En un entorno de Las Palmas de Gran Canaria, el lector se ve inmerso en una realidad donde lo habitual y lo violento coexisten sin dificultad. La historia comienza con un descubrimiento inquietante: un brazo amputado es encontrado en un contenedor, lo que da pie a una investigación que conectará a la jueza Mara Ramírez, quien acaba de llegar a la isla, con el inspector Aitor Ibarra y Beatriz “Betty” Mantecas, una talentosa pastelera que oculta un pasado sombrío.
Brunke elabora un relato en el que se entrelazan la ternura y la violencia, utilizando una escritura ágil, directa y repleta de ironía. Los límites entre víctimas y verdugos se difuminan a lo largo de la narración. La protagonista, Betty Mantecas, destaca como una narradora inolvidable: sarcástica, vulnerable y feroz, convierte su pastelería en un refugio —y también en un escenario ideal para el crimen.
"El bacon es el mejor alimento del mundo, eso creo. (...) Cuando escucho a las mismas personas que martirizaron mi adolescencia elogiar mis pasteles, me entran ganas de arrastrarlas hasta la parte de atrás de la tienda y acabar con ellas una a una», escribe la autora en uno de los pasajes más recordados de la novela", nos dice la autora canaria.
La obra fue elogiada por el jurado del Premio Alexis Ravelo, compuesto por Mercedes Castro Díaz, Antonio Becerra Bolaños y Javier Rivero Grandoso, quienes resaltaron “la rabiosa originalidad argumental, el carisma de los personajes y la minuciosa documentación”, además de su “voz distinta, ácida y profundamente entretenida”.
Annika Brunke (Las Palmas de Gran Canaria, 1975) ha residido en México, Estados Unidos y España. Desde siempre ha sentido debilidad por la novela negra, pero también por otros géneros como el histórico y romántico. En 2025, obtuvo el Premio al Relato Corto de la Feria del Libro de Vecindario.
Es autora de tres títulos dentro del género negro, La casa en El Palmar, Quinta de ánimas y Fénix: el alma del impostor (Ediciones Garoé). Su escritura, de carácter reivindicativo y coral, se distingue por dar voz a múltiples perspectivas y personajes, tejiendo una narración compleja y absorbente.
Investigadora incansable de la mente criminal y de la historia negra de Canarias, Annika Brunke mezcla con maestría acontecimientos reales con altas dosis de ficción, encajando las piezas con precisión y construyendo una nueva realidad trepidante y adictiva en la que sumerge al lector sin darle tregua durante toda la trama.
En la actualidad, compagina la literatura con su cargo como subdirectora de una conocida empresa de restauración en Gran Canaria.
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