«Actúa sin actuar, ocúpate en no ocuparte en nada, saborea lo que no tiene sabor. Tanto en lo grande como en lo pequeño, cuando se tiene todo por fácil, por fuerza se encuentra todo difícil. De ahí que el sabio tenga todo por difícil y así nunca tropieza con dificultades” (Lao zi)
29/03/2021@12:00:00
Estas palabras «Adiós Tíbet, adiós» podrían haber sido pronunciadas por el último de los grandes aventureros, Heinrich Harrer, conocido por su libro, Siete años en el Tíbet que lo han convertido en toda una leyenda pues según las últimas cifras se han vendido unos cuatro millones de ejemplares en todo el mundo y ese ha sido el motivo por el cual el actor, Brad Pitt hizo de protagonista en una película basada en el mismo.
Jorge Luis Borges asseverates in scarce, arid lines, that F. S. Fitzgerald, whose vital mission was “to be brave”, represents, more than other authors of the American Jazz Age, the World War I´s post-days[1]. The Great Gatsby[2], ergo, is a historic document. H. L. Mencken declares that the Gatsby´s plot is just a “glorified anecdote” developed in “bawdy house parties”, in colorful fallacies that are inhabited by “marionettes”. Such an anecdote is valuable, he affirms, due to “the charm and beauty of the writing”, due to the sentences, which “roll along smoothly, sparklingly, variously”[3]. We will test these three adjectives.
El movimiento almohade surgió en el Atlas africano en el primer tercio del siglo XII. Nació de la mano de algunas tribus bereberes reunidas en torno a Ibn Tumart, líder indiscutible. Su doctrina se basaba en la recuperación de la esencia del Islam mediante el retorno a sus fuentes originales: el Corán y la Tradición del Profeta.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
Vaticiné un 2020 apestoso y catastrófico, bisiesto y capicúa al revés. No me extraña que la pandemia se oficializara con los Idus de Marzo. Todo lo que tenga que ver con los números me da yuyu, tío. La aritmética es la ciencia sagrada y Pitágoras su profeta. Con estas cosas del esoterismo soy muy cuidadosa y selectiva. No te vas a creer a cualquier chamán, iluminado, gurú, epidemiólogo o “experto” que te quiera vender la moto.
Contamos historias desde siempre. El ser humano pregona su fragilidad contándolas. Al fin y al cabo, cada historia que se cuenta es una vida. Vida contada o escrita para ser escuchada o leída.
Hay, afortunadamente, personas que tienden puentes, que construyen allí donde la historia destruye y rescatan la memoria de quienes han caído en el olvido. Personas que dibujan horizontes, que se manifiestan como lluvia fina (pero constante) de preguntas incómodas en medio de verdades comúnmente aceptadas, que abren interrogantes y causan extrañeza a sus contemporáneos. Es el caso de la pensadora María de los Reyes Laffite y Pérez del Pulgar, condesa de Campo Alange (Sevilla, 1902- Madrid, 1986).
PLAZA DE GUIPUZCOA
Seguro que recuerdas el Circo del Sol. Fantástico espectáculo, sí, pero se fue a la bancarrota. Demasiado preciosismo y perfección. Al Homo Sapiens del S. XXI lo que de verdad le mola es el circo de la alta política. Sobre todo la lucha en el barro cuerpo a cuerpo.
Descubrir es lo que la profesora Eva Fernández del Campo ha realizado en su trayectoria profesional como personal y eso se deduce solo con ver los trabajos publicados hasta el momento. «En la materia del mundo» de una manera muy resumida como si llevara un diario nos acercamos a través de la palabra a una civilización mil veces milenaria. Con los métodos actuales nos asomamos a la Sabiduría del Conocimiento y de los nombres pues su trabajo sirve también para hacer un homenaje a los autores que ya no están y a aquellos con los cuales la autora habrá dialogado para realizar los mismos.
FIRMA INVITADA
Por Eva Losada Casanova
Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.
|
Desde tiempos inmemoriales, desde la época de las cavernas que existen aquellos, aquellas que cuentan historias.
La importancia de la mitología griega para con la cultura occidental y las formas de vivir no solo de las gentes de Occidente, sino también de las de más allá, es algo a tener en cuenta. La influencia de la Antigua Griega en el día a día está incluso presente en las vidas de quienes por completo desconocen quiénes son las figuras más importantes de una Grecia que se consideró mitológica desde los años 900-800 A.C. en adelante. Una en la que personajes como Ulises o lugares como Troya tienen una relevancia capital y han sido estudiados y examinados en profundidad a lo largo y ancho de la historia de la humanidad.
Mi amigo Alfons Cervera acaba de publicar Algo personal; una colección de cincuenta artículos sobre otros tantos títulos literarios que considera memorables. Lejos —como explica en el prólogo— de tener la menor pretensión académica y, por supuesto, de haber aplicado criterios filológicos para componer la selección, Alfons ha escogido este medio centenar de obras, sencillamente por la huella íntima que le dejaron sus lecturas a lo largo de la vida; es más, esta arbitrariedad atañe también a su número, pues podía haberse limitado a treinta o a atreverse a llegar hasta setenta o cien; en cambio, Cervera nos ofrece cincuenta; tal vez porque le resulte la cifra adecuada para armar un tomo con el que amenizar a cualquier lector sin cometer exceso alguno.
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
La benemérita investigadora lucense Ana Naseiro Ramudo, Doctora en Patrimonio y Documentación Histórica, Cultural y Artística por la Facultad de La Coruña, y autora del excelente libro, intitulado: «A fábrica de tabacos da Coruña e a fábrica de mistos», descubrió tres nuevos documentales de capital importancia sobre las casas de Complutum en la calle Mayor en el corral de los de Cervantes.
La sobresaliente significación literaria de Rafael Alberti, requiere un compromiso serio, riguroso y verdadero de los poderes públicos para salvaguardar y promover su legado.
El disco “Este devenir” de Karmento y el libro “Feria” de Ana Iris Simón son dos ejemplos de la potencia creativa de la mujer manchega, durante tantos siglos silenciada y acallada. Dos creaciones sustanciales y poderosas.
Prefacio Kundera
Extrañamente, no había leído todavía una de las obras tempranas de Milan Kundera: “El libro de la risa y el olvido”. Acabo de hacerlo con gran placer, creo que es una de sus mejores novelas. Podemos describirla, con toda justicia, como “novela de ideas”; esa clase de ficciones entreveradas de ensayo, generalmente en torno a una idea-eje (dos, en este caso) que inundan con un potente chorro de luz el escenario social en el que se desarrollan. Aquí se trata, principalmente, de la Checoslovaquia comunista, y los personajes que vemos en escena no son únicamente iluminados por fuera, sino que también podemos escudriñarlos hasta los huesos gracias al poderoso y humorístico aparato de rayos X que emplea el autor.
FIRMA INVITADA
Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"
A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.
|
|
|