles. El origen del término 'hueste' es incluso anterior al Libro de Isaías y pertenece al siglo XI a.C., cuando el rey judío Saúl estableció el reino unido de Israel, con su sucesor David y cuya capital era Jerusalén". Sea como sea, en algunos libros del Antiguo Testamento ya se define al Dios, Yahvéh de Israel como el 'SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS O DE LAS HUESTES'; la palabra hebrea que lo traduce o cualifica es SABAOTH, en el sentido de un grupo de soldados o de seres que se dedican a la defensa; este hecho se concebía como algo esencial, lo que ya había ocurrido, para que el gran rey Saul hubiera derrotado, en varias ocasiones, a sus acendrados enemigos, los filisteos; y en el conocimiento global israelita existía el convencimiento de que los ángeles se mezclaban con sus soldados y los asistían. La historia de los ángeles y los hombres está entremezclada ya desde el mismo Génesis: "Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida". Para finalizar, indicaré que me ha parecido una obra muy interesante, necesaria; y es obvio que con ello me refiero a todos los seres humanos que tenemos un interés riguroso e inteligente sobre el misterio de estos seres, que están siempre en presencia de Yahvéh-Dios, SUB ALTARE DEI. Todo este concepto de servidores de la Divinidad, se encuentran, a priori, como figuras aladas entre los sumerios, acadios, asirios y babilonios, entre los ubérrimos ríos Tigris y Éufrates, símbolos del poder terrenal casi divino y como deidades. En suma, estimo una obra interesante, para todos los cristianos culturales. ¡Estupendo libro! «Confusa ebrius est non iens ut producat ex optimis in sobrii sint mulier». Puedes comprar el libro en:
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