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Firma invitada

19/01/2022@15:00:00

La idea de escribir Archipiélago surgió cuando vine a vivir al Sudeste Asiático. Llevo seis años aquí, y todo lo que he aprendido y vivido desde entonces me ha servido de base para la novela. Muchas de las cosas que encontré al llegar me causaron un impacto tremendo. Por ejemplo, la presencia constante de la selva (y su terrorífica belleza), los paisajes marítimos rodeados de manglares y la pervivencia de formas de vida tradicionales ligadas al mar.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Le he cogido prestado el título de la columna a Yolanda Díaz. No diré que es mi musa, pero se ha ganado a pulso el echarla de comer aparte. La vice segunda del gobierno con sus renovadas mechas rubias y con un par de ovarios ha dicho que desde el Gobierno se están haciendo “cosas chulísimas” (sic).

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

Octavia E. Butler era una aprendiza de escritora, como ella se definía, no se hundió ante las continuas negativas de las editoriales que no confiaban en su obra. Sus títulos Xenogénesis, Patternist y Kindred le dieron una gran notoriedad y constituyen auténticos modelos para otros escritores del género.

PLAZA GUIPÚZCOA

Lo que me han traído los reyes ha sido incomprensión y quejas. Mira que he tenido columnas polémicas, pero ninguna tan criticada como la del martes pasado.

Publicamos siete poemas de "Cada vez que muero", la poesía completa del aforista Mario Pérez Antolín.

“La televisión es muy comunicativa, cuanto que la enciendo me paso a otro cuarto y me pongo a leer un libro”
Groucho Marx”

De vez en cuando, como para aliviar las penas comunes, las mi serías que a veces nos ahogan, llega una noticia importante. Y ayer nos ha caído como si fuera del cielo que, con esto de los encerramientos de ciento de miles de personas el placer de leer ha aumentado algo así como un quince por ciento. Escribo que es buena noticia porque un pueblo que no lee nunca podrá ser próspero y rico y un poco menos alborotador y escandaloso.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

La obra literaria de la doctora panameña Rosa María Britton reflejó la situación vulnerable de muchas mujeres en su país. Obtuvo reconocimientos, premios y mucha fama por su labor en hospitales panameños y su poligrafía comprometida.

Recuerdo otras difuntas, como la espléndida Miessner que alcancé a ver todavía en la calle Lista y que luego se vino cerca de mi apartamento, a la acera del María Guerrero y donde expuso parte de la biblioteca de Pablo Neruda, o la exquisita Dédalus, en la plaza de santa Bárbara, en los mismos bajos del piso donde vivió Zorrilla, el del Tenorio, que por mínima casi amontonaba los tomos, aunque menudos títulos: uno hallaba allí siempre lo más valioso del momento, y ahora la prensa anuncia que la Noche de Reyes, esa prodigiosa fecha que hasta mereció el título de una comedia de Shakespeare, cerrará la más modesta y casi de barrio librería Pérgamo.

FIRMA INVITADA

Por Eva Losada Casanova

Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

En la obra poligráfica de Bahira Abdulatif Yasin destaca el interés y la preocupación por la situación actual de las mujeres árabes y musulmanas en su país. Gran conocedora de nuestra cultura, se ha hecho eco de ella en sus traducciones y en sus clases universitarias.

El asunto de este artículo es el paradero de la generación de escritores que nacieron en torno al año 1970 y a lo largo de ese decenio que trajo la democracia a nuestro país. Pero antes de entrar en harina, quisiera reseñar aquí una curiosa anécdota que tal vez viera en algún documental, o quizá leí en alguna parte, o puede que alguien me refiriese, sobre el modo en que ciertos nativos capturan a los monos en África. Esos astutos cazadores utilizan a modo de trampa los termiteros, en los que practican orificios del tamaño preciso para que los monos logren meter la mano pero no puedan sacarla con el puño cerrado lleno de termitas. Y así, no pocos de ellos, incapaces de controlar su pulsión, caen prisioneros. Con la venia del lector, me guardo este comodín para el final.

Este año viene abarrotado de deslumbrantes efemérides, particularmente para Francia. En unos quince días, por ejemplo, se hallarán ante el cuarto centenario del nacimiento de Molière y para febrero les cumplirá un siglo de la publicación del Ulises, por Shakespeare & Co., en París, y en septiembre, los doscientos años de la transcripción del jeroglífico por Champollion y, después, vendrán los condolidos fastos por la centena de noviembres transcurridos desde la muerte de Proust, y luego… Qué sé yo cuanto más. Pero no crean que se apurarán; al contrario, a los franceses les cunden tanto las conmemoraciones que no me extrañaría nada que mientras les escribo estas líneas estuviesen preparando ya el septuagésimo quinto aniversario de aquella inaugural y asombrosa colección New Look, de Christian Dior.

Sí un grupo de monjes tibetanos llamará a nuestra puerta para comunicarnos que nuestro hijo es la reencarnación del lama Dorje, gran maestro, y que debe de partir cara al monasterio de Paro Dzong en Bhután, ¿cómo nos comportaríamos? Eso es lo que le ocurre a una pareja normal de Seattle. Muchas personas han conocido el budismo tibetano gracias a películas como está de Bernardo Bertolucci «El pequeño Buddha» o «Siete años en el Tíbet» del desaparecido, explorador, Heinrich Harrer, maestro del actual Dalai Lama, libro del que se han vendido cuatro millones de ejemplares en todo el mundo y que luego sería llevado a la pantalla por el actor Brad Pitt. Pero, ¿qué tiene el budismo que tanto nos atrae? ¿Cuál es su historia?

«Son los españoles que aman más la honra que la vida, y temen menos la muerte que la infamia» (Sancho de Londoño, “Discurso…”)

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Con arreglo a la documentación original y las obras maestras del «Rey de la Literatura española», Miguel, y Rodrigo, su hermano menor, desde su niñez, sintieron la llamada a la grandeza del alma y abogaron por el honor, la integridad, la justicia, el liderazgo y la victoria.

En mi confesión inicial les diré que no puedo considerarme una experta en West Side Story, pero sí una fiel apasionada de esta obra musical nacida en 1961 de la mano de los directores Robert Wise y Jerome Robbins, así como de la inconfundible melodía de Leonard Berstein.

Cierro las tapas de la tercera novela consecutiva que leo de Malraux y una única palabra me viene a la mente: fraternidad. Es la que más se repite en su obra. Es como el buque insignia de su literatura, de su forma de asimilar y explicar algunos de los episodios más dramáticos y apasionantes que pueblan sus historias, sus vivencias y parte de la historia del siglo XX. En Melville, sin embargo, esa hermandad se nutre de obcecación y fatalidad, como si la conducta de sus personajes diera vueltas en círculos para acabar en el mismo vacío.

FIRMA INVITADA

Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"

A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.