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Foto de familia de las III Jornadas de Literatura y Espías
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Foto de familia de las III Jornadas de Literatura y Espías (Foto: Maudy Ventosa)

DISFRUTANDO CON LOS AGENTES DE LA T.I.A.

La Puri y la Vani se han hecho alumnas del espionaje y se han ido a los cuarteles de Vicálvaro, hoy universidad, a aprender lo que no se dice por ahí. Nos lo cuenta Azucena del Valle en el artículo "Disfrutando con los agentes de la T.I.A." y debió ser la única porque estos informantes desinformados no consiguen saber por qué las novelas de espías no termina de calar en nuestra piel de toro. Pese a los muy buenos que hemos tenido y que se lo digan a Garbo, condecorado con la Cruz de Hierro alemana y la Orden del Imperio Británico. Y ambas se las concedieron en 1944. ¡Pásmense!

  • Primera mesa de las III Jornadas de Literatura y Espionaje

    Primera mesa de las III Jornadas de Literatura y Espionaje
    Javier Velasco Oliaga, José Luis Caballero, Fernando Martínez Laínez y Fernando Velasco Fernández

- Tía, cómo nos gusta vivir emociones fuertes en vivo y en directo tratando de espiar a los espías cual sabuesas rastreadoras; descubrir claves ocultas en saludos aparentemente triviales como ¡Está fatal el tráfico!, en caídas de ojos como el que no quiere la cosa mientras se palmean la espalda; en miradas torvas entre exagentes como si jugaran al mus y se dieran la 34...

- ¡La 31, bruta! Que tú solo guiñas el ojo para ligar…

- …Cruzar Madrid casi con cuarenta -grados, aclaro- y ocultarnos mezclándonos con gente de distinto pelaje en un salón abarrotados con un público entregado dispuesto a no perder ripio de lo que allí se dijera.

- Tía, no es cualquier cosa tener delante a persona que obtienen información dando palique al de enfrente, disimulando, aunque no les guste lo que escuchen, y luego se lo cuenten al que los paga. Héroes nacionales todos ellos.

- Pues no entiendo por qué ponen a Leire Díez a parir si ella también trabaja para el gobierno, Puri.

- ¡Ajá, colega! ¡Blanco y en botella! Acabas de dar con la primera diferencia entre la novela negra y la de espías, aunque aquí solo se mate la verdad: atmósfera misteriosa y asfixiante, fontanera vasta más poligonera que nosotras, ambigüedad moral, más bien tirando a fea y ordinaria, torpe… En cambio, la novela de espías se caracteriza por tíos buenorros e inteligentes, narraciones de intriga, suspenso y acción que involucran a personajes en situaciones de alto riesgo en escenarios exóticos y con elementos de acción y aventura. Las historias se centran en el mundo del secreto, las agencias de inteligencia, operaciones encubiertas y el espionaje profesional.

- Joder, Puri, no entiendo cómo Peito -que dice Maque- no ha mandado a su cuadrilla a aprender un poco a las III Jornadas de Literatura y Espionaje, que se han celebrado en la Universidad Rey Juan Carlos de Vicálvaro, que se asienta sobre el antiguo cuartel de Vicálvaro, famoso por la Vicalvarada de 1854, como ya contamos hace dos años.

- El saber hace libres a las personas, y si les da por pensar… otra rebelión. Pero nosotras tomamos buena nota de todo lo que se dijo en las dos mesas redondas que se celebraron el pasado martes 10 de abril, formadas por espías sin gabardina ni sombrero, eruditos y sabihondos escritores que no callaban yéndose por las ramas sin hacer caso a los moderadores que no conseguían controlarlos.

- Es que cuando no están en activo son “casi normales”, sin disimulos ni filtros. Parecían una panda de amigos disfrutando de lo que les gusta: las novelas de espías. Rindieron homenaje al maestro, espía-escritor fallecido un día antes, Frederick Forsyth, que inventó una forma de narrar y al que todos admiraban. Perteneció, durante veinte años, al MI6. Pero habrá que presentar a la tropa, porque tanto palique sin sustancia, es cansino. ¡Al tema! El excelente anfitrión que presentó las jornadas…

- ¡!!Tachán!!! Fernando Velasco Fernández, director de la Cátedra Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos, codirector del Máster Interuniversitario en Analista de Inteligencia y socio fundador del Club Letras y Espías y muchas cosas más. Dijo cosas muy bonitas y se ve que es un profe muy leído e instruido, como que, incluso los espías -eso me lo he inventado yo- necesitamos de la cultura y del arte para que la vida nos resulte algo más soportable. Citó a Fernando Pessoa, Azorín, Goethe, Montaigne y otros. Pero la frase que más me gustó fue la de Billy Wilder cuando le preguntaron si un director debía saber escribir. Él respondió que bastaría con que supiera leer.

- El tema de la primera mesa era “Conexiones y diferencias entre la novela negra y la de espías”. Moderaba el prestigioso periodista y escritor Javier Velasco Oliaga, director de Todoliteratura que se ha hecho aún más famoso desde que publicó, con Maudy Ventosa “Margarita Landi. La rubia del velo y la pistola”, libro de referencia mundial de la España negra en la que no se mataba. Le acompañaban Fernando Martínez Laínez, ensayista, periodista y escritor, doctor en Ciencias de la Información, que ha sido delegado de la Agencia EFE en Cuba, Argentina y la Unión Soviética, además de corresponsal en Gran Bretaña. Es presidente de la Asociación Española de Escritores Policiacos y autor de casi treinta novelas históricas y negras. Afirmó que con la novela de espías entramos de lleno en los subterráneos del poder, es decir, entramos en las alcantarillas del poder, y cuando es buena la novela de espías lo que hace es una crítica a la manipulación del poder incluso a escala internacional.

José Luis Caballero, albaceteño que vive en Barcelona, periodista, guionista y escritor además de especialista en relaciones internacionales y servicios secretos. Ha publicado muchas novelas, entre las que destacan El heredero del diablo o El espía imperfecto. De nazis y espías lo sabe todo, y afirmó que son los mismos autores los que deciden si una novela es negra, de espías o histórica; no consideran importante separar una cosa de otra, porque saben perfectamente lo que es. Soy yo quien dice que es una novela de espionaje y ahí se acabó la discusión. La primera se desarrolla en un pequeño espacio, una casa, un barrio, una ciudad… Con la novela de espionaje estamos hablando del segundo oficio más antiguo del mundo, o el primero, el oficio de espiar al vecino… el origen es defender tu territorio obteniendo información de cualquiera, adversario, amigo o enemigo.

- Pues si fue interesante la primera mesa, no te pierdas la segunda, que versaba sobre “Heroísmo, lealtad y traición en la literatura de espionaje”. Moderaba el exespía presidente de la AEMSIE, Coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor, Juan Martín Roy, que perteneció al Servicio de Inteligencia español (CESID/CNI), profesor del master en Analista de Inteligencia de la Universidad Rey Juan Carlos y del curso de Inteligencia del Instituto Universitario Gutiérrez Mellado de la UNE, exmiembro de la División de Contrainteligencia del CNI. Aludió a los escritores clásicos de novela de espionaje para destacar que en todas ellas aparecen, como mínimo, algunos de los conceptos objeto de debate: el heroísmo, la traición y la lealtad.

- Y vamos con los entendidos ponentes. Pedro Weisheit, pseudónimo del escritor montañés Pedro A. San Juan que reside tan ricamente en la Costa del Sol y que se le conoce por mal nombre Pedro Africano. Ex militar, boina verde y Sargento de Caballería, lo dejó todo tras diez años de servicio, para trabajar como ejecutivo en varias multinacionales, fundar sus propias empresas para conocer -digo yo- varios países de África y más adelante del Este de Europa. Ahora se pone moreno mientras disfruta escribiendo novelas como Un frío invierno sahariano, para poder meterse en charcos, como su protagonista, un agente atípico.

- Habló, sobre todo de lealtad, afirmando que se compone de capas: La familia, pandilla, las instituciones, su gobierno, lealtad a su patria chica o grande, y lealtad a su Dios, el que lo tenga… en todas esas capas de lealtad, se pueden abrir grietas. Esas grietas se pueden abrir por una frustración, un maltrato, una degradación; todo eso cuartea. Concluyendo que son esas grietas las que se aprovechan, a favor o en contra, agrandándolas para llegar a la traición, para socavar la lealtad. Has debilitado al contrario y será fácil captarlo y reclutar a alguien mediante el agrandamiento de esas grietas.

- El siguiente en intervenir fue el escritor e historiador español, Carlos Carnicer, que combina su trabajo como docente de secundaria con su labor literaria. Colaborador en medios especializados como La aventura de la historia, ha publicado varios ensayos y novela histórica, con títulos como Forcada: el secreto de la Reina Virgen. Contaba hablado de espías, por supuesto, que el campo en el que tienes que reclutar informadores, ya de por si es ambiguo… te venden la moto y al final te la están colando. Quien se va a prestar a darte información, se va a presentar como leal a la “causa”… cada uno se puede vender como leal a la causa por muchas razones.

- Y el que faltaba por nombrar, José Luis Hernández Garbi, escritor y divulgador histórico. Su trayectoria literaria abarca diferentes géneros en los que ha obtenido más de una treintena de galardones a nivel nacional. Colabora en varios espacios de radio, televisión y medios de`prensa escrita. Su ensayo "Héroes, villanos y genios. Extranjeros insignes al servicio de los Austrias" obtuvo el Premio Algaba, prestigioso galardón que otorga Ámbito Cultural de El Corte Inglés. Su novela Rojo en la nieve, fue finalista del Premio de Novela de Terror Ciudad de Utrera. El escritor se duele de la leyenda negra que hemos llegado a comprar y tragamos… Romper con esto, es una tarea que debieran acometer nuestros escritores e historiadores actuales… no entiendo cómo es algo que nos tiene acogotados a estas alturas

- ¿Sí o qué, bonita? ¿Aprendiste algo en estas Jornadas?

- ¡Un güevo, tía! a pesar del batiburrillo que se produjo al final porque todos querían participar, aunque no estuvieran en la mesa. Y no me extraña; los temas tratados daban para muchas horas de charleta. Alucino que sigamos comprando lo que cuentan británicos y americanos cuando ya en tiempos de Felipe II teníamos la mejor red de espías del mundo mundial. Alguien dijo que eran los mejores servicios de inteligencia de la época, superiores incluso a los que tenía Richelieu en Francia y por supuesto muy superiores a los que tenían los ingleses con Walsingham…, y sin embargo se sigue considerando que el gran iniciador de los servicios secretos europeos fue Walsingham, el agente de Isabel I de Inglaterra...

- Yo me quedo ojiplática con la falta de interés y curiosidad de nuestros escritores e historiadores actuales por la historia real de nuestros espías, en un país que fue el más grande y del que se quiere borrar su legado de un plumazo. Tuvimos los mejores ojos y oídos. Hasta las mejores plumas, porque Cervantes también fue espía, colega ¡País de acojonados!

- ¡Esa leyenda negra del enemigo interior nos golpea! Dijo otro.

- Y si seguimos con las perlas que apunté, ahí va una del dire de Todoliteratura: Creamos en España nuestros mejores enemigos…

- Tía, se refería a gente como Guillermo de Orange, leal a Felipe II hasta que se cansó, Bolívar y San Martín, no a los de ahora… que también.

- Pues la de Laínez tampoco tiene desperdicio: Nuestra ideología es la falta de ideología

- ¿Y a quién se referían al asegurar que El traidor perfecto es el que se cree leal?

- Ni puta idea, pero si pienso un poco… Nos toca reflexionar y revalorizar la cultura española, que también lo dijeron.

- Y a esperar las próximas Jornadas Literarias de Letras y espías que serán las cuartas… De momento, ¡Ahí lo dejo!

- ¡Cien por cien, Puri! ¡Cien por cien!

Segunda mesa de las III Jornadas de Literatura y Espionaje, compuesta por Pedro Weisheit, Carlos Carnicer, Juan Martín Roy y José Luis Hernández Garbi
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Segunda mesa de las III Jornadas de Literatura y Espionaje, compuesta por Pedro Weisheit, Carlos Carnicer, Juan Martín Roy y José Luis Hernández Garbi (Foto: Maudy Ventosa)
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